Mérida.- El legendario (en la historia de los Leones de Yucatán), Pedro Bazán sufrió un severo trance de salud que lo envió al hospital víctima de un súbito mal neurológico que puso en peligro su integridad, y del cual ha salido, de momento, avante.
El también icónico narrador radiofónico, sr. Luis Cardeña Herrera informó que Bazán sufrió, al parecer, un accidente cerebrovascular (embolia), o algo parecido, que lo envió al hospital en su natal Estados Unidos.
Bazán, oriundo de Texas, pero de sangre mexicana, se ganó la admiración y el cariño perpetuos de la afición yucateca por su efectiva, pero sobre todo valerosa y aguerrida participación con los Leones de Yucatán en la primera mitad de los 80´s.
El receptor melenudo, de 1983 a 1986, fue siempre un férreo defensor del pentágono del Kukulcán y de los otros parques en los que los Leones jugaron, pero es recordado sobremanera por aquella épica intervención en la postemporada de 1984 en la que con su decisiva ayuda, los Leones alcanzaron su segunda corona de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
En la serie por la corona del sur, tras eliminar a los Diablos Rojos, jugando en el añoradísimo parque del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Bazán le echó “huevos” a la defensa del pentágono melenudo, poniéndose en el camino del entonces ascendente, pero ya estelar tigre, Matías Carrillo.
Carrillo, quien pasó por tercera base como ferrocarril, para anotar, chocó en home plate con el “máscara” melenudo, quien se interpuso en su camino para que no anotara.
Como resultado de ello, Bazán sufrió una tremenda lesión en un tobillo que le impedía caminar apropiadamente a cualquier persona…pero él no era un cualquiera y ese día no lo demostró, sino que lo confirmó.
Bazán le pidió al mánager Carlos Paz González jugar y para ello requirió ser infiltrado, para que el dolor disminuyera y poder seguir aportando a la causa yucateca.
Pedro Bazán dejó al equipo tras la campaña de 1986 y aunque jugó después con los Saraperos de Saltillo, ha sido siempre recordado con cariño en Yucatán.
Desde la redacción de Península Deportiva, nos da enorme guato saber que Pedro Bazán esté recuperándose y Dios quiera que lo volvamos a ver algún día en el Kukulcán.