Cancún.- El Gobierno de Quintana Roo se puso esta noche el traje de umpire e “irrumpió” en el diamante del estadio “Beto Ávila” de esta ciudad para detener el partido entre los locales Tigres y los Diablos Rojos del México, justo cuando se jugaba la novena entrada, y ambos estaban empatados a dos carreras.
El partido, que se dirigía hacia los extrainnings fue detenido poco después de la media noche de este viernes 9 de julio, por orden del Gobierno de Quintana Roo, encabezado por Carlos Joaquín González,
Ambas escuadras estaban con el mismo carreraje en un partido que se había caracterizado por el buen pitcheo entre ambas novenas.
Empero, debió acabar por órdenes del Gobierno del Estado que mantiene una restricción de movilidad a partir de las 23:00 horas, pese a lo cual, permitió que se desarrollase poco más de una hora adicional.
Pasadas las cero horas y debido a esas disposiciones oficiales del Gobierno de Quintana Roo por la pandemia y tras nueve trepidantes entradas, el tercero de la serie jugado en el Estadio Beto Ávila terminó en empate.
Por primera vez en la serie fueron los Tigres quienes tomaron la ventaja de 1×0 en el inning inicial, donde Yosmany Guerra y Reynaldo Rodríguez ligaron sencillos.
Luego se movieron una base con pasedball del receptor Julián León, para que después Guerra anotara la quiniela con rola de Jovan Rosa a la intermedia.
Pero de inmediato reaccionaron los bengalíes ya que en el cierre de ese capítulo Yosmany Guerra con un batazo sólido al montículo produjo a José Manuel Orozco quien había recibido boleto gratis, para poner las cosas parejas 2×2.
Por los Tigres el juego lo inició el joven de 17 años Alexánder Armenta, en lo que fue su segunda apertura de la temporada, misma en la que caminó más tiempo en la loma, con tres innings en blanco, solo un hit, un ponche y tres bases por bolas, con 51 lanzamientos de los cuales 28 fueron strikes.