Denver – El relevista de los Cachorros Manuel Rodríguez pisó un montículo para él familiar ayer miércoles.
Hace tres semanas, había dado el golpe en el Coors Field en el Juego de Futuras Estrellas. Y allá mismo, horas atrás, registró su primer salvamento en grandes ligas en la victoria de los Cachorros 3-2 contra los Rockies.
“Batear es tan difícil, si puedes llenar la zona con ese tipo de cosas y continuar manteniendo tu aplomo y haciendo lanzamientos, eso es extremadamente valioso en nuestro juego”, dijo el mánager de los Cachorros, David Ross, sobre la entrada de cuatro bateadores de Rodríguez. “Y lo viste jugar esta noche”.
Una combinación de talento y tiempo ha enviado a Rodríguez, de 24 años, a ir a la velocidad de un cohete de Doble-A a Triple-A al programa en cuestión de meses este año.
Se unió al equipo de Grandes Ligas la semana pasada con un lote de caras nuevas a raíz de la fecha límite de registros de los Cachorros.
El de la municipalidad maya de Umán, en la suroriental provincia mexicana de Yucatán, es uno de los jóvenes y prometedores lanzadores de los Cachorros, quien forma parte de un grupo vital en la transición del club y destaca por su velocidad que llega a tres dígitos (100 millas por hora).
Empero, el mánager Ross se va con tiento, pues no está listo aún para etiquetar a Rodríguez como un futuro cerrador principal de las Mayores.
“No quiero ponerle eso a alguien; Manny” Rodríguez tiene las cosas, pero todavía necesita la experiencia de grandes ligas”, dijo realista.
En 2016, los Cachorros firmaron a Rodríguez desde la Liga Mexicana. Para la primavera de 2020, Rodríguez estaba en posición de hacerse notar en el cuerpo técnico de grandes ligas de los Cachorros, después de que el club lo colocó en el roster de 40 jugadores para protegerlo del Draft de la Regla 5.
En su tercera salida de entrenamiento de primavera el año pasado, Rodríguez se lesionó el bíceps derecho. Luego, la pandemia cerró la temporada de ligas menores.
“Todo lo que pasó me ha llevado a este punto”, dijo Rodríguez, a través del intérprete del equipo Will Nadal. “He tomado lo bueno con lo malo. Todo es una experiencia de aprendizaje, y creo que eso me ha ayudado a llegar a donde estoy ahora mismo”.
Rodríguez y el jardinero Brennen Davis representaron a los Cachorros en el Juego de Futuros el mes pasado, dos semanas después de su promoción de Doble-A Tennessee a Triple-A Iowa.
“Me dejó, egoístamente, y se fue a Triple-A”, bromeó Davis sobre el descanso del All-Star. “Pero está increíblemente más cerca. Te sientes muy seguro cuando entra en el juego”.
Durante su entrada sin anotación en el juego de futuras estrellas en el montículo, Rodríguez miró hacia arriba para ver el registro que logró de “100 mph” en la pizarra del Coors Field.
“Fue un gran momento para mí el poder mostrarle al mundo, quién soy, y lo que puedo hacer”, dijo Rodríguez. “Soy Manny Rodríguez, soy de México, estoy aquí para hacerla.
“Fue una gran experiencia. Realmente me ayudó a preparar el escenario para lo que podría suceder a continuación”, dijo el joven a unas horas de cumplir el cuarto de siglo de edad.
Un par de días antes de la fecha límite de canje, después de la séptima salida consecutiva sin anotación de “Nanny” Rodríguez en Triple-A, se enteró de que su llamado a los Cachorros, con una buena oportunidad de aterrizar en el roster, cuando se abrió un lugar.
LLANTO DE FELICIDAD
“Simplemente fui a mi habitación y no pude contener las lágrimas”, dijo “Manny” Rodríguez. “Acabo de empezar a llorar de felicidad de que realmente podría tener esa oportunidad de lograr el sueño que he estado tratando de alcanzar todo este tiempo, a lo largo de mi carrera”.
Pero la siguiente salida de Rodríguez le dijo a Ross aún más detalles respecto al material del que el lanzallamas yucateco estaba hecho.
Nuevamente entrando con los Cachorros con la pizarra empatada, Rodríguez subió al montículo en la novena entrada del juego final de la serie en Washington.
“La manera en que expresa su lenguaje corporal”, resaltó Ross sobre Rodríguez con una sonrisa, “no parece que se vaya a dejar asustar por poca cosa. Así que me quedé realmente impresionado con eso. No es cómo manejas el éxito; es la forma de manejar la adversidad”, concluyó con una sonrisa el manejador de los Cachorros.