México- El hombre, al que muchos consideran como el mejor boxeador mexicano de la historia, Julio César Chávez Sr., habló sobre lo que finalmente llevó a su declive en el deporte del boxeo.
En entrevista con Luis García y Cristian Martinoli de Tv Azteca, Chávez dijo que después de la victoria contra Héctor Camacho en 1992, sintió que ya había hecho todo.
Chávez agregó que, después de esa pelea, comenzó su “vida criminal” con adicciones al alcohol y a las drogas.
PERDIÓ EL RESPETO POR EL BOXEO
“Comencé a perder el respeto por el boxeo, por mi parte, no entrené como lo hice en el pasado. Gané peleas (en ese momento) porque era un boxeador natural, un buen boxeador”, declaró Chávez Sr.
En 1994, Chávez se enfrentó a Frankie Randall y esa pelea generó su primera derrota como boxeador.
Chávez indicó que no iba a tomar esa pelea, y solo la aceptó por dinero.
Explicó que defendió su título en diciembre de 1993 en el estadio Cuauhtémoc (18 de diciembre) y que la pelea contra Randall fue un cambio muy rápido, que tuvo lugar en enero de 1994.
“Tenía una adicción muy avanzada (en ese momento), ya no me preparaba lo mismo, ya no entrenaba lo mismo.
“Sabía que la derrota vendría más pronto que tarde”, declaró Chávez Sr., y agregó que lo convencieron con millones de dólares.
Chávez afirma que solo entrenó durante dos semanas para su primera pelea contra Randall.
Después de la derrota, Chávez aseguró que fue uno de los días más tristes de su carrera, porque se veía a sí mismo como muy “desagradecido” con el público, porque en Culiacán lo abrazaron como un héroe.
“Tener 90 peleas y estar invicto, casi 15 años sin perder … fue algo muy triste (cuando llegó la derrota), fue muy doloroso, pero ya no podía vivir conmigo mismo, estaba muy perdido.
Ya tenía un muchos problemas con mi esposa, con la adicción “, dijo Chávez Sr.
Como profesional, Chávez terminó su carrera con 115 peleas, de las cuales ganó 107, 85 por nocaut, dos empates y seis derrotas.