Mérida.- Nada es eterno, aún lo que tiene etiqueta de irrompible.
La vida se lo demostró hoy hace 30 años al deportista más mediático de la historia de México: Fernando Valenzuela.
En un día como hoy, la plataforma que poco más de 10 años antes lo catapultó a una popularidad que aún, hoy en la tercera década del Siglo XXI continúa, los Dodgers de Los Angeles, lo liberó.
Días antes en la pretemporada que los angelinos hacían en Florida, Tom Lasorda lanzó un “screwball” a la prensa, cuando ya había un “run-run” en ese sentido.
En aquellos tiempos no existían las redes sociales y quizás aprovechando ello, de que era plena semana santa y muchos medios de información, especialmente los impresos se tomaban sus días de descanso, los Dodgers de Los Angeles aprovecharon para “ponchar” al “Toro”.
Lasorda había externando muchas cosas buenas de Valenzuela, y dejó el ambiente tranquilo, en calma como antes de la tempestad.
El ex león de Yucatán no había tenido el mejor de los años en 1990, al irse de 13-13 en ganados y perdidos y con un ya elevado, aunque no exorbitante 4.59 de efectividad…¡¡¡ya no era redituable para la causa!!!.
Lasorda, aquél que un día dijo que se sentía como un “Segundo Padre” de Valenzuela, paso a ser ya no el viejito simpático y paternal que acogió y educó al hosco pelotero de Etchohuaquila.
Se convirtió, así, en el “Ogro”, en el “malo” de esa película para la afición mexicana que veía cómo aquella época de ensueño en la que uno de los suyos conquistó la tierra del “Tío Sam” no lo hizo mojándose la espalda.
Sin embargo, jamás precisaron los motivos de esa medida, que, se entiende, fue por razones numéricas y de rendimiento .
Y si bien “El Toro” aún mugió un rato en el corral de las Ligas Mayores, aquél idílico episodio de su vida y la del deporte mexicano concluyó aquel jueves 28 de marzo de 1991…hace 30 años como hoy.