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Mérida.- El púgil sonorense Daniel “Caballo” Lugo ganó sin problemas, en una pelea de un solo lado, al capitalino Luis Guzmán Cárdenas en el pleito estelar de la primera velada de 2021 en la Península de Yucatán, promovida por Max Boxing.
Una clarísima decisión, no de calle, sino de avenida en 10 rounds le dio la victoria al norteño que por enfermedad (COVID-19) de su oponente original Diego “Cuchis” Andrade, enfrentó al capitlaino.
Y si bien la pelea pareció y fue de un solo lado, es justo decir, o mejor dicho, explicar, que no fue un duelo aburrido, y mucho menos una masacre.
Guzmán Cárdenas (no confundir con el “Kiko” Guzmán tabasqueño) vino con un aviso de menos de 24 horas para llegar a Mérida, pesarse y pelear y vaya que peleó, aguantó y por muy breves momentos compitió.
Superado en todo momento por un rival que estaba programado para combatir este día, Guzmán dio pelea, respondió siempre, y siempre evidenció que lo que le sobraba era profesionalismo y pantalones.
Después de tres o cuatro rounds en los que fue superado clara, y por momentos contundentemente, a Guzmán pudo haberle quedado la opción de ir a besar la lona.
Nadie le habría reclamado nada, sobre todo por la circunstancia tan apremiante en la que se presentó a pelear, pero no, prefirió pelear.
Así, con una laceración sobre la nariz, golpeado por todo el cuerpo, pero sin rehuir las acciones y respondiendo en la medida de sus posibilidades, Cárdenas se robó la cámara en esta pelea en la que el equino sonorense no pudo acabarlo.
Quién sabe cómo le habría ido al “cuadrúpedo” con el “Cuchis” Andrade.
El capitalino, que siempre recibió más metralla de la que tiró, recibió la autorización de su esquina para seguir peleando y pese a ser siempre superado, no dio pie al réferi Miguel Canul para que le detuviese la reyerta.
Perdiendo, tuvo una victoria simbólica al cabo de los 10 episodios en los que los señores jueces votaron así:
Germán Cubedo 99-91, Ariel Ruiz 100-90 y Ruy Canul 99-91.
El claro, por momentos abrumador dominio del vencedor, dejó en evidencia nuevamente la calidad de los títulos que desde años atrás son ofrecidos al por mayor y aceptados, a veces por inocencia, o por compromiso de la empresa promotora con el organismo beneficiado.
En esta ocasión estuvo en juego un título internacional del CMB (Fecarbox) organismo del que nunca se han conocido sus clasificaciones y que tendría que haber retirado, por dignidad, por imagen, su reconocimiento tras el cambio de uno de los contendientes.
El nuevo titular obtuvo el campeonato ante un rival que si bien hizo un papel digno no tendría porqué haber sido autorizado para disputar dicho título.
Al final, la pelea habría tenido el mismo brillo o claroscuros con, o sin un título de dudosa legitimidad y habría resultado menos onerosa para la promoción.
Lugo mejoró a 23-1-0, 16 ko’s) y Guzmán cayó a 9-15-0, 2 ko’s).
En la semifinal, en gran duelo, el sonorense Omar Salcido, ahora 12-0-0, 8 ko’s y el jalisciense Jesús “Panther” Acosta (15-1-1, 10 ko’s ofrecieron una gran pelea a ocho asaltos en peso súperligero.
Ambos se dieron con todo y en un carrousel de caídas, Salcido, tipo fuerte y, además, con bastante poder, terminó ganando clara, pero no fácilmente una muy buena pelea.
Salcido cayó en una ocasión víctima de un ganchito de izquierda que le entró claro a la quijada, aunque se levantó sin mostrar mayores daños.
Repuesto, siguió en la brega, hasta devolverle la “cortesía” al de Jalisco, quien hacia el final del duelo volvió a caer, para terminar perdiendo la pelea por decisión unánime.
“EL PROFESORCITO” PASÓ LA PRUEBA
Néstor “El Profesorcito” López siguió con su buen paso por el profesionalismo y en la mejor actuación de su aún corta carrera ganó una clara, aunque nada fácil y tampoco amplia pelea sobre el colmilludo veracruzano Marco Antonio “Chino” Chablé.
En duelo a seis rounds, López, ahora 11-0-0 6 kos ofreció un concierto de aspectos que ya son cada vez más un “rara avis” (raros) en esta época de “tirapiedras”.
Como si tuviera ojos en la espalda, el hijo del “Chino” caminó a la reversa, a los lados, sin trompicarse, sin cruzar los pies y siempre sabiendo qué tan cerca o lejos estaban las cuerdas o los esquineros del ring.
Así dominó buena parte del pleito al veracruzano que por momentos se exasperó y le exigió que se parase a pelear ante su impotencia y escasez de recursos por alcanzarlo.
