Ciudad de México- Un día como hoy, pero de 2000, la “Catedral del Beisbol Mexicano”, el Parque Deportivo del Seguro Social, en la Ciudad de México, culminó su gran paso por la historia con más de 25 mil personas abarrotándolo, con el duelo clásico de “La Guerra Civil” entre los Diablos Rojos del México y los entonces Tigres Capitalinos.
LA ÚLTIMA VERDADERA GUERRA CIVIL
No podía haber mejor duelo que ese para cerrar ese capítulo de la historia del béisbol mexicano y de la Ciudad de México, una ciudad que desde años atrás ya tenía al “Rey de los Deportes” como su patito feo…como ocurre hasta ahora, con todo y presidente beisbolista.
Entre sonrisas, o mejor dicho muecas de nostalgia, lágrimas furtivas y llanto de muchos que lo visitaron durante 45 años, desde 1955, cuando dejó de ser el parque Delta, para convertirse el parque del Seguro Social, esas 25 mil almas le dijeron adiós no al mejor estadio de béisbol que ha existido en México, pero sí al más emblemático y de mejor sabor peloteril.
El pentrante aroma de puro que cientos de residentes cubanos, entre ellos Basilio “Brujo” Rosell fumaron en las gradas, la música guapachosa tropical, los acordes del danzón “Nereidas” ahora sí, solo serían disfrutados en la memoria de quienes los vivieron.
El escenario situado en los cruces de la Avenida Cuauhtémoc, Viaducto y Obrero Mundial, muy cerca del Centro Médico Nacional, vio pasar a grandes peloteros y fue testigo de la mayor cantidad de los campeonatos de los dos equipos más ganadores de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Ese día de junio del inicio del milenio fue con un triunfo escarlata 9X7 sobre los felinos con victoria para Javier Cruz, derrota de José García y jonrón de Ray Martínez.
Los mánagers esa noche eran Tim Jhonson por los Diablos y Dan Firova por los Tigres, llevando este último a los felinos a ser campeones ese mismo año, pero ya teniendo como sede el Foro Sol.
Los bengalíes vivieron grandes noches en el Parque del Seguro Social, con el cuadro del millón en los sesentas, la llegada de Matías Carrillo en los 80´s, las salidas en hombros de Jesús “Chito” Ríos, las anécdotas de Alejo Peralta y hasta el nacimiento de Chacho.
Cómo olvidar el lado izquierdo del escenario de la Colonia Narvarte, abarrotado por la llamada Garra Felina, que vitoreaban y alentaban con todo a sus amados felinos.
Sin duda alguna, un parque de pelota icónico que entre sus grandes recuerdos, registró entradones para ver hitos, tragedias y ser parte de ellas.
La muerte, tras el desplome en pleno juego del mánager pingo Lázaro Salazar en 1957 aún estruja los corazones de los que lo vieron y hasta los de los que solo lo leyeron. Ni qué decir de los cientos o quizás miles de muertos apilados en ataúdes sobre su grama tras el temblor de 1985.
Hitos, pues hubo muchos, pero uno de un sabor muy especial y fu en 1968, el año de los Juegos Olímpicos.
Los Yanquis de Nueva York, con todo y su glamour llegaron al gran parque mexicano para enfrentar y caer ante los Diablos Rojos del México.
Ramón Arano, el chaparrito veracruzano se llevó la noche al lograr 11 ponches, dos de ellos a Mickey Mantle con Francisco “Paquín” Estrada en la receptoría …¿algo más?…y como esa, muchas.
El Parque Deportivo del Seguro Social jamás será olvidado…..bueno, ¿quién podría de los que lo conoció?