Cancún.- Acostumbrado a un ancestral lugar secundario en el boxeo peninsular, Quintana Roo supo lo que era ser el protagonista de la fistiana peninsular hace 15 años como hoy.
Protagonista de la clásica historia del “boxeador-cenicienta”, Rodolfo Omar López Romero, vio esa noche en Fukuoka, Japón, cómo el ring instalado en la Marina Messe se convertía en la carroza que lo llevó a la fama, al campeonato mundial y a la posteridad.
A final de cuentas no fue el último quintanarroense en ser campeón del mundo, pero nadie podrá quitarle el honor de haber sido el primero, el que abrió brecha que dos de sus paisanos siguieron, aunque solo uno llegó a la meta.
En un día como hoy, Rodolfo, o “Rudy” López, como su identificación quedó grabada en la historia, culminó una historia de años de esfuerzo, de muchos errores y de muchos aciertos, aciertos que pesaron más a la hora cero, para bajar del ring con el título mundial pluma del CMB.
EL SEGUNDO EN POSEER LA FAJA
“Rudy” era el segundo peninsular en ceñir en su cintura esa faja que seis años antes Gustavo “Guty” Espadas había conquistado ante otro asiático, Luisito Espinosa.
Esa noche subió como víctima en la percepción general, incluso de los mexicanos y en los momios de todo el mundo, que daban a su rival, el campeón, Takashi Koshimoto, quizás no como amplio, pero sí como claro favorito para retener la corona del orbe.
Y después de una pelea que él hizo disputada y por momentos sorda, su ímpetu, y la incapacidad técnica del japonés para entender y nulificar el boxeo arrollador y desordenado del maya, el boxeo demostró porqué además de un deporte, es un espectáculo.
Un espectáculo tan maravilloso e infartante como Rodolfo “Rudy” López lo confirmó al dejar, por segundos, sin aliento a los que madrugaron ese domingo, para verlo lograr el primer gran hito deportivo en la historia de Quintana Roo.
CON HUEVOS
Y tras sufrir por 20 minutos y 49 segundos de una pelea a la que él gradualmente le dio el tono de “brutal”, “Rudy” logró que el campeón cayera desfallecido, generando, incluso, alarma por su estado de salud, pues debió ser sacado en camilla.
Vitoreado tras su conquista, el nuevo “rey” bajo del ring, secundado por su “corte”, encabezada por Porfirio “Rudy” Pérez (quepd), y su apoderado, José Alberto “Pepe” Gómez, entre otros.
Ya luego hizo el larguísimo viaje de retorno hasta su tierra, Cancún, donde difícilmente, algún quintanarroense había sido por una multitud como la que lo aguardó en el aeropuerto con una ovación que hasta ahora, sin duda, vibra en su alma.
¡¡Felicidades campeón quinceañero!!