“Lopitos”, entendedor de que esto se llama boxeo y no “nos madreamos a la salida de la escuela”, lo tiró a loco e impuso su ritmo haciendo algo elemental en la defensa.
Y eso elemental es tirar golpes cuando retrocedes, para evitar que un impacto contrario, con la inercia de tu caminar hacia atrás te lleve a la lona.
Con su jab izquierdo, que por momentos fue recto, mantuvo a raya buena parte del duelo a Chablé que con colmillo apostaba a tirar volados, buscando que el yucateco se clavara en alguno de ellos.
Y si bien el dirigido por “Chucho” Basto se lució, también es necesario decir que mostró algunos defectos que pudieron costarle caro.
Al principio del pleito, mientras tomó la iniciativa, López bajó mucho y de manera repetida el brazo derecho, dejando ese flanco abierto a uno de los volados o ganchos que el paisano de Juan Zurita le tiró.
En ese principio de la pelea, no sabemos porqué se la pasaba ajustándose el pantaloncillo jalándolo de la cintura, como si le incomodara.
Pareciera que no se lo probó con anticipación al día de la pelea, o que tampoco hizo lo mismo con la concha protectora, y mientras bajaba las manos para acomodárselo, bien le pudo entrar un impacto que el veracruzano no le lanzó en ese momento.
Ese es un error, suyo, o de su esquina, como el que cometen muchos púgiles o esquinas novatas (este no es el caso) que quieren estrenar zapatillas en una pelea sin haberlas usado varias veces previamente y que, al usarlas por vez primera en la contienda formal, les sacan ampollas y les impiden caminar.
Pero bueno, López pasó satisfactoriamente su examen, luego de que al final, Chablé ya lo andaba asfixiando con la presión que le estaba imponiendo y que ya lo había sacado de su ritmo y obligando a pelear desordenadamente, cosa que convenía al visitante.
Nosotros le damos un ocho, que es bastante bueno, sobre todo para una situación de exigencia en la que no había estado y que le dejará buenas enseñanzas.
TALAVERITA MUY BIEN
Áxel “Lobo” Talavera, ahora ya 6-0-0, 2 kos noqueó al tabasqueño José “Chabelito” Gómez (8-4-0, 7 ko’s), en un duelo entre dos técnicos, el segundo con más experiencia.
El “Licántropo” dominó la pelea y tras sacudirle la cabeza al paisano de “Chicoché” en más de una ocasión, lo puso en mal estado en el tercer episodio, para llevarlo trompicado a una esquina.
El réferi Miguel Canul decidió intervenir y aunque Gómez estaba más mal parado que castigado, el final iba a ser el mismo o peor. Solo se anticipó a lo que iba a suceder.
El desenlace fue un nócaut técnico a los 2:26 del tercer episodio en favor del pequeñito Talavera que resolvió bien el problema de entrar a la guardia de un rival que lo superaba y por mucho en alcance.
GRIEGO HACE FAENA A UN FIERO TORO LOCO
Por su lado, el griego Panagiotas Tsocharidis ganó claramente al cardenense Edwin “Toroloco” Chan que vino desde Kantunilkín a impedir que el helénico regresara a Tijuana (donde reside) con un nócaut a sus costillas.
Tsocharidis manejó bien la pelea ante un tira golpes con los pantalones bien puestos que con su estilo atrabancado, más que con su guardia zurda no lo metió en aprietos, pero sí le complicó el lucimiento.
Al final, el cornúpeta echó todo y logró llevarse el último episodio de la pelea (4º) que le representó su segundo triunfo.
Los jueces Germán Cubedo (39-37), Ariel Ruiz (39-37) y Ruy Canul (39-37) coincidieron en favor del europeo.
PULGA GANÓ CON GOLPE BAJO
Por su lado, el guerrerense Francisco “Pulga” Francisco Araujo mejoró a 4-0-0, 4 ko’s, al deshacerse del veracruzano Yahir “Duro” Villalobos 2-2-0, tras sorprenderlo con dos golpes ilícitos.
El primero fue totalmente a la zona renal y remató con uno más en la genital que hicieron sentirse al “Gatito” (ese debería ser su apodo, por su padre) y quedar inerme ante una avalancha de golpes de la “Pulguita”.
“Mike” Canul no vio bien los dos golpes ilícitos (estaba en un ángulo opuesto), pero cuando observó lo que iba a pasar entró y paró las acciones.
El tiempo fue 50 segundos del segundo asalto. Fue la primera vez que Araujo no acabó en el primero y así, poco a poco, irán, lógicamente, complicándosele los rivales.
Buena función la de anoche bien descrita por Juan C. Gutiérrez saludos
Gracias “Chucho”.