San Antonio.- Sin hacer la mejor de sus peleas y complicándose la existencia más de lo necesario, el mexicano Rey Vargas ascendió esta noche al campeonato mundial de los plumas del CMB al vencer en cerrada decisión al filipino Mark Magsayo en la pelea estrella de la velada presentada por Tom Brown.
Vargas, de la Ciudad de México llegó al final de la pelea sin certeza plena de que había merecido la victoria, sobre todo tras caer en el noveno asalto, cuando ya había aflojado su tren de pelea que pareció darle, sin gran lucimiento, la ventaja en la primera mitad de la pelea.
El mexicano, quien había reinado entre los súpergallos, y que por su kilométrica estatura parecía tener los recursos técnicos y la táctica (en su esquina tuvo a Ignacio Beristáin) se metió en problemas innecesarios al no aprovechar su alcance y dar pie a constantes “clinches” que beneficiaban al campeón, quien salió como favorito para vencerlo.
La victoria permitió a Vargas unir su nombre a la lista de campeones mundiales de México, encabezados por el absoluto súpermediano, Saúl “Canelo” Álvarez, el más reciente, Daniel Valladares, Leo Santa Cruz, Emanuel Navarrete, Juan Francisco “Gallo” Estrada y Julio César “Rey” Martínez.
El mexicano trató, pero no de manera muy lucida y tampoco efectiva, aunque sí lo suficiente, de imponer sus condiciones sobre el hasta entonces invicto asiático, que desaprovechó las veces que el americano cayó en la distancia que a él le convenía.
Algo fuera de distancia, Vargas cayó de manera repetida en el terreno que no le convenía, tras fallar muchos envíos y quedar a merced del campeón que no aprovechó estos fallos.
Esa imprecisión en su golpeo y avances, propició, aparentemente por un cabezazo, una herida en el rabillo de la ceja izquierda del retador, que no pasó a mayores por la zona en la que estaba, por la falta de castigo del campeón y por el buen trabajo que en ella realizó el máster, Ignacio Beristáin Rocha.
Vargas llevaba la pelea , quizás con una mínima ventaja, después de la primera mitad, cuando el filipino comenzó a golpearlo más frecuentemente, hasta que en el noveno lo puso en la lona, por una circunstancia de la pelea, más que por lastimarlo.
El monarca no aprovechó, en buena parte porque el mexicano no estaba lastimado y no se dejó avasallar, impidiendo que la pelea tomase un ritmo y un rumbo a favor de Magsayo.
Poniéndole ganas, de forma por ortodoxa, el mexicano echó el resto, al igual que el filipino, para llegar parejos, sin una ventaja clara, para uno u otro, al final del pleito.
Finalmente, el anunciador dio a conocer a los aficionados dos tarjetas favorables de 115-112, para el retador y una más en favor del monarca, de 114-113.
Al final, el ahora titular de los plumas mejoró su marca a 36-0 con 22 nocauts, mientras que Magsayo se quedó con un récord de 24-1 (16 KOs).