Mérida.- Afortunado, lucido debut tuvo esta noche la empresa “Rosarito Boxing” en la promoción del boxeo al presentar una velada sencilla, pero entretenida, en algunos momentos intensa y que no dejó nada a desear a quienes la vieron en el estudio de Sipse Deportes o, desde sus hogares, o dispositivos electrónicos.
La empresa, comandada por Santiago Pérez Arjona, inició así su tránsito por la promoción del boxeo y lo hizo de manera acertada con apoyo de Max Boxing.
En la última pelea de la noche y estelar, al menos en intensidad, en peso gallo a cuatro rounds, Miguel “Predicador” Flores (53.400 kilos) sacó un golpe que para su fortuna agarró mal parado al debutante Romeo Sosa, para hacerlo poner los guantes sobre la lona en el primer round.
Sosa ni siquiera cayó, pero el réferi Josué López hizo más que bien en contarle, generando, así, la diferencia que le dio un triunfo “muy perech” por decisión unánime en cuatro rounds.
Nosotros pensamos que la pelea había sido un empate, pero el veredicto de triunfo no puede ser considerado descabellado.
Flores, quien había perdido su primera pelea y que tras su triunfo quedó en 1-1, sufrió lo indecible en el segundo y tercer episodios (sobre todo en el segundo), cuando fue avasallado por un ciclón de madrazos que con muchos pantalones soportó.
Por momentos parecía que “Resortitos” (es nieto del también réferi, el muy querido Don Fernando López Castañeda) iba a parar la pelea, pero tuvo el buen criterio (cosa ya común en él) de dejarla seguir, permitiéndole a los asistentes disfrutar de lo que fueron 12 minutos de mucha emoción y a los dos boxeadores saber hasta dónde sus alcances pueden llegar.
Tras llegar al cuarto episodio con la pelea evidentemente empatada (los dos puntos de la caída del primer round y los dos rounds siguientes ganados por Sosa), vino un cuarto episodio, también de alto voltaje, pero más equilibrado.
Sosa comenzó dominando el episodio, pero poco a poco, Flores le dio la vuelta a las acciones imponiendo condiciones y cerrando bien el pleito que, a criterio del jurado fue para él.
Las tarjetas fueron: Mauro Chalé 36-39, Crisanto Chacón 37-39 y Rogelio Lazo 36-39 en favor del dirigido por el buen y caballeroso amigo Moisés Zavala.
En el primer pleito de la noche en peso gallo, el debutante vallisoletano Víctor Caamal Cupul (54.5 kilos) derrotó justamente al también de estreno Éder Ariel Pech por clarísima decisión en cuatro episodios.
Caamal estuvo encima de Pech, quien solamente antepuso su valentía y vergüenza, para terminar de pie los cuatro rounds y sufrir la primera derrota de su carrera.
Los jueces, Mauro Chalé, Rogelio Lazo y Crisanto Chacón votaron, respectivamente, 37-39, 37-39 y 37-39.
En otro combate, en peso súpergallo, el vallisoletano, Jordi Garrido (56.2 kilos), empeoró su récord a 1-4, al ser noqueado técnicamente en tres actos por Wilberth “Lobitito” Talavera (55-5), quien en su segunda pelea profesional, logró su primer éxito.
Garrido fue, en los hechos, no noqueado por el “licantropito”, sino por su propia esquina (“Joya” Herrera sr.), que ignorante de los reglamentos boxísticos, lanzó la toalla al ring, creyendo que aún estaba en el siglo XX.
“Resortitos”, conocedor del reglamento, pateó la toalla, pero finalmente terminó haciendo caso, sin tener argumentos (eso nos parece), de lo que pedía la esquina vallisoletana que pidió el fin de la pelea que si bien estaba del lado contrario no tenía motivos para ser detenida.
El tiempo oficial del nócaut fue de 2:18 del tercer episodio del combate.
En la tercera pelea de la noche, el también debutante meridano Andri “Mariachi” Uicab (52.00 kilos), perdió en su estreno ante Joel Acosta, que logró su primer triunfo, tras un empate en su estreno.
Seguidamente, dio las espaldas, para que “Resortitos” detuviera de manera correcta la pelea, o lo que pretendió ser. El tiempo oficial fue de 2:15 del segundo episodio.
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