Tokio.- El campeón mundial indiscutido de los súpergallos, Naoya Inoue, hizo buenos los pronósticos y derrotó por nocaut efectivo en el cuarto round a su retador sustituto, Ye-Joon Kim, para afianzarse en las preferencias de los fans mundial al boxeo.
El triunfo permitió al nipón dejar la mesa servida para un regreso a cuadriláteros de Estados Unidos.
Inoue (29-0, 26 KOs), ya de 31 años, hizo honor a su apodo de “El Monstruo”, y socavó a su bravo rival coreano con una derecha contundente, para acabarlo y defender sus cuatro coronas mundiales frente a sus fanáticos locales en el Ariake Arena en esta capital de Japón.
Valiente, Kim retó a Inoue en el cuarto asalto, y halló la respuesta instantes después al caer a la lona por el derechazo a la sien, para ya no poderse reincorporar dentro de los 10 segundos de rigor.
El monarca indiscutido de las 122 libras del CMB, la AMB, la FIB y la OMB tuvo una pelea para moverse, no precisamente un día de campo, pero sin mayores problemas.
“En general, creo que fue un buen combate, pero no tuve tiempo suficiente para estudiar a mi oponente, así que me tomé un tiempo para ver qué venía de él”.
El japonés puede ahora concentrarse en una pelea más importante para finales de este año en la que enfrentaría al mexicano Alan Picasso (31-0-1, 16 KOs), el retador número uno del CMB, en Las Vegas.
Otra pelea de la que se habla mucho para Inoue, de 1.65 metros (5-5 pies) de altura, es contra Junto Nakatani (29-0, 22 KOs), su compatriota que entrena en Los Ángeles y es el campeón mundial de peso gallo del CMB.
Kim (21-3-2, 13 KOs), de Corea del Sur, peleó por vez primera por un título mundial, con apenas dos semanas de anticipación después de reemplazar al australiano Sam Goodman.
Goodman se retiró lesionado de una pelea programada contra Inoue en la víspera de Navidad.
Esta noche, Kim salió para el primer round en posición de zurdo y con una estrategia defensiva, y se encontró bajo más presión en el segundo episodio.
Los golpes de Inoue dejaron el ojo derecho de Kim hinchado en el tercer round, pero el retador soltó sus manos en el cuarto round, lo que provocó una respuesta feroz de Inoue, quien armó una ráfaga de golpes antes de derribar a Kim con un derechazo para terminar la pelea.
La derrota significó el primer nócaut para el coreano, quien hasta antes de esta noche no había conocido lo que es perder antes del límite.