Phoenix.- Tras su contundente derrota de esta noche, Juan Francisco “Gallo” Estrada habló sobre un combate de desquite ante Jesse “Bam-Bam” Rodríguez…un combate que no tiene razón alguna de ser.
Independientemente de que ese pleito esté firmado o no, el futuro del nuevo campeón parece separarse del del gran sonorense a quien con el nócaut que le aplicó esta noche en siete rounds puso a las puertas del retiro de una gran, histórica carrera.
En una actuación soberbia, no exenta de un destello del mexicano que lo puso momentánea, pero legítimamente en la lona, Rodríguez terminó de consolidarse como una figura de primer nivel y de tomar otra puerta que el “Gallo” atravesó años atrás: la de los mejores libra por libra.
Dueño de prácticamente toda la pelea, a excepción del sexto round en el que Estrada lo rasgó con el único espolón que parece quedarle en el boxeo, Rodríguez hizo una obra paulatina, pero segura de demolición.
Caminando hacia adelante, ganando el golpeo con su mayor velocidad de manos, que además fueron precisas, sin desperdiciar muchos envíos, el ahora nuevo campeón mundial súpermosca del CMB no dejó dudas de su superurioridad.
El principio del fin llegó en el cuarto episodio en el que haciendo retroceder al sonorense, lo conectó con un golpe corto al rostro, que instantes después lo sentó y acostó en la lona.
Evidentemente lastimado, pero no aún “listo”, Estrada se puso de pie, para sobrevivir el episodio, tras irse con las piernas flojas hacia las cuerdas, de las que salió para aguantar lo que vino.
Después de un quinto round en el que el ritmo fue similar, Estrada llegó al sexto en el que prendió al retador que se fue sentado a la lona, como un destello de lo que el pleito pudo haber sido hasta hace unos tres años.
Estrada, para nada lastimado y hasta sonriente, reconociendo la categoría del campeón volvió a lo suyo, tratando de revertir el dominio en ese sexto episodio que fue el único que el campeón pudo ganar.
Ya en el “unlucky seven”, el “chicano” golpeó dos veces en el centro del ring las zonas blandas de Estrada, la segunda en plena zona hepática, causando el derrumbe instantáneo de Estrada.
El revés marca, al menos para nosotros, no el fin definitivo, pero sí la salida de Estrada de las “grandes ligas” del boxeo en el que ha tenido una carrera de primer nivel.
El récord del sonorense quedó en 48 peleas, 44 de ellas ganadas, 28 de ellas por la vía rápida, con cuatro derrotas. La de esta noche le representó su primer fracaso por la vía del nócaut.
Rodríguez, oriundo de Texas llegó a 20 peleas, todas ellas ganadas, y el de esta noche significó el cloroformo número 13 de su ascendente y muy prometedora carrera.
La victoria le permitió, asimismo, recuperar un cetro que ya había ganado anteriormente, ante otro mexicano, el ex olímpico Carlos Cuadras, otrora víctima de Estrada.