Mérida.- El bien recordado ex púgil y entrenador, Salvador “Salve” Ortiz Cuevas murió en días pasados a los 81 años de edad dejando a la famosa dinastía boxística Ortiz sin uno de sus dos más longevos integrantes.
Ortiz, quien fuera hermano de el gran Silverio “Chamaco” Ortiz (El original) murió de dolencias diversas el 4 de marzo pasado en el puerto de Progreso en casa de una sobrina que lo asistía.
SUS RESTOS YACEN EN PROGRESO
Allá mismo fue enterrado un día después, según nos informó, quien fuera su cuñada, la señora Doña Mercedes Ley Ku.
Al estimado “Salve” le sobreviven, además de la Profra. Ley Ku de Ortiz, su hermano Silverio, último de la familia Ortiz Cuevas que permanece vivo, sus sobrinos, así como amigos que lo apreciaron, entre ellos el más brillante de sus pupilos, Melchor de Los Ángeles “Baby” Cob Castro.
“Salve”, tipo de perfil humilde, aunque no discreto (era muy bromista y le encantaba hacer enojar al promotor Don Alberto Eljure Sesín), fue el primer manejador de Cob y lo acompañó hasta el campeonato del mundo la noche del lunes 25 de marzo de 1991.
Esa noche, compartiendo esquina con el insigne Ignacio “Nacho” Beristáin, “Salve” puso su “granito” de Arena para que el pequeño gigante de Chiná bajase a golpe limpio del trono mundial minimosca del CMB a Rolado Pascua.
Salve, incluso acompañó a Melchor en su primera y única defensa de ese título en el estacionamiento del Caesar´s Palace ante Humberto “Chiquita” González, que no sin algo de controversia recuperó ante Cob el título que Pascua le había arrebatado unos seis meses antes.
“Salve” nació en la comunidad pesquera de San Benito, de donde emigró a Chicxulub, luego a Mérida y posteriormente a Campeche.
Como púgil, los que lo vieron pelear señalaron que era de estilo entrón y peleó con diversos prsonajes de su época como el profr. Carlos Navarrete “Zurdo Aparecido”, Joe Berzunza, Kid Papas, “Rach” Cámara y el insigne Ricardo “Pajarito” Moreno, quien lo noqueó en Tapachula en trs rounds.
Por cierto, el hermano de “Salve”, Silverio fue quien acabó, poco después, con la carrera del “emplumado” al noquearlo en Tabasco.