Publicado en Béisbol Puro.
Ciudad de México.- Comencemos esta triste historia por algo tan sencillo:
Los Dodgers le dan 325 millones de dólares de contrato a alguien que JAMÁS ha lanzado una pelota en Grandes Ligas y NUNCA se sentaron a hablar con Julio Urías sobre una exten$ión antes de su llegada a la agencia libre (incluso los Marineros de Seattle lo hicieron con el mochitense Andrés Muñoz).
¿Y cómo así? Clayton Kershaw era la cara de los Dodgers a pesar de sus fracasos constantes en postemporada y no iban a permitir que Urías opacara esa imagen (Por eso la táctica de Dave Roberts de sujetarlo a 5-6 innings y eso lo privó de pelear por un Cy Young y llamados al All Stars).
Sin embargo, Kershaw se hace viejo y los Dodgers necesitan un nuevo rostro del pitcheo, de tal modo que se embarcan con 325 MDD para Yamamoto, aún con el pasado tormentoso de los pitchers nipones en MLB (ayer debutó finalmente con un inning y 5 carreras para sumar 14 anotaciones y 19 hits en 10.1 episodios, incluyendo tres salidas en la pretemporada).
Y eso que a Yamamoto le pusieron traductor personal, asistente y chef, atenciones que jamás tuvieron con Julio a pesar de darles un anillo de Serie Mundial, un título de PCLA, 20 victorias en una temporada y ser el pitcher más triunfador en los últimos tres años en todo MLB.
Urías tuvo un presunto incidente en agosto pasado (ni siquiera hay cargos legales contra él en Los Angeles), pero los Dodgers lo botaron de inmediato sin investigar y borraron todas sus imágenes del Dodger Stadium.
¿Por qué los Dodgers no separan del equipo a Ohtani para investigar bien este tema que ya le dio la vuelta a todo el mundo?
¿Por qué los Dodgers no apoyan a MLB para que lo ponga en licencia administrativa hasta concluir las investigaciones?
Simplemente porque EU, MLB, el mundo y lamentablemente el beisbol, viven envueltos en la vanalidad y la hipocresía.
Perdónalos Julio. ¡Los Dodgers ya te extrañan!
Y el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.