“Nacho” Beristáin y el “Chino” Moguel le mojan la pólvora al “Explosivo” Estrella

Tuxtla Gutiérrez.- EL chiapaneco Ulises “Chino” Moguel venció esta noche en toda la línea y de manera clara y justa, aunque no fácil al yucateco Rubén “Explosivo” Estrella, quien se la rifó y ofreció todo lo que fue capaz, pero no pudo impedir ser superado por decisión unánime en 10 rounds en uno de los pleitos estelares presentados esta noche aquí por Promociones Ugarte en el Deportivo Roma de esta capital.

El triunfo permitió al “chino”-chiapaneco hacerse de la vacante corona intercontinental de peso ligero de la Federación Mundial de Boxeo (FMB) ante un rival que no pudo entrar al terreno corto y se quedó la mayor parte del pleito a la distancia propicia para que lo conecten y no conectar.

Para su mala fortuna, las tarjetas, o mejor dicho, una le dio un poco de opacidad a su inobjetable victoria al decretar 120-110 (o sea, todos los rounds ganados), mientras que las otras dos 118-112 y 116-114. La de península deportiva fue 117-113, claro, para el chiapaneco.

Dirigido por la “leyenda que trepa a las esquinas”, Don Ignacio “Nacho” Beristáin Rocha, el “Chino” Moguel hizo una buena pelea, sobre todo a partir del cuarto asalto en el que pudo ya quitarse la presión inicial del yucateco que no vino a cumplir, sino a ganar, pero simplemente no pudo.

Al entrenador del “Explosivo” no le gustó el veredicto, como suele suceder en muchos manejadores.

Estrella se vio bien, sobre todo en el segundo y tercer episodios que llevó a su esquina, ganándole el golpeo a media distancia a su rival que fallaba a la hora de tratar de conectarlo a la lejanía y al irse en banda recibía intensos, pero no poderosos, o al menos no suficientemente poderosos golpes del yucateco, quien en más de una ocasión lo conectó de manera plena y de lleno en el lado izquierdo de la quijada.

Pero todo comenzó a cambiar gradual, pero de manera sostenida a partir del cuarto episodio, cuando Moguel comenzó a acomodarse mejor sobre la tarima y a quedarse lejos del visitante que nunca dejó de buscar y dar pelea, pero que se quedó corto en sus avances ante la mayor longitud de brazos del “lacandón” y su oportuno y rápido movimiento de piernas.

Como si fuera un “pistoncito”, Moguel comenzó a lanzar de manera repetida, insistente el jab de izquierda desde diversos ángulos, sin presentar pelea de frente, a menos que lo ameritara y, así, logró puntos.

Los golpes, al parecer no muy potentes, pero sí reiterados, fueron dejándole una gran hinchazón a estrella sobre la parte superior derecha del rostro, que no pudo ser disminuida en su esquina.

Pese a ello, y con los pantalones bien puestos, el “yuca” fue con todo por su oponente que aprovechaba los momentos oportunos para usar ambas manos con combinaciones no dañinas, pero sí efectivas para su contabilidad.

Así, poco a poco, el “asiático” se trepó a la bicicleta del triunfo al no quedarse parado para ponerse a modo de que lo golpeen por el agresivo Estrella que lo buscó y buscó y casi no lo encontró.

Y cuando lo halló, no pudo hilvanar ataques sostenidos, prolongados, para minarlo, socavarlo, o “pescarlo” con un golpe que pusiera fin al pleito que cada vez estaba más cerca de concluir.

“Rubencito”, sintiendo quizás que la pelea se le iba, no dejó de buscar el contacto, pero si bien no cayó en el juego del “lacandón”, sí no pudo salirse del tipo de pelea que aquél le impuso y en el que resultó más efectivo.

Hacia el final de las acciones, el “Chino” Moguel estremeció sin mayores consecuencias a un Estrella que se veía algo cansado, aunque sacó fuerzas de flaquezas para venir por un buen cierre.

En el décimo y último (a pesar de ser de título), Estrella fue con todo y volvió a dominar la pelea con mucha efectividad, aunque sin poner mal al chiapaneco, al que si bien no arrasó, sí le ganó claramente ese último episodio.

Si así hubiera peleado en los rounds previos otro gallo le habría cantado, pues demostró que podía, pero quizás le faltó si no valor, porque siempre lo demostró, sí decisión para someter al de casa.

Estrella, creemos, equivocó el plan de pelea, pues le faltó tirar más hacia abajo y al cuerpo, hacia donde cayera, para no darle tiempo de pensar, ni permitirle a su rival acomodarse para desarrollar su estrategia de precaución, pero también de golpear.

Moguel hizo las cosas mejor para lo que le convenía, aunque también adoleció de recursos como tirar más seguido el uppercut, cuando Estrella entraba para recibirlo.

Fue una muy buena pelea de parte de ambos, pero aunque no forzosamente uno siempre tiene que ganar, en este caso ganó el que fue más efectivo boxísticamente y ese fue el “Chino” Moguel, que mantuvo su invicto ante un rival que sí le reviste mérito a su récord, pues era mucho mejor a aquellos que solía enfrentar.

La pelea le abre un camino halagüeño al chiapaneco y si bien pone un alto en el camino al yucateco es solo una de las muchas pruebas que tiene que salvar para dejar una marca en el boxeo.

Por cierto, ambos púgiles fueron aclamados y reconocidos por el público al final del pleito, aunque Estrella y sobre todo su esquina cometieron el error de no esperar a que el rival terminase de ser ovacionado, para recibir ellos los aplausos de la gente, que es el veredicto más simbólico y a final de cuentas, aunque no decisivo, sí importante.