Mérida.- Manuel “Bolón” Rodríguez no pudo tener un mejor regreso a las Ligas Mayores, un regreso que le dio continuidad a su destacada carrera y a la historia del béisbol yucateco con la franquicia más glamorosa del deporte mundial: Los Yanquis de Nueva York.
Tras ser llamado el martes pasado por cuarta vez a las Mayores, para lo que fue su tercer regreso, el oriundo del municipio de Umán tuvo una buena y efectiva labor ante uno de los equipos que le faltaba por enfrentar en su periplo por el “Big Show” iniciado en 2021.
Y ese equipo fue, ni más ni menos, que el más famoso del béisbol y el que encierra, al más alto nivel, el concepto de elegancia y glamour de todo el deporte profesional en el mundo: Los Yanquis de Nueva York.
Manuelito, el de la comisaría de Bolón, en Umán, fue quien, finalmente, encarnó el sueño de una de las aficiones más fuertes allende las fronteras de Estados Unidos en ver a uno de los suyos con los del Bronx, o al menos, jugando contra ellos.
Y en su momento hubo algunos personajes que tuvieron alguna vinculación menor, pero concreta con la franquicia que genera envidias y suspiros en todo el mundo del “Rey de los Deportes”.
RAMIRO RUBIO
El primero parece haber sido ese gran personaje de nuestra querida pelota, Don Ramiro Rubio Harrison, quien el 19 de marzo del muy deportivo año de 1968 para México, tuvo la fortuna de ser parte de uno de los dos equipos que enfrentó a los Yanquis que hacían su primera visita a este país.
Rubio tuvo la oportunidad de jugar como bateador emergente y si bien no bateó de hit, logró hacer contacto con la pelota, para elevarla entre el jardín izquierdo y central. Fue todo lo que hizo…y no lo hizo tan mal.
Don Ramiro Rubio, hace 58 años, en la gira que los Tigres del México hicieron a Japón.
A final de cuentas, los Tigres cayeron en ese, que fue el segundo juego de los Yanquis en México, con pizarra de 6×8 en un buen juego que resultó en la primera victoria de los señores del Bronx en territorio nacional.
Clave, decisiva fue la actuación del gran Bill Robinson, quien pegó sencillo, doble y jonrón, además de empujar cinco carreras, siendo el héroe del partido.
En total, ambos equipos conectaron 25 imparables en el juego, 13 de ellos fueron para la novena neoyorquina, dirigida por Ralph Houk, quien calificó el juego como “divertido”.
“GEORGE WHITE”
Jorge Alberto Blanco Martínez, un muy humilde y sencillo joven meridano, que desayunaba, almorzaba, cenaba y soñaba con béisbol fue el primer yucateco (que se sepa) que tuvo alguna labor formal en el Yanqui Stadium (en la casa que Babe Ruth construyó…la segunda fue la edificada en el presente siglo por Derek Jeter).
En sus mocedades en la década de los 50´s en el siglo pasado, comenzó a tener comunicación epistolar con el que muchos dicen (lo dudamos, pero respetamos) ha sido más grande narrador peloteril en habla hispana que haya existido: Elli “Buck” Canel, quien, por cierto, no era estadounidense, ni mexicano, ni dominicano, venezolano, puertorriqueño o panameño…era argentino, sí, argentino.
Así, a manera de cotorreo lo comenzaron a conocer por las calles de Mérida, a donde, en ese año salió a pedir patrocinio para viajar a Nueva York y quedarse cerca de un mes para narrar desde el Yanqui Stadium, a donde había sido invitado, ni más ni menos que por “Buck” Canel, para narrar los juegos de sus adorados Yanquis.
Pero nadie le creía al empeñoso hombre de béisbol de 37 años, quien al contarlo en la redacción del ahora casi centenario diario, a uno de sus directivos, el sr. Mario Menéndez Romero, recibió un pequeño, pero significativo “empujón”: Un anuncio en esa publicación, dando a conocer la oportunidad que tenía de ser el primer yucateco en narrar en el Bronx.
Tipo sensible, como pocos que quien esto escribe haya conocido, Don Jorge Alberto Blanco Martínez surcó los aires, desde su amado Mayab, hasta la Babel de Hierro que lo recibió con alfombra roja en el inmenso inmueble, a donde inicialmente no sabía ni por dónde entrar, pero al que finalmente ingresó, hasta llegar a la cabina de transmisiones, donde vio una silla con su nombre y apellido inicial.
Junto a él, un tipo de barba bien recortada viró a verlo y le dio la bienvenida: Era “Buck Canel, quien sonriente, se levantó con su gran altura, y después de levantarse sus lentes y un apretón de manos, sonriente, antes de abrirle micrófonos y entregarle los line ups, le jaló la silla para que se sentara.
Desgraciadamente, no hay fecha que registre ese suceso, ni contra qué equipo jugaron ese día los Yanquis. Fue el día en el que un yucateco, pudo, por vez primera, traspasar la fortaleza de los Yanquis e instalarse y trabajar en su interior.
“George White”, participó en otros 11 juegos en esa visita, como parte del equipo de la ya desaparecida y bien recordada “Cabalgata Deportiva Gillete”, tras lo cual logró ser profeta en su tierra, para fortuna de la afición yucateca y envidia perenne de no pocos de sus colegas.
Don Jorge Blanco es, que sepamos, el único yucateco que se ha sentado en el dugout de los Yanquis de Nueva York, junto con su colega y amigo, Jorge Carlos Menéndez Torre.
20 años después, regresó al Yanqui Stadium, a invitación del gran venezolano, Don José Machado, mejor conocido como “Juan Vené” con quien narró desde ese recinto, así como en el Shea Stadium (hoy City Field) durante todo 1981 y 1982, tras lo cual debió volver a Mérida, por los vaivenes en la divisa mexicana, tras el desastroso fin de sexenio de quien prometió “defender al peso como perro”.
