Mérida.- El ex campeón mundial de los gallos, Rodolfo Martínez falleció este día, víctima de añejos males que cobraron su existencia a los 76 años de edad.
Originario de la Ciudad de México, fue oriundo del barrio bravo de Tepito, pero parecía haber salido de una colonia como El Pedregal, o Polanco, pues siempre se condujo con mucha decencia y buenas maneras.
Los que tuvieron contacto con él al paso de los años, lo refieren como un caballero, una persona, que con todo y su origen humilde, ni siquiera hablaba con insultos, sino todo lo contrario.
Ganó notoriedad como un protagonista de los pesos gallos en México y al mundo, a finales de la década de los 60´s, cuando comenzó a enfilarse al campeonato del mundo, dejando sembrados en el camino a gente como Raúl Cruz, Kazuyoshi Kanazawa, Rogelio Lara y Octavio “Famoso” Gómez (quienes han leído de boxeo, sabrán dimensionar esos nombres).
La oportunidad por el campeonato del mundo le llegó, finalmente, en Monterrey, donde sostuvo la pelea más salvaje registrada, hasta hoy, entre dos mexicanos por un campeonato del mundo.
Martínez cayó cuatro veces a la tarima, mientras que Herrera se fue una vez al tapiz en un pleito de enajenados, de dementes, que por su emotividad sigue siendo el más recordado entre dos mexicanos y que terminó de darle peso a la división de los gallos en este país.
Fue esa, la primera ocasión en que la capital yucateca albergó una de las múltiples peleas de campeonato mundial que le han correspondido.
Empero, el réferi de ese pleito (y también del del Monterrey) Octavio Meyrán nos comentó tiempo atrás que él vio trastabillar a Herrera y no lo percibió bien en la mirada, por lo que detuvo las acciones.
Martínez fue un corto, pero gran campeón, al defender su corona en tres ocasiones, siempre en el extranjero, ante Néstor “Babá” Jiménez, en Colombia, ante Hisami Numata en Japón y ni más ni menos que con un verdadero “Tigre” como lo fue Venice Borkorsor (los que han leído y son aficionados de verdad, también sabrán qué clase de púgil fue) en Tailandia.
Tuvo la mala fortuna de tener que defender la corona con el que para nosotros, ha sido el mejor peso gallo de la historia: Carlos Zárate, quien lo venció por nócaut en nueve rounds en Los Ángeles.
Terminó su carrera con una marca de 44-7-1, con 35 kos, muy respetable, no solo por los números que son buenos, sino por la clase de oposición a la que enfrentó. (Quepd).