Arizona.- El brasileño Robson Conceicao derrotó esta noche de manera inobjetable al mexicano Óscar Valdez por decisión en una buena pelea de estilo técnico en la que el amazónico hizo valer su estilo con sobrada clase y elusivo, pero no le bastó par ser reconocido como el nuevo campeón mundial súperpluma del CMB, cuyo trono aún es ocupado por el sonorense.
El resultado implica una nueva afrenta a la ya muy maltrecha credibilidad del boxeo, pues, sin duda alguna, Conceicao fue mejor de manera nítida, clara, sin apabullar al mexicano, pero sí dándole una clase de fistiana, pese a ser el aún campeón un boxeador con sobrados recursos técnicos.
Empero, Robson Conceicao impuso su estilo de pelea, superando a él al voluntarioso, pero poco eficaz Valdez que se llevó una tonelada y media de cuero, gracias al preciso y magnífico jab y recto del campeón olímpico de Río de Janeiro 2016.
Incluso, la gente presente en la arena abucheó el veredicto que a punto estuvo de causar una pelea sobre el ring entre los equipos de ambos boxeadores, luego de que Conceicao, malamente y con nulo tacto, celebró anticipadamente su triunfo de manera muy estruendosa y en la cara del campeón, que no cayó en el garlito y mostró su clase como persona.
Los jueces dieron de manera unánime tarjetas de 117-110, 115-112 y 115-112, todas en favor del nacido en Nogales y quien sufrió una de las noches más complicadas de su carrera, pero de la que salió bien librado.
El réferi, por cierto, le quitó un punto al brasileño en el noveno round por golpes leves, virtualmente marcados, en la nuca del mexicano en una decisión que pareció algo rigorista.
Www.peninsuladeportiva.com la vio 115-112 en favor del derrotado, con el punto ya deducido.
La pelea tuvo un dominio alterno hasta sus mediados, cuando el retador metió totalmente en su estilo al mexicano, quien con golpes en forma de gancho, muchos de los cuales dieron al cuerpo, trató de reducir distancias.
Óscar tiró a matar, pero nunca pudo conectar bien al brasileño, quien son movimientos magistrales e interponiendo siempre la distancia y aprovechándola para atacar y defenderse, con su maravilloso jab, mereció el triunfo y la corona mundial.
Mala, complicada noche para el sonorense, quien si bien retuvo su cetro, no podrá quitar de la memoria colectiva este oprobioso veredicto, del cual no es responsable.