Un legado musical más allá de los escenarios
Mérida.- Al cumplir con el obligado viaje al más allá, Doña Francisca Viveros Barradas dejó un real legado musical, muy controvertido por cierto, bajo su faceta de “Paquita la del Barrio”, pero también muchas, muchas anécdotas.
Una, o mejor dicho, cientos de ellas tuvieron sede y eco en el parque Kukulcán..
Su estilo irreverente, cargado de letras mordaces, marcó la cultura popular y, de manera inesperada, también impactó el mundo del béisbol en México y en Yucatán.
Uno de los escenarios en los que su voz resonó con fuerza fue el Parque Kukulcán, hogar de los Leones de Yucatán, donde una de sus canciones se convirtió en símbolo de burla y celebración.
“Tres veces te engañé”: La canción de “Paquita la del Barrio” que ponchaba rivales
En los primeros años del siglo XXI, la directiva de los Leones, encabezada por el empresario Gustavo Ricalde Durán, decidió incorporar estrategias innovadoras de mercadotecnia en el béisbol.
Siguiendo el trabajo previo del Ing. Jorge Carlos Menéndez Torre, esa directiva encontró en la canción Tres veces te engañé la manera perfecta de humillar deportivamente a los jugadores rivales.
Cada vez que un bateador contrincante sufría un “chocolate” (ponche), los altavoces del estadio retumbaban con la letra de la canción:
“Tres veces te engañé, tres veces te engañé, tres veces te engañé; la primera por coraje, la segunda por capricho y la tercera por placer.”
Esta tradición pronto se convirtió en una marca registrada del equipo yucateco.
Era un gesto que celebraba el dominio de los lanzadores melenudos sobre sus oponentes y que a la vez servía de burla hiriente para los derrotados.
Jugadores molestos con la “sentencia musical” de “Paquita la del Barrio”
El impacto de esta estrategia no fue bien recibido por todos.
Jugadores como el ex manager de los Leones y defensor de los Tigres de la capital, Matías Carrillo y el aporreador de los Sultanes de Monterrey, Luis Carlos García, expresaron, en alguna ocasión, su desagrado por lo que consideraban una provocación innecesaria.
Pese a las quejas, la tradición perduró durante varios años, hasta que su repetición y el cambio de directiva llevaron a su desaparición gradual.
El giro cultural en la Liga Mexicana de Béisbol
La desaparición de esta práctica también coincidió con un cambio significativo en la cultura del béisbol mexicano.
Con el auge de tonterías como el woke y el progress, la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) implementó de manera ridícula normativas “políticamente correctas”, pero disparatadamente inaceptables.
La influencia de esta ideología llevó a que equipos como los Leones adoptaran posturas “inclusivas”, llegando a organizar eventos con “transformers” lanzando la primera bola.
Un cambio que muchos ven como parte de la imposición cultural moderna, alejando al béisbol de sus tradiciones más auténticas y pintorescas.
“Paquita la del Barrio” y el fin de una era irreverente
El tiempo ha cambiado la forma en que se vive y se disfruta el béisbol, pero la historia de Paquita la del Barrio en el Parque Kukulcán sigue siendo un recordatorio de una época irreverente y colorida.
Su legado, aunque ya no suene en los altavoces, permanece en la memoria de los aficionados que vivieron la era de los “chocolates musicalizados”.
Que descanse en paz, Paquita la del Barrio.