Mérida.- El púgil yucateco Elías Espadas prosiguió su buen retorno en la actividad al vencer de manera inobjetable, aunque accidentada, al mexicalense Dylan Loza en el pleito estelar de la última velada de este infausto 2020 en Mérida.
Su triunfo oficialmente, eso suponemos, pues el anunciador no lo precisó, fue por decisión técnica tras un confuso episodio en el séptimo acto.
Espadas 20-4-0 14 kos fue inobjetablemente superior a Loza (15-4-1 9 kos), quien siempre buscó el combate, pero terminó siendo superado por el mejor boxeo del hombre de la Colonia Cortés Sarmiento que cosechó su triunfo 20.
En la promoción con la que Max Boxing cerró un buen y heroico 2020, en el peor año que a la gran mayoría de los que vivimos nos ha tocado experimentar, Espadas iba bien.
Para nosotros, como suponemos que para la mayoría de quienes vieron la función, iba ganando sin mayor apuro y había ya retomado plenamente el control de la pelea después de un titubeo en el cuarto y verse mal en el quinto.
GOLPE CONTROVERTIDO
Un golpe de derecha, involuntario, a su sien, mandó al mexicalense Loza a la lona lastimado, pero quejándose de un “golpe de conejo” (a la nuca), lo cual no fue cierto.
El golpe pareció ser lícito, pero el norteño, comprensiblemente, no lo soportó y cayó al tapiz, donde no recibió la cuenta y de donde solo se levantó tras unos minutos, pero sin recibir la cuenta que debió ser rigor.
En descargo del réferi, Miguel Canul, éste estaba en una posición complicada, del otro lado del impacto, por lo que no pudo apreciarlo y le restó un punto a Espadas.
No podemos y sería aventurado e injusto afirmar que Loza no quiso levantarse a propósito, y buscar la descalificación, pues para ello deberíamos estar dentro de sus zapatillas.
LA CBM OBRÓ COMO DEBIÓ SER
Afortunadamente, la Comisión de Boxeo de Mérida (CBM), que tuvo en términos generales una muy buena actuación, optó por lo que procedía: La decisión técnica.
Sin embargo, el desenlace deslució lo que había sido una buena pelea en la que nos pareció que Espadas pudo haber hecho más, o quizás dejó a su rival hacer de más.
El carismático boxeador dominó de cabo a rabo en los tres primeros episodios basado en su estilo veloz, de buen manejo de la distancia y de contragolpe oportuno y efectivo.
Incluso, en el primer round hubo un momento en el que pareció tenerlo a modo para armar una ofensiva que pudo haber terminado las cosas, pero, o no se decidió, o no se percató de ello.
Fue poco lo que Loza logró hacerle en esos nueve minutos en los que manejó el mismo ritmo y estilo de su lucida victoria de hace una semanas en Kanasín contra Darío Ferman.
Empero, para el cuarto episodio, cedió parte importante de la iniciativa al bajacaliforniano, quien si bien siempre había hecho por ir por él, también siempre había sacado la peor parte.
Espadas permanecía a esas alturas, en la distancia corta, que no le convenía, por estar al alcance de los golpes de su rival, quien de manera semilenta, pero efectiva al menos en lo que a sumar puntos se refiere, lo conectaba.
Este panorama se recrudeció en el quinto episodio,que si fue malo para él, al cederle plenamente el dominio del pleito a Loza, que pian pianito iba tirando golpes, que si bien no sacaban roncha, sí sumaban puntos.
Elías, tacaño en tirar golpes en ese quinto episodio, iba aún ganando la pelea, aunque con menor margen.
“JALÓN DE OREJAS”
Para el sexto, quizás luego de un jalón de orejas en la esquina, el recién estrenado papá (su bellísima bebé nació este año) salió y tuvo la suerte de que el rincón opuesto se “apentontó” y no le puso el protector bucal a tiempo, después del tañido de la campana.
Como pocedía, Canul le contó los 10 segundos de rigor a Loza por no abandonar el banquillo a tiempo, con lo que ello implicaba en puntos (2) (cada round premia con una unidad a quien lo gana).
Entero, Elías se sacudió la modorra y volvió a su ritmo rápido, de mayor golpeo y movilidad oportuna para atacar y para evitar el castigo, evidenciando que estaba como si nada.
El séptimo estaba resultando una calca de ese sexto episodio, solo que Loza parecía ya más vulnerable.
