Mérida.- Ricardo López, el mejor peso mínimo en la historia, cumple este domingo 30 años de haber escalado al trono mundial que nunca dejó, al menos no sobre el ring.
López Nava, crecido la Ciudad de México en el seno de una familia de la clase media, con principios, valores y educación, rebasó, por mucho, las altas expectativas que habían de él al inicio de su carrera.
REBASÓ LO QUE DE ÉL SE ESPRABA…Y POR MUCHO
Su mánager, Arturo “Cuyo” Hernández había advertido que iba a ser una gran joya…y sí, lo fue, pero nunca llegó a imaginarse el grado de refulgencia de ese diamante. La muerte se lo impidió.
Hernández murió el 20 de noviembre de 1990 en la Ciudad de México, 26 días después de que López se coronara campeón mundial paja del CMB batiendo por nócaut técnico a Hideyuki Ohasi en cinco rondas.
En esa coronación del día 25 de octubre de 1990, 30 años como hoy, el “Finito”, homónimo en nombre y apodo de un boxeador chiapaneco de modestos alcances de la década de los 80´s, no tuvo en su esquina al legendario y ya enfermo “Cuyo”.
Su equipo, a partir de entonces, fue encabezado por el ex retador mundial súpermosca, y discípulo del “Cuyo”, Raúl Valdez, con quien no hizo “huesos viejos”.
Poco tiempo después, pasó a formar parte de las filas del sustituto de Don Arturo, Ignacio Beristáin Rocha, a quien los buenos antecedentes con figuras como Daniel Zaragoza y Gilberto Román avalaban para tomar las riendas del “Finito”.
Fue justo en ese momento, que terminó de despegar al infinito, y más allá, la carrera del manejador veracruzano con quien Ricardo siguió y terminó su carrera.
Hoy, el campeón mundial vive tranquilo, disfrutando los réditos de su legendaria carrera que si bien no fueron abundantes, él, con su modo decoroso y prudente de vivir y su talento, ha incrementado.
Datos interesantes en la carrera de Ricardo López:
1.- Entrenó desde niño en las filas del “Cuyo” Hernández.
2.- Viajaba, siendo un adolescente, a las grandes giras de los boxeadores del “Cuyo”, incluso a países tan lejanos como Tailandia.
3.- Nació en Cuernavaca, Morelos y no en la Ciudad de México, como es comúnmente creído.
4.- Tuvo dos peleas con cuestionamientos en su carrera, la más recordada contra Rosendo Álvarez en la Plaza de Toros México, la cual terminó empatando. Hubo quienes pensaron que la perdió, pero a ciencia cierta, al menos a nuestro criterio, la ganó por escaso margen.
La otra, a los inicios de su tránsito boxístico en la Ciudad de México contra el duro y buen boxeador yucateco, Javier Alonso, quien pareció haberlo vencido no fácilmente, pero sí sin duda. Al día siguiente, los diarios capitalinos reprobaron el fallo.
Ricardo, contra lo que se recuerda, no fue campeón desde que ganó el título a Ohasi, hasta el final de su carrera.
El CMB lo desconoció luego de su pelea con Rosendo Álvarez por causas que nunca quedaron del todo precisas.
Extraoficialmente, se supo que fue por un fuerte desacuerdo particular entre ambas partes.
Siempre se habló de un eventual combate entre Ricardo y el también legendario Humberto “Chiquita” González, pero por x o y nunca se concretó.
Tiempo después en una publicación en el Diario Esto, del que era columnista, López se refirió al asunto y evidentemente molesto por habladurías que sugerían que él no había querido combatir, dijo que si González y su equipo así lo deseaban y sin dinero de por medio, se subía al ring, donde fuera, para demostrarle quien era el mejor.
Al igual que el gran Salvador Sánchez, el “Finito” sostuvo la última pelea de su carrera en el mítico Madison Square Garden…afortunadamente, él si sigue por el camino de esta vida terrenal.