Publicado en Récord por Ignacio Suárez
Ciudad de México.- Fue el verdugo del acérrimo rival, le marcó dos goles y como si fuera poco, a manera de homenaje, replicó dos festejos de un ícono del americanismo: Cuauhtémoc Blanco. Quién lo hubiera dicho, la historia bien pudo ser totalmente distinta.
Esta crónica de la vida de Henry comienza en Yucatán, su amor al futbol lo lleva en la sangre. Su padre, de nombre Daniel, es un ingeniero civil, muy reconocido y querido en la ciudad de Mérida, casado con Guadalupe Mex, con quien procreó cuatro hijos:
EL DUEÑO DEL BALON
Jamás probó una gota de alcohol y por ello, siempre fue un convencido de que el deporte sería el mejor camino para alejar a sus hijos de esas tentaciones.
Muchos chicos del barrio, donde ellos vivían, habían caído en esos flaegelos, por eso con el apoyo de su hermano fundó su equipo hace 41 años.
“El Soccer” era y es un equipo de familia; Don Daniel jugaba de central, su hijo del mismo nombre, que no jugaba nada mal, era contención, y en la delantera una dupla de hermanos que se cansaron de hacer goles: Freddy y Henry.
Su talento no pasó desapercibido, el primero a quien llamaron a probarse en los Venados de Yucatán de la liga de ascenso fue a Freddy (tres años mayor que Henry).
Sin embargo, Don Daniel no le dio permiso ni siquiera de hacerlo, el futbol era una diversión, los estudios una obligación y Freddy estaba estudiando la carrera de Contador Público en la Universidad.
Año y medio más tarde, Daniel Rosello, un uruguayo que trabajaba como Secretario Técnico de Ricardo Valiño, entrenador de los Venados de la Liga de Ascenso, quedó maravillado con el potencial de Henry.
“Vi un jugador en la liga estatal que no se cansa de meter goles, es un toro lo tienes que ver”, le habría dicho al timonel argentino.
Los Venados ya había acabado el torneo y el plantel estaba trabajando en su última semana antes de salir de vacaciones. “El jueves hice interescuadras, ahí lo pusimos.
Con los suplentes fue un desastre, ni tocó un balón. Lo pase entonces con los titulares y nadie lo podía parar. Me convenció, le dije a Rosello que lo citáramos de nuevo al regresar de vacaciones”, recuerda Valiño.
A ESCONDIDAS
Sin embargo, había un problema enorme por resolver, ¡el permiso del padre! ¿Cómo convencer de que a Henry lo dejara probar suerte en el futbol profesional, cuando a Freddy no se lo permitió?.
Así que a escondidas y faltando mucho a la universidad, donde ya cursaba el quinto semestre de la carrera de Ingeniería Civil, Henry se presentaba a entrenar con Venados por las mañanas.
Pero eso sí, los sábados no se presentaría a los entrenamientos pues tenía que jugar con el equipo de su padre o descubrirían la mentira.
Era 2013 y los Venados de Yucatán buscaban ascender, y había contratado a dos delanteros argentinos importantes, uno de ellos Daniel Néculman, que venía del Olmedo de Ecuador donde era uno de los líderes de goleo.
El otro Eial Strahman, aquel que en el 2013 fue sensación con los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, donde anotó 12 goles en 16 juegos, uno de ellos de impresionante chilena.
Si quería llegar, Henry tendría que ser mejor que ellos, meterle ganas, sorprender y superarlos para salir de la banca y dejársela a ellos.
Por si eso fuera poco, eran momentos de incertidumbre para Henry, a los 20 años, a mitad de la carrera, también venía un hijo en camino.
Jimena, su novia de siempre, que estudiaba la Escuela Normal, estaba ya embarazada del que sería el primer retoño de esa linda pareja.
¿Qué hacer para mantenerla? ¿Cómo cumplir con sus sueños sin rehuir a la responsabilidad de la paternidad?
Henry sentía que le costaba trabajo, estaba en desventaja, pensó incluso claudicar, pero Valiño veía otras cosas en él, estaba seguro de que era cuestión de tiempo y oportunidades; Henry, llegaría.
Llegó la hora de registrarlo ante la FMF, y para ello habría que terminar con las mentiras y el jugar a las escondidas. Tenían que ir a hablar con la verdad con el Ingeniero Daniel Martín.
El técnico Valiño fue y le juró y perjuró que le daría todas las facilidades de que Henry seguiría estudiando y solo así aceptó darle permiso.
DEBUT CON GOLES
En la fecha 1 del Torneo de Copa y los Venados tuvieron que enfrentar al Atlante de La Volpe, y ahí Valiño decidió apostar por un jovencito yucateco de 20 años.
Su marcador sería “El Pampa” Romero. Era tiempo de saber de qué estaba hecho Henry Martín, quien NO se asustó, y por el contrario, fue una pesadilla.
Marcó dos goles en un debut soñado. Los delanteros argentinos que llegaron como grandes refuerzos a los cornúpetas ya no jugaron más.