En una de esas, en terreno corto, Elías le soltó un derechazo, justo cuando aquél entraba, que le dio en la sien (así nos pareció), enviándolo a la lona.
Pensamos que “Mich” Canul le iba a contar, pero no fue así, y él, a diferencia nuestra, no tuvo un ángulo propicio para apreciar la acción y no validó la caída, quitándole un punto a Espadas, quien tuvo dominio en el 1:50 de acción que duró ese séptimo capítulo.
La decisión de los señores jueces fue la siguiente: Germán Cubedo (59-54), Víctor Ortiz (58-55) (59-54).
Nuestra apreciación fue 68-64, tomando en cuenta el último round y el punto descontado al yucateco por el réferi Canul, que si debió contar, a pesar de que el episodio no concluyó.
Elías ganó cinco de los siete episodios y empató uno, pero la eliminación del dígito acercó al mexicalense en la puntuación.
Su triunfo ocurrió en el mismo séptimo episodio de su éxito previo con mayor lucimiento, aunque el de hoy no le resta mérito alguno.
Los imprevistos del boxeo, que él ya conoce, propician estos desaguisados.
Viene un 2021 nada fácil para el yucateco, como tampoco lo han sido los previos de su ya cada vez más dilatada carrera.
Le deseamos mucha actividad, que es lo que más le ha faltado en su carrera y éxitos; es un tipo luchón y profesional, como muy pocos.
LAS DE ABAJO
Por su lado, Diego Andrade Jr. aprovechó el momento, el boxeo, el manejo del ring y sobre todo, impuso un ritmo de pelea muy intenso, presionando y atacando constantemente.
Al cano de ocho asaltos se llevó una victoria por decisión dividida sobre Jorge “Pilón” Lara, en contienda a ocho asaltos en peso súperpluma.
Fue una pelea muy cerrada y un gran triunfo del duranguense sobre el jalisciense.
Andrade mejoró a 12-3-2, 1 ko y Lara cayó a 29-2-2, 21 ko’s.
Fue quizás el triunfo más significativo en la carrera del norteño sobre un “Pilón” que tenía dos años y medio sin pelear, lo que al final de cuentas, le pesó.
Al final de los ocho rounds, Andrade se llevó la victoria cuando dos jueces votaron a su favor con tarjetas de 78-74 y 77-75, y el tercer juez consideró que el ganador había sido Lara con puntuacioón de 77-75.
En otro duelo, como ya informamos previamente, Fernando “Feroz” Vargas jr. debutó exitosamente ante el yucateco Pablo Rosas, al que superó fácilmente por ko a los 10 segundos del tercer episodio.
Rosas solo puso enfrente su valentía y es menester decir, o mejor dicho, reconocer, que tardó un poco más de lo que la lógica señalaba en este pleito en peso mediano.
MÁS BUENOS “TIROS”
Saúl Robles (10-1-0, 8 ko’s) y Ronaldo “Criminal” Solís (4-1-1) estaban protagonizando una pelea de dominio alterno, de constante acción.
Ambos tuvieron muy buenos momentos y se lastimaron desde el primer round, continuando en el segundo.
En el tercer round, el “Criminal” repitió combinaciones, mientras Robles atacaba con golpes de poder.
Los boxeadores se abrazaron y el réferi intervino para separarlos, sin embargo, Robles soltó una izquierda corta.
El impacto se estrelló accidentalmente en la nuca de Ronaldo Solís, quien lo sintió, puso una mano en la cabeza, se fue a la lona por el dolor, y lucía desorientado.
Los servicios médicos de la Comisión de Box de Mérida intervinieron para darle los primeros auxilios al “Criminal”, y lo sentaron en su esquina.
Le hicieron las preguntas de rigor, en el marco de la escala de Glasgow (parámetro médico para checar el estado neurológico de la persona) y le revisaron pupilas, reflejos y orientación.
Al final de cuentas, el organismo rector determinó que Ronaldo Solís no podía continuar en la contienda, y el comisionado en turno determinó que la pelea seria “No Contest”.
El anunciador no precisó el tiempo oficial, pero fue el final de las acciones, decretado por Miguel Canul llegó a los 2:54 de ese tercer capítulo.
UPPERCUT COLORADO…Y TERRORÍFICO
Por su lado, Zaíd “Colorado” Rejón se deshizo en el tercer round de Yilbraín Torres al que noqueó con un poderoso uppercut de izquierda en pleno mentón.
El “Colorado” noqueó a su oponente al 1:04 minutos del tercer round en la que fue una pelea de constante acción.
