Ciudad de México.- El Consejo Mundial de Boxeo (CMB) dio a conocer este jueves el deceso del buen boxeador británico y ex campeón mundial mediano, Alan Mínter, ante quien Marvin Hagler inició el camino que lo llevó a ser un súperastro de cualquier época hace ya 40 años.
Minter fue campeón mundial absoluto en una época en la que eso era aún posible, pues había, si bien no abundante, si todavía cierta decencia en el ahora tan trivializado boxeo.
MEDALLISTA OLÍMPICO
Antes del profesionalismo, ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Münich en 1972, tras una controvertida decisión con el alemán Dietter Kottysch.
Tuvo algunos buenos triunfos sobre gente como Emlie Griffith (ya decadente) y Tony Licatta, y Angelo Jacopucci (quien murió después de la pelea).
Estos éxitos lo catapultaron para viajar a Las Vegas (donde ya había peleado y ganado), para destronar a otro ítalo, Vito Antuofermo en marzo de 1980.
Luego repitió la victoria tres meses después sobre el mismo Antuofermo, pero en Londres, noqueándolo.
LE TOCÓ “BAILAR” CON EL MÁS CANIJO
Ese mismo año tuvo la infortunada obligación de enfrentar a Marvin Hagler, siendo derrotando en tres rounds, tras lo cual vino una rebatinga de padre, y abuelo nuestro en la Arena Wembley.
Fue una pelea poco común, pues enfrentó a dos rivales zurdos, saliendo triunfador uno de los más grandes de cualquier época.
Minter era un tipo bravo, valiente, con una pegada de regular a aceptable, pero con el gran handicap de tener la piel débil, lo que le generaba heridas fáciles.
En una ocasión, ante ese problema recurrente en su carrera, fue a un médico para buscar la causa y al respecto, recordó:
“Él me miró y no halló nada malo con mi cara y huesos. Él dijo, que la razón por la que me cortaba es ¡¡¡porque me golpeaban!!!. Esa consulta, me costó 500 libras”.
Minter terminó su carrera en 1981 con un récord de 39 triunfos, nueve derrotas y 23 nócauts.
En sus últimos años padeció alcoholismo, lo que lo llevó a tener múltiples pleitos callejeros y a separarse y divorciarse de su esposa Lorraine.
Ello quizás precipitó su muerte, acaecida el día 9 de septiembre pasado.
En un comunicado, el CMB pidió a Dios que brinde a su familia pronta resignación a tan profunda pena.
¡Descansa en paz campeón!