“Beto” Rivero, “El Mánager de las Estrellas”, una carrera llena de éxitos y retos
Mérida.- Conocido como “El Mánager de las Estrellas”, apodo que si bien no negaba su legado, sí era una especie de exaltación a manera de “cotorreo” de su singular personalidad, Edilberto Rivero Segovia cumple hoy ya 20 años de fallecido.

Edilberto “Beto” Rivero, con su mayor joya, Gustavo “Guty” Espadas y el señor Hernán Espadas, padre del legendario boxeador en la década de los 70´s en el Gimnasio San Francisco de Asís.
“Beto” Rivero, como este importantísimo, aunque controvertido y difícil, pero prolífico, trabajador y muy exitoso hombre fue conocido, falleció, de manera sorpresiva para muchos, el domingo 20 de febrero de 2005.

El día de su matrimonio en la década de los 70´s.
Se sabía, de tiempo atrás, que estaba enfermo y que la progresión de su mal estaba en plena marcha, pero su partida dejó a muchísimos con la boca abierta y, claro, como se quiera, apesadumbrados, con todo y su manera difícil de ser.
A 20 años de su muerte, el legado de “Beto” Rivero sigue vigente en el boxeo
Diabético y pese a ello, amante del pan y de la coca cola, “Beto” Rivero es hasta hoy una personalidad que, creemos, no ha sido lo suficientemente ponderada.
Si bien ingresó al añorado “Salón de la Fama del Deporte Yucateco”, que la anterior administración estatal (Mauricio Vila-Carlos Sáenz) enterró, “Beto” no es recordado, o percibido como el gran manejador que sí fue.
Duro como persona, pero al mismo tiempo ingenuo en algunas cosas, su perfil le granjeó ser mal visto por quienes no congeniaban con él, en algunos casos, con razón y en otros sin ella.
Pero muchos de esos saben en su fuero interno que, amén de cosas personales, Rivero Segovia era magnífico, de talla internacional en lo suyo.
Y los que con la conciencia objetiva lo conocieron, no le regatean su capacidad, pese a saber cómo era.
Los campeones que “Beto” Rivero forjó
Fue mánager, ni más, ni menos, que de tres campeones mundiales, a todos los que coronó como soberanos del orbe:
Guadalupe “Lupe” Madera, Juan Herrera y Gustavo “Guty” Espadas.

Con su segunda máxima creación, Juan Herrera, ya en la década de los 80´s.
Inició en el boxeo o llevó al título nacional, o al menos a disputarlo, entre otros, a Ricardo “Leoncito” Peralta, Róger Arévalo y Marco Antonio “Chino” Benítez.
Asimismo, a José Baquedano (título mediano), Luis “Pumita” Fuente y Fernando “Candelita” Várguez, cuyo hermano, Javier, también pasó por sus manos, pero en sus inicios.
Otros fueron Enrique “Maestrito” Orozco (antes de que su carrera pasara a manos de Román Acosta), Néstor López (tabasqueño),
También a Jesús “Chucho” Basto (sí, el manejador, cuando boxeó dos o tres veces en la década de los 70´s), Luis Ruiz Lizarraga y los también oriundos del “Edén”, Óscar y Alcibiades Gallegos.

Con Francisco “Paco” Sánchez, vendando a Guadalupe “Lupe” Madera en Sapporo, Japón, minutos antes de su primera defensa ante Katsuo Tokashiki. Los tres ya descansan en paz.
Además, a Eduardo y Román Acosta Chan y los también hermanos, pero capitalinos, Carlos y Antonio de La Paz y Felipe Gutiérrez.
Así como Frank Tolosa, Alex “Pipo” Parra.Luis “Pajarito” Aguilar, Jorge Manuel Vera, Mario Alberto Ku y Rodolfo Alvarado, entre decenas más.
Producto, creemos, de una niñez complicada, y de la afición y pasión que desde niño sintió por el boxeo, “Beto” fue ganador de innumerables, pero sobre todo muy merecidos galardones.
Su impacto en el boxeo yucateco y mexicano
Ha sido uno de los dos mánagers yucatecos en conquistar el nombramiento de “Mánager del Año de la República Mexicana” (el otro fue, por supuesto, Don Jesús “Choláin” Rivero (quepd).
Y ni qué decir de las veces que recibió el premio al mejor mánager de parte de la Comisión de Boxeo de Mérida (CBM).
Trabajó en innumerables ocasiones en el extranjero, aunque no era muy afecto a alejarse de Mérida, salvo la importancia de los pleitos a los que sus púgiles asistieron.
Un legado que merece mayor reconocimiento
Le dio la vuelta al mundo una y otra vez, quizás hasta fastidiarse e hizo, en su momento, mucho, muchísimo dinero, que jamás pensó ganar.
Empero, su falta de conocimiento sobre la administración y su circunstancia social y educativa, así como sus debilidades, lo dejaron tal como inició en el boxeo: sin nada.
Pero menos, mucho, muchísimo menos dejamos de lamentar que en ese lapso no hubiera surgido un manejador con su capacidad para producir, desarrollar y llevar al estrellato a boxeadores en la manera en que el buen “Beto” lo hizo.
Una gran reseña sobre Beto Rivero, sobre todo por ser descriptiva en cuanto a la personalidad de Beto y su gran influencia en el boxeo yucateco en esa época. Gracias.