Todavía, pocos años después, con apoyo del insigne mecenas y humanista, William Abraham Dáguer, “George White” regresó a transmitir algunas semanas desde diversos parques, entre ellos el de Minnessota, pero al parecer ya no en el Yanqui Stadium, a donde, empero, fue en varias ocasiones, como fan.
EL DÍA DE YUCATÁN EN EL YANQUI STADIUM.
En esa misma década de los 80´s, un íntimo colega y amigo de “George White”, Jorge Carlos Menéndez Torre, quien también era pro estadounidense y que también convirtió su nombre en George, pero con el añadido “Squeeze Play” tuvo a bien, con el gran alcalde y súper fan del béisbol, que fue Don Herbé Rodríguez Abraham, organizar una festividad en el Yanqui Stadium que hoy, 39 años después no se ha repetido.
Con sus no pocos contactos en Estados Unidos y su trayectoria periodística local, nacional e internacional, “George Squeeze Play” arregló con la directiva de los Yanquis y el apoyo del “Bebo” Rodríguez Abraham organizar el Día de Yucatán en el Yanqui Stadium.
Los señores, DOn Felipe Ceballos Fuentes, Aurelio López, Herbé Rodríguez Abraham y Jorge Carlos Menéndez Torres, la tarde del 15 de Junio de 1985 antes del inicio del partido entre los Yanquis de Nueva York y los Tigres de Detroit, en un salón del Yanqui Stadium en el marco de la celebración del Día de Yucatán en ese recinto sagrado, ya desaparecido.
Ello ocurrió en junio de 1985 en un partido entre los Yanquis, en los que aún jugaba Dave Winfield (Lou Piniella se había retirado un año antes) y ya participaba Don Matingly y los Tigres de Detroit.
El sonido del mítico estadio anunció formalmente la festividad y le dio la bienvenida a una delegación de cerca de 100 yucatecos que hicieron el viaje hasta viejo estadio (derruido en 2008), encabezados por Rodríguez Abraham, y con la compañía de Menéndez Torre y de Don Felipe “Abuelo” Ceballos Fuentes (gran publicista de los Leones).
Todos ellos se reunieron en el Club House de los Tigres con el otrora estelar pítcher de los Diablos Rojos, Aurelio López, quien meses atrás le había dado a los felinos de Michigan el título mundial lanzando un gran, decisivo último juego contra San Diego.
La rúbrica fue la publicación en la pantalla del viejo Yanqui Stadium de un saludo de la organización al entonces Gobernador de Yucatán, Don Víctor Cervera Pacheco.
EL “BOLÓN”
Tras haber sido ascendido por vez primera a las Mayores, el “Bolón” Rodríguez había enfrentado ya a varios clubes del “Gran Circo”, pero jamás lo había hecho ante el históricamente más importante: Los Yanquis.
En alguna ocasión lanzó y ganó en Nueva York, ante los Mets, de Queens, pero no quiso el destino que abordara el metro que desde el mismo estadio de los Metropolitanos lleva al Yanqui.
Empero, este año, el 6 de marzo,por fin se enfrentó a los mal llamados Mulos de Manhattan en su cuarta salida de la pretemporada, entrando en sustitución de Taj Bradley en la cuarta entrada con la pizarra 3×0 en favor de su equipo, los Rays de Tampa.
Sobre la loma del estadio George Steinbrenner Field de Tampa, Rodríguez enfrentó consecutivamente a la súperestrella Aaron Judge, a quien dominó con elevado al central, a Anthony Rizzo y a Gleyber Torres, que le batearon sencillos, y ponchó a Giancarlo Stanton y a Alex Verdugo con sendos ponches abanicando ambos.
Los Rays ganaron el partido 4×3 y Rodríguez mantuvo su efectividad en 0.00.
Apenas el miércoles, Rodríguez subió a las Mayores por segunda ocasión en este año y lo hizo ante 19 mil 246 fans en el Tropicana Field de sus Rays de Tampa “sacando la chamba” y colgando un cero en la primera comparecencia de su vida en campaña regular ante los Yanquis a quienes colgó un cero en la parte alta de la novena entrada del juego que los del Bronx ganaron 2×1 a los de casa.
En su tercer regreso a las Grandes Ligas, Rodríguez fue llamado en la novena entrada a relevar a Garret Cleavinger y no le fue bien al principio, pues recibió un hit de Gleyber Torres al segundo lanzamiento.
Torres, quien puso la pelota en el jardín central, se estacionó en la primera base, de donde esperó para ser empujado hacia las siguientes, pero el batazo no llegó, pues los dos siguientes bateadores, Anthony Volpe bateó línea al guante del parador corto, Taylor Walls y Trent Grisham bateó para doble play.
Este jueves,11 de julio, Rodríguez tuvo su segunda salida consecutiva ante los Yanquis, bajando la cortina y conjurando la amenaza que cernían sobre una cerrada ventaja de sus Rays de Tampa, que a final de cuentas vencieron 5×4 a los del Bronx, en el estadio Tropicana Field de esa ciudad floridana.
Rodríguez no tuvo una tarde fácil, en los dos únicos enemigos a los que enfrentó, pese a lo cual salió bien librado, al colgar el cero con casa llena al “bigotón” Trent Grisham, con un globo al guante del cubano Randy Arozarena.
Ahora, lo único que falta es que un pelotero yucateco lance en el Bronx, en el mero Yanqui Stadium y, al parecer, el primero que lo logrará será el “Bolón” y ello puede ocurrir este mismo mes.