Fue una gran temporada para Henry Martín, que, sin pasar por ningún proceso formativo de Fuerzas Básicas, en su temporada de debut se convirtió en titular y en el goleador del equipo.
Pero ese éxito llenó de remordimiento a Don Daniel. “Henry está triunfando y yo le negué esa posibilidad a su hermano Freddy” era una idea que taladraba su cabeza.
Así que decidió hablar con Valiño para pedirle la oportunidad de que Freddy se probara también. El problema era que Freddy ya había acabado la universidad y ya tenía un empleo formal.
Sin embargo, cuando le hablaron de la posibilidad éste la aceptó sin pensarlo, y lo que son las cosas, le tocó debutar contra Atlante también y al igual que Henry una temporada atrás, debutó con un gol.
Quién lo hubiera imaginado; la temible delantera del equipo ‘Soccer’ de la liga estatal de Yucatán, lo era ahora en el profesionalismo con los Venados.
HANK GANÓ LA BATALLA
Su accionar no pasó desapercibido. Rafa Puente Jr., que era dirigente de las Chivas Rayadas del Guadalajara preguntó por él, Heriberto Ramón Morales, que estaba en el Atlas, también le dio seguimiento.
Sin embargo, hubo alguien más astuto que les comió el mandado. En el draft, Jorge Hank ofreció 500 mil dólares por el 50 por ciento de su carta con opción a compra.
La oferta fue irresistible por un jugador que era prácticamente amateur, con un solo año en la división de ascenso, pero que ya brillaba más allá de ese circuito.
Henry siempre había vivido en casa de sus padres. Ahora estaba a punto de ser padre y tenía que mudarse hasta el otro extremo del país, de Mérida hasta Tijuana.
El cambio era radical, de vivir en la ciudad más segura de México, a una muy peligrosa con el estigma del narcotráfico y la violencia extrema.
La adaptación para Jimena, su esposa, y su recién nacida, fue muy complicada al inicio. Había que ganarse un lugar y ahí la competencia sería de terror.
Estaban, entre otros jugadores, Pipa Benedetto, Alfredo ‘Chango’ Moreno y Dayro Moreno, pero no le pesó psicológicamente, sino que le motivó.
Una pieza fundamental para su adaptación e integración al grupo fue el venezolano Juan Arango, que lo adoptó como uno de los suyos, lo arropó y aconsejó.
El técnico era otro venezolano, César Farías fue quien lo debutó y le dio sus primeras oportunidades en el máximo circuito balompédico de México.
Llegó luego Rubén Omar Romano, quien continuó con su formación y sus primeros partidos como titular. Luego, Miguel Herrera, que buscó consolidarlo y aunque no era un indiscutible sus apariciones como titular eran constantes.
ALMEYDA LO BUSCA
Desde entonces Matías Almeyda lo venía siguiendo y le llenaba el ojo, quería a Henry Martín para las Chivas y así se lo hizo saber a José Luis Higuera, quien preguntó por él a Jorge Hank.
La cifra por el pase de Henry Martín superaba, en ese momento, los dos millones de dólares, pero estaban cerca de ese tope económico.
En eso estaban cuando en marzo de 2016 en el partido de los Cuartos de Final del Torneo de Copa ante el Necaxa, Henry Martín se tronó los ligamentos cruzados.
Así, el yucateco estaría ocho meses fuera y también se cayó su llegada a los tapatíos que era inminente, pero fue un suceso que resultó providencial para él.
Faltándole solo dos meses más para regresar a las canchas, “El Pelado” Almeyda le vuelve a insistir a Higuera: ¡Quiero a Henry Martín!.
Para ello, Miguel Herrera había dejado los Xolos para regresar al América. La directiva rojiblanca reanuda las negociaciones con el equipo de Hank, no hay préstamo con opción como pretendían.
Se trataba de una compra directa o nada. Así, empezó el estira y afloja y la cifra superó los 2.5 millones de dólares, ya están muy cerca.
Sin embargo, “El Piojo” Herrera habla con la gente de los Xolos, quiere llevarse todo un paquete: Emanuel Aguilera, Joe Corona y Henry Martín, ofrecen a Pablo Aguilar a cambio y dinero.
El problema es que el yucateco tiene que ser vendido y ya hay una oferta de las Chivas. Los de Chapultepec la suben, y casi alcanzan los tres millones de verdes.
Sin embargo, Hank ha dado su palabra antes a Higuera, y si las Chivas iguala la oferta, Henry Martín será del equipo de Vergara y no del de Azcárraga.
Al enterarse, Matías Almeyda hace un último intento, decide hablar con Henry para convencerlo: “Con las Chivas tendrás la oportunidad de consolidarte. No competirás contra delanteros extranjeros”. Pero no era decisión del jugador, es cuestión de dinero.
HENRY NO, CISNEROS SI
Cuando le informan a Higuera que tiene que igualar la oferta de América para quedarse con Henry, el dirigente tapatío es rotundo; NO estaba dispuesto a pagar tres millones de dólares por Henry.
¡Ni que estuviera loco! Les habría dicho el dirigente, “que el América les pague eso” y da por cerrada la negociación ante la molestia del técnico argentino de las Chivas.