Mérida.- Elio Rojas, con el apoyo en su esquina, y sobre el ring, de “Cronos”, puso fin hace 10 años como hoy a la saga más importante del boxeo mexicano y una de las más destacadas en la historia de este deporte.
Esa noche, controvertida, singular, podría incluso decirse folclórica por una serie de hechos que en ella ocurrieron, el dominicano le dio una clase de boxeo al por no pocos años competitivo y peligroso retador yucateco Gustavo “Guty” Espadas Espinosa, quien