Las Vegas.- Manny Pacquiao no es de aquellos boxeadores de desplantes y de shows: él habla con los guantes y sobre el ring.
Así parece ser su adversario de este sábado en el MGM Grand Hotel de Las Vegas, Yordenis Ugás, quien lo respetó, pero no le mostró miedo, ni al filipino, ni a la pelea más importante de su carrera.
Ambos mantuvieron la calma a la hora del pesaje, uno inusual, sin una multitud vitoreándolos, pero con miles de millones pendientes de la pelea en la que el más venerado y respetado boxeador del Siglo XXI sigue acercándose a la puerta del adiós de la fistiana.
Ugás, empero, si intentó ponerle un poco de acción a la tarde al afirmar: “Le tengo mucho respeto, pero se acabará mañana”. Sin embargo, no recibió respuesta por parte de su rival que parece decidido a hablar en el cuadrilátero.
El filipino de 42 años registró en la balanza 146 libras (66.200 kilogramos) y con 62 victorias, siete derrotas y dos empates, se prepara para volver a tener un desafío importante en su extensa trayectoria, al mismo tiempo que se prepara para las elecciones presidenciales de su país en 2022.
El latinoamericano, que marcó 147 libras (66.670kg), acumula 30 combates profesionales, de los cuales ganó 26 (12 de ellos por la vía rápida) y cuatro caídas. A su vez, nunca perdió por nocaut. Pese a eso, en las apuestas, está casi 4 a 1 en contra e irá por el batacazo.
Para llegar a este pleito Manny Pacquiao ha superado muchas cosas. Primero la pandemia, la cual vivió en primera persona ayudando desde su escño senatorial en Filipinas.
Esa responsabilidad le impidió volver antes, lo que provocó que la AMB le quitase el cetro mundial del peso wélter que ostentaba (y de cada vez menor valía y legitimidad).
Cuando anunció su pleito contra Spence, pidió que le sea devuelto,… pero no lo hicieron. Eso encendió al filipino, pero el premio de pelar contra Errol era mayor. Con la baja del esyadpunidense (el combate casi se suspende antes por una denuncia de Paradigm Sports, El destino quiso que fuese Ugas, el campeón en el despacho, el que se cruzase con él.
De hecho, Ugas le hizo esperar para el careo y lejos de impacientarse sonrió aún más para los medios gráficos. El cubano, por su parte, fue el que puso algo de picante al asunto.
El “Pac Man” fue correcto con el micrófono y no se salió del guión previsto. No hubo sobresaltos en el asalto cero, los doce de este sábado prometen estar mucho más emocionantes.