Mérida.- El jalisciense, Erik “Habanerito” López aprovechó su mayor colmillo, y muy superior poder, para salir airoso en su debut en esta ciudad ante el valiente, empeñoso, pero extraviado yucateco William “Agresivo” Puch al que derrotó por decisión dividida que debió ser unánime en el pleito semifinal de la velada presentada esta noche aquí por la empresa Max Boxing.
En un pleito reducido a ocho rounds (originalmente era a 10), seguramente por exigencias de la televisión extranjera que lo transmitió y con el consentimiento de la Comisión de Boxeo de Mérida (aquí si el reglamento no fue estricto como en aquella velada de febrero, ¿verdad Dinamita Parra?), López no dejó dudas de que fue mejor…notablemente mejor.
El dirigido por uno de los hermanos de Saúl “Canelo” Álvarez, desnudó de nuevo al “Expreso de Cacalchén” que sigue padeciendo del “Síndrome del Jonronero”.
No sabemos si no es aún consciente de que no tiene una pegada de respeto, aunque sí atributos boxísticos que si logra pulir le darían mejores resultados.
Puch no es un noqueador y sique empecinado en tratar de resolver sus pleitos por la vía del costalazo, como aquellos peloteros que en vez de chocar la pelota y llegar a base, se la pasan dando el gran swing y ponchándose ocho de 10 veces que se paran a la caja de bateo.
Además, nuevamente evidenció que necesita una esquina, alguien que le de una estrategia adecuada para pelear, en la que pegue y no le peguen.
Esta noche, peleó muy pegado al cuerpo de un rival, más bajito que él y de brazos más cortos que los suyos al que le dio todas las ventajas para que lo golpee…se puso de pechito.
Peleando frontal, con pocas fintas y quedándose en el terreno que no le convenía por tratar de golpear, Puchito tuvo resultados adversos al recibir metralla que era más poderosa que la suya.
El “Expreso de Cacalchén” le metió ganas, voluntad, deseo, valentía a más no poder, pero no le bastó para quitarse de encima a un rival que con mayor roce boxístico y a pesar de no lucir en su mejor forma, le ganó y le ganó bien.
No todo está perdido, por supuesto, sobre todo para un boxeador disciplinado, profesional como él, pero si no cambia su perspectiva boxística, para convertirse en un competidor más cerebral, terminará perdiéndose en el limbo pugilístico.
Las decisiones de los señores jueces fueron de Germán Cubedo y Ruy Canul a favor del occidental y de Ariel Ruiz, para el yucateco.
Puch se quedó con 12 triunfos, dos derrotas y cinco nócauts a su favor, mientras que el “picoso” llegó a 21 peleas, con 14 triunfos, 10 antes del límite, cinco derrotas y un empate.
Que verguenza la tarjeta de ese tal Ariel Ruiz, deberían vetarlo de la combox por ser tan localista.
Los otros dos jueces muy bien, felicidades por su veredicto.
Gran pelea del habanero y Puch volvió a defraudar.
como carajos hubo alguien que vio ganar a puch, por dios, la cbm sigue dando tumbos
Oye gordo pones puras mentiras mas grandes que tu pansa puch es un gran nokeador una mala noche cualquiera la tiene
Y las demás peleas, por favor
Esos jueces que dejen de fumar mota