El “Chac Pool” tuvo ya al primer enemigo de su carrera que le respondió y le soportó el ritmo por un buen rato y de manera digna.
Fue, nos parece, el mejor triunfo de su aún muy corta carrera, por el nivel de su rival, y por la manera en la que lo definió.
Es ocioso, pero no está de más recordar que “Zaídcito” tiene ya amarrado con “Kola Loca”, el premio al novato del año.
Rejón (5-0-0, 5 ko’s) midió a Torres (2-3-0), quien al pretender salir de estar contra las cuerdas, fue recibido y medido con un jab de derecha, y rematado con un dibujado uppercut de izquierda que fue preciso, contundente, y definitivo.
“XOO” NUESTRA BOCA
A su vez, el sonorense Noé Robles (25-1-0, 20 ko’s) siguió su marcha triunfal a costillas del yucateco Dénovan Salazar, quien hizo la pelea de su vida, junto con aquél triunfo sobre Alberto “Veneno” López y logró llegar vivo a la decisión.
Denovan, nos calló la boca y no sólo no terminó “embrocado” sobre el tapiz, sino que soportó todo lo que le tiraron y aunque no compitió, valiente como es, fue por todo, aunque eso finalmente fue lo que recibió.
La actuación de Denovan, tipo profesional y disciplinado, tiene doble mérito por ofrecer una digna resistencia luego de un año y medio de no pelear.
Finalmente, le dieron “hasta para llevar”, pero eso sí, sin quejarse y siempre con la mejor actitud posible.
Es uno de los seis rivales a los que el sonorense no ha podido noquear en 26 pleitos.
Al final de los ocho rounds, Robles se llevó la victoria con tarjetas de 79-73 (x2) y 78-74.
Salazar se quedó con marca de 9-8-1, 2 ko’s, en duelo a ocho rounds en peso súpergallo y su panorama no luce para más allá, pero se le recordará por ser un guerrero.
QUE CUIDEN A ESA PULGA
Asimismo, el guerrerense Francisco “Pulga” Araujo (3-0-0, 3 ko’s) sacó a relucir el “sello de la casa” y lo ejecutó de manera magistral, poderosa, contundente.
Con un preciso y sólido gancho de izquierda al hígado, Araujo noqueó de manera efectiva en el primer round al debutante Alan Pat.
Platt, al sentir el impacto, de inmediato se fue a la lona, con un gesto de dolor visible y sin poder incorporarse mientras el réferi contaba los 10 segundos.
La pelea en peso minimosca duró apenas 80 segundos.
HICIERON AULLAR AL LOBO, PERO SACÓ LA CASTA
La última pelea del año en Mérida fue muy emocionante. Hafit Talavera (4-0-0) sufrió tanto, que hasta visitó la lona por primera vez en su carrera, en el primer round a manos de Hugo Salgado.
En pleito a cuatro episodios, más con “blanquillos”, que con garra, “Talaverita” se levantó y con la mitad de la pelea perdida a esas tempranas alturas (cada round concede un punto al ganador y una caída representa dos) fue por todo.
Con ganas, y buen boxeo, ante una durísima resistencia, Hafit no le sacó al parche y no solo aguantó, sino que poco a poco fue escalando la empinada cuesta hacia el triunfo.
Tras el segundo y tercer acto, Talavera logró equilibrar las cosas y, para el cuarto, ambos se dieron hasta con los esquineros del ring en un tremendo final de boxeadores que no parecen ser debutantes.
Nosotros estábamos seguros de que el resultado iba a ser un empate, pero el jurado decidió que el local ganó de manera unánime (38-37).
El veredicto, cerrado, no representa un “robo”, por lo mismo que fue muy ajustado, pero al menos a nosotros nos parece que debió ser un empate.
Ambos se merecen una cascada de aplausos, de manera especial Salgado, quien no mereció perder y que lució enormidades en la que apenas fue su primera pelea ante un novato de bastante buen nivel.
Lo mejor para el boxeo local fue ver que Talavera sí es un boxeador de verdad y que merece todo el apoyo que su familia, Max Boxing y la afición le da….(ampliación en breve).
Hola jc explicame como darias el EMPATE en la pelea de HAFIF por que a mi no me dan las matematicas …. A Menos de que hayan dado un 10- 10 en algunos de los 3 rounds restantes.
Hola, la misma nota lo dice, el último round debió ser empatado. El primero se lo llevó el muchacho debutante por dos puntos, el sgeundo y el tercero hafit y el último, fue tablas.