Por Fernando Ballesteros, editor y Director de purobéisbol.mx.
Mazatlán.- Siempre es interesante charlar con grandes personajes del beisbol mexicano.
Ayer platicamos con Raúl Cano, uno de los siete managers que han ganado campeonatos en al menos dos diferentes décadas en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).
La charla giró en torno a Fernando Valenzuela y su primer contrato como profesional, algo publicado el martes sobre su llegada a los Tuzos de Guanajuato en 1978 a la Liga Central.
“En 1977 yo era manager de los Ángeles de Puebla en verano y fui contratado para dirigir a los Mayos ese invierno, pero antes le pedí un permiso al club para realizar un tryout a mediados de septiembre en el estadio ´Ciclón´ Echeverría, que en esa época no tenía ni nombre”, abundó Cano.
Esa temporada, fue despedido en Navojoa (Mayos), a pesar de terminar la primera vuelta en el liderato de la LMP y enseguida lo llamó Juan Manuel Ley para sustituir a Frank Robinson y terminar ganando el título para los Tomateros.
El Gerente de los Mayos, Avelino Lucero, le llevó varios prospectos locales que recién habían representado a Sonora en un Torneo Nacional en La Paz y entonces Cano encabezó el tryout en el cual sólo firmó a dos:
Uno de ellos era el cátcher, Jorge Luis Delgado, y el otro un muy joven lanzador zurdo de 16 años y 10 meses, de nombre Fernando Valenzuela Anguamea.
“Era menor de edad y su contrato para los Mayos de Navojoa lo firmaron él y su padre don Avelino Valenzuela en Etchohuaquila”, rememora Cano en entrevista con Puro Béisbol.
Valenzuela fue enviado ese invierno a la sucursal con los Cafeteros de Tepic en la Liga del Noroeste, mientras Avelino Lucero ya le enviaba reportes de Valenzuela y Delgado al Gerente de los Indios de Ciudad Juarez en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), Rogelio Treto Cisneros, quien le dijo que no le interesaban porque estaban repletos de peloteros.
Fue entonces cuando al Raúl Cano se le ocurrió hablarle al empresario Jaime Pérez Avellá, quien era entonces su jefe como dueño de los Ángeles de Puebla.
“Don Jaime no estuvo muy de acuerdo al principio y me preguntó el costo de los dos elementos; le dije que el del cátcher Humberto Delgado era por 10 mil pesos y el de Valenzuela por cinco mil, lo cual al final aceptó”, abundó en la charla el nativo de Guaymas.
NI REGALADO
#NADIELOQUERÍA…..Esos habían sido apenas los primeros rechazos hacia el rechoncho jovencito nacido en un pequeño pueblo de Navojoa, Sonora.
“Bueno, mandamos a la Liga del Noroeste a un pitcher zurdo de nombre Fernando Valenzuela y también al catcher Humberto Delgado”, le dijo Cano, a lo cual Figueroa le respondió que iría luego a Nayarit.
“A las semanas lo vi en Navojoa y le pregunté qué le habían parecido los dos jóvenes, a lo cual comentó que no le gustó el zurdo “porque no tiene velocidad”. Mi segundo reporte fue el scout de los Dodgers, Camilo “Corito” Varona, y a él si le gustó, pero no pasó de un entusiasmo personal”.
Luego, al terminar la temporada se fue a la Liga Norte de Sonora con los Algodoneros de San Luis, donde el manager era Javier ‘El Vitaminas’ Espinoza.
Fue así como Valenzuela debutó con los Mayos en la edición 1978-79 y aunque sólo tuvo una aparición, coincidió esa campaña en el mismo roster con el miembro de Cooperstown, Rickey Henderson., mientras Navojoa ganaba el primer título de su historia.
Llegó el verano de 1979 y Puebla en lugar de debutarlo en la LMB, decidió opcionar a Valenzuela a los Leones de Yucatán y así nació una estrella: Novato del Año de la LMB con record de 10-12 y 2.49 de ERA en 26 aperturas.
Para entonces, Mike Brito ya le daba seguimiento al joven de 19 años y fue quien influyó en el entonces Gerente de los Dodgers, Al Campanis, para que fueran hasta Mérida a firmar a Valenzuela.
“Mike Brito tuvo el gran acierto de convencer a Al Campanis para comprar el contrato a los Angeles de Puebla”, señala Cano al rememorar ese episodio.
Lo curioso es que Valenzuela nunca lanzó con Puebla, pero el ya fallecido Jaime Pérez Avellá lo vendió en 80 mil dólares a los Dodgers, después de haberlo comprado en cinco mil pesos (unos 200 dólares de entonces) y actualmente Vicente Pérez Avellá todavía conserva este contrato original.
Como colofón de esta historia, los mismos Piratas de Pittsburgh que rechazaron firmar a Fernando Valenzuela, hicieron lo mismo, cuando les ofrecieron sus propios scouts a Julio Urías antes que ningún otro equipo supiera del zurdo culichi. Cosas del beisbol y de la vida misma.
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