La primera blanqueada de los Diablos en 2023 reitera la inconsistencia melenuda

Mérida.- Los Leones de Yucatán, que venían de ganar serie en patio ajeno a los Saraperos de Saltillo, perdieron la de este fin de semana en casa al ser vencidos 0x4 este domingo por los Diablos Rojos de México, que consiguieron su primera “lechada” de 2023 y reiteraron la falta de consistencia de los aún campeones de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).

Dicen por allá que para que la cuña apriete debe de ser del mismo palo y el añejo, pero siempre válido refrán aplicó desde el inicio en la primera salida, en su existencia, de Eduardo Vera en el primer parque en el que vio béisbol profesional.

El meridano realizó una no larga, pero buena actuación en el parque Kukulcán, reforzada por la de los relevistas pingos, que solo admitieron dos hits en nueve innings.

Fue, paradójicamente, un concierto del cuerpo de pitcheo del equipo que se caracteriza por su potencia ofensiva, en un estadio para lanzadores y cuyos serpentineros desentonaron.

Ante más de 14 mil fans en el segundo juego de la serie, los Diablos le batearon al cubano Yoanner Negrín, quien ya llegó a su ponche número 500 vistiendo la franela yucateca (según la oficina de los melenudos).

Negrín, llegó a la cueva de los campeones en 2015, y desde ese entonces hasta a la fecha se ha convertido en un pilar en la rotación selvática.

Este domingo logró su chocolate número 500 con la organización melenuda, siendo el tercer lugar en la lista de serpentinas con más ponches en el club, el primero es Mercedes Esquer (865) y el segundo Óscar Rivera (785).

Pero la quinta centena de “anestesias” quedará relegada en el registro de este juego ante la derrota melenuda y, también de Negrín, quien sufrió su segundo revés del año.

Desde temprano, los kissines se fueron para arriba y ello sucedió tres carreras en la parte alta de la segunda entrada, gracias a dos dobles.

Uno de ellos fue de Ramón Flores pars remolcar a Japhet Amador y a Roberto Ramos, y otro extra base, del novato Ángel Arredondo, en los spikes del mismo Flores, para dejar el score 3×0.

Una más llegó para los Diablos en la séptima tanda, con error en un tiro, que permitió al sonorense Roberto Ramos anotar, con Moisés Gutiérrez al turno.

Negrín, quien tuvo una actuación en 4.1 innings, permitió ocho hits, tres carreras y ponchó en tres ocasiones en una noche que debió ser para el recuerdo y terminó siendo para el olvido.

En el relevo también vieron acción Miguel Aguilar, Tim Peterson, Carlos Stiff Rodríguez, Enrique Burgos, Dalton Rodríguez y Fernando Rodney.

Por los del infierno inició Vera, quien se vio sólido en cuatro episodios, con un sencillo, dos pasaportes y un ponche, siguiéndole Adrián De Horta (ganador), Conner Greene y Aaron Brown, que lo acompañaron en la loma de las responsabilidades.

El tercero de la serie será mañana a las 19:30 horas, con el pítcher cubano Yunesky Maya por los Diablos, y por los melenudos, Héctor Velázquez, quien está urgido (al menos eso pensamos) de una buena actuación.