(En la imagen, el sr. Serrano a la izquierda de sombrero, a su llegada a Japón con José Medel y Guadalupe “Lupe” Sánchez).
Mérida.- El señor José Guadalupe Serrano Flores, último integrante de la vieja guardia de los manejadores mexicanos, murió esta mañana en la Ciudad de México, justo cuando se enfilaba hacia la meta mítica de los 100 años de edad.
Serrano fue contemporáneo de otros manejadores como Arturo “Cuyo” Hernández, José Guadalupe “Lupe” Sánchez Mejía, Adolfo “Negro” Pérez.
Asimismo, de Gerónimo Eleuterio “Coneja” López, Francisco “Pancho” Rosales, Jesús “Chucho” Cuate, Manuel “Míster” Moreno y José “Pepe” Hernández, entre otros.
Don “Lupe”, hoy ya fallecido, fue un tipo de batalla…vaya que lo fue.
INICIÓ CON “LUPE” SÁNCHEZ
Inició, según nos informó el sabio de sabios del boxeo mundial, Don Víctor Cota León, como entrenador, precisamente, de “Lupe” Sánchez y tras aprenderle, buscó su propio camino.
Nació, acorde a la información que nos proporcionó el sr. Cota León, en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala, el 12 de diciembre de 1922. Se quedó a 29 días de festejar su cumpleaños 98.
Tipo gordito de complexión, hecho en la escuela de la vida y graduado en los gimnasios de boxeo, Serrano Flores era el único sobreviviente de una familia de cinco hijos, dedicados al campo y al boxeo.
Se inició en el boxeo como boxeador amateur en la década de los 40´s del siglo pasado, y al no debutar como profesional, comenzó como entrenador, ayudante de “Lupe” Sánchez, de quien se desvinculó en 1953.
Hay que decirlo, sin dejar de reconocer su valía, no logró tener el reconocimiento del “Cuyo”, ni de su maestro “Lupe” Sánchez, o de “Pancho” Rosales, pero si compitió con ellos y en más de una ocasión los superó en combates entre pupilos de ambas partes.
Tuvo la rara circunstancia de que no logró llevar al campeonato del mundo a boxeadores desde su inicio, aunque más de uno de los que comenzaron con él si se sentaron en un trono ecuménico.
Entre ellos están los grandes, sensacionales golpeadores, Israel “Magnífico” Vázquez y Amado “Panterita” Ursúa.
Empero, sí dirigió en la esquina de un campeón del mundo al que él llevó a la corona, como fue el caso del mega astro venezolano Betulio Segundo González.
Esto sucedió cuando el gran Betulio logró su tercer campeonato en la división mosca en una muy cerrada pelea contra el yucateco Gustavo “Guty” Espadas en 1978.
También dirigió por breve tiempo a la también estrella mundial puertorriqueña, Wilfredo Benítez, con quien rompió antes de que lo subiera a la tarima por vez primera.
Hace ya unos 20 años, el padre de ese gran boxeador sinaloense que es Carlos Cuadras, lo fue a ver para que se hiciera cargo de su hijo de entonces unos 10, 12 años.
Finalmente, nada se concretó, porque por su ya entonces avanzada edad, casi 80 años, y problemas de desplazamiento por su obesidad, Don Lupe prefirió retirarse.
El ahora eterno ausente tuvo ocho hijos: Jorge (médico), Ricardo (quepd), quien fuera abogado, Eduardo (mánager como él) y Javier.
Asimismo, Mary, Rosalinda, Guadalupe y Patricia.
Estuvo casado con la señora Luz Morán, de quien enviudó en el año de 1994.
Desde nuestra redacción les mandamos a todos sus seres queridos, nuestras más sinceras condolencias.