Mérida.- Península Deportiva lamenta tener que informar del deceso del ex púgil y manejador campechano, Luis Enrique García, fallecido horas atrás por causas no precisadas, según informó el ex comisionado boxístico tabasqueño, Eliseo González jr.
García, originario del vecino estado, fue un contendiente a nivel nacional entre las décadas de los 70´s y hasta inicios de los 80´s e incluso llegó a disputar el campeonato nacional minimosca (título que hoy día súpera en legitimidad y real valía a más de un “campeonato mundial” de los actuales) al guanajuatense Germán Torres.
Luis Enrique García intentó ofrecer resistencia, pero terminó siendo superado y noqueado en tres asaltos en la Arena Coliseo de la Ciudad de México por el esteta celayense, usual victimario, en esa época, de otros púgiles de la región, entre ellos, “Lupe Madera”.
Su carrera fue de perfil discreto, pero tuvo grandes, enormes logros que están patentes en su récord, donde atesorará para la posteridad nombres de reales estrellas mundiales del boxeo.
Combatió en mayo de 1973 en Villahermosa con el campeón nacional mosca, Miguel Canto, quien lo noqueó técnicamente siete rounds en pleito fuera de título.
Fue una pelea de preparación para la contienda que el yucateco tendría en agosto de ese año por el campeonato mundial mosca contra Betulio González con quien perdió por decisión.
Luego, ese mismo año, peleó en Mérida contra Gustavo “Guty” Espadas, quien lo noqueó en cuatro episodios y en 1974, logró su mejor triunfo.
El tabasqueño tuvo la suerte, también de pelear en su momento en Japón, donde ofreció férrea resistencia, pero cayó por decisión ante Kazumaza Tamaki.
Fue, por cierto, la pelea semifinal de la velada en la que Gustavo “Guty” Espadas retuvo el cetro mundial mosca de la AMB ante Kimio Furezawa.
Pocos lo saben, o recuerdan, pero fue campeón esatal de peso gallo, a pesar de no ser yucateco de origen (en ese trono hasta cubanos se sentaron).
Se subió a ese sillón campeonil al vencer por nócaut en cinco rondas al igualmente bien recordado Rufino Gallegos, en la Plaza de Toros Mérida.
En los últimos años se había desempeñado como manejador y tuvo, incluso, la oportunidad de regresar a Japón, para conducir al kinchileño Luis “Duro” May en uno de sus dos combates en esa nación.
El ahora occiso ex deportista tenía 70 años al fallecer y se sabía que tenía añejos problemas de salud, aunque no se sabe si estos incidieron en su deceso. Que Descanse en Paz.