Mérida.- El Consejo Mundial de Boxeo (CMB) cumple este día 45 años de estar regido por el apellido Sulaimán, que desde una fecha, como la de hoy, pero de 1975 ha estado al frente del organismo.
En esos 45 años, el organismo, que nos parece es hasta ahora el más influyente (ese es el mejor término, nos parece) de los que regulan el boxeo, ha sido encabezado primero por José Sulaimán Chagnón (1975-2014).
A partir de ese mismo año, con un breve período de un mes en el que el “trono” estuvo acéfalo, el hijo de Sulaimán, Mauricio Sulaimán Saldívar, se hizo cargo del organismo.
SENDAS SIMILARES
La “lluvia” de campeonatos, de cinturones, interinos, juveniles, eméritos, tarahumaras, zapotecas.
Asimismo, mayas, lacandones, más lo que se le ocurra al organismo en el resto del día son evidencia de este afán de “campeonitis” que, vía sanciones, redunda positivamente en su economía.
Los cánones elementales han desaparecido gradualmente, desde la reducción de peleas de título mundial de 15 a 12 rounds, hasta el pesaje anticipado.
Una medida (impuesta en 1992) que beneficia a aquellos púgiles, que pudiendo dar el peso en una división, se esfuerzan para lograrlo en la inmediata inferior.
De tal manera que puedan subir a pelear un día después con un tonelaje ventajoso, por supuesto.
Injusto sería decir que todo fue malo en este lapso, pues hubo medidas indiscutiblemente acertadas, como el quitarle al réferi la responsabilidad de emitir un juicio y dirigir, simultáneamente una pelea.
Esta sí fue una buena idea y no una ocurrencia del sr. Sulaimán (quepd), quien además tuvo magníficos y humanos detalles con varios boxeadores, entre ellos muchos mexicanos.
Quizás el mejor de ellos fue lograrles una beca de la Fundación Telmex que les permite a varios de ellos, sin pensión, tener un ingreso.
Un ingreso que quizás no sea amplio, pero sí seguro, que les da cierta seguridad económica.
A 45 años de este suceso en el que Sulaimán Chagnón relevó en la Presidencia del CMB al profesor Ramón G. Velázquez en la convención de ese año en Túnez, el boxeo ha evolucionado hacia una faceta muy trivial.
Una faceta más de show, relegando, nos parece, el espíritu original de este tan apasionante deporte, en aras de mayor ingreso.
Empero, como fuera, sigue siendo el deporte mejor pagado del mundo y por el que más paga la gente para poderlo ver, aún bajo señal restringida.