Las Vegas.- Tyson Fury, el “Rey de los Gitanos”, el mismo que dijo que se preparó para enfrentar a Deontay Wilder masturbándose siete veces al día y que se quedó cerca de dar la sorpresa en 2018, hizo esta noche buenos los pronósticos de más de uno, al vencer, quitarle el invicto y destronar como campeón mundial completo del CMB al estadounidense al noquearlo aquí en siete rounds en la mejor exhibición de su carrera.
Fury, quien con plena seguridad de su triunfo ingresó a la arena sentado en un trono y con la capa de rey mientras era cargado en una plataforma por sus “vasallos”, llevó con este triunfo la porción faltante del campeonato mundial completo a Inglaterra.
Ya desde diciembre pasado, Anthony Joshua había recuperado para la gran isla las versiones de la AMB, FIB y OMB al vencer al estadouniense Andy Ruiz.
Fury no sorprendió propiamente con su victoria, pero sí por su dominio de principio a fin en el que ganó todos los rounds y derribó en múltiples ocasiones al de Tooscalosa Alabama, aunque solo en dos veces de forma oficial.
Luego de hacer besar la lona a Wilder, el “Rey Gitano” se convirtió en amo de las acciones al grade de retratar en el rostro del aún campeón una mueca de temor que ya no podría qutarse en el resto del combate.
La magnífica preparación e negableente los 20 kilos de ventaja en el pesaje de ayer (que seguramente aumentaron en las más de 24 horas previas) fueron deccisivas en el resultado y en el daño causado al campeón que sangró profusamente de la oreja izquierda, sin saberse si era por una lesión en ese pabellón, en el oído, o aún peor, en el cráneo.
Los 20 kilos adicionales de peso no impidieron al británico sus veloces acometidas a veces atropelladas, pero suficientemente dañinas pars socavar la resistencia del hasta esta noche invicto.
Con menos experiencia, pero suficiente oficio, Fury se recargó en innumerables ocasiones sobre el cuerpo de Wilder, cansándolo aún más y poniendo la mesa para rematarlo.
Fury mandó a la lona al estadounidense en par de ocasiones: una en el tercero y otra en el quinto, y estaba a punto de conseguirlo una vez más, pero la esquina de Wilder tiró la toalla.
Y si bien la tela no es ya argumento legal para suspender las accciones, el manifiesto dominio del ahora campeón obligó al réferi Kenny Bayless a decretar el final del combate a los 1:39 minutos de ese séptimo round.
“The Bronze Bomber” desorientado, sin fuerzas, ni alma para seguir en la pelea, no fue consciente inmediatamente de la detención, pero la aceptó. Fue una tremenda paliza.
En el primer combate de diciembre de 2018, Wilder y Fury empataron después de 12 intensos rounds de acción que fue mas equilibrada que la de esta noche.
Wilder falló en la décimo primera defensa de la corona pesada del CMB, dejando su palmarés 42-1-1, con 41 nocauts.
Fury, a su vez, es el nuevo campeón del CMB y elevó su récord a 30-0-1, con 21 nócauts.
Obligatorio parece su pleito con su compatriota Joshua, con garantía de un lleno hasta las lámparas, donde tenga lugar, así sea en el mítico estadio de Wembley.
Wilder tiene 30 días para activar la cláusula de revancha si quiere que sea una trilogía aunque no hay garantía de que lo haga después de esta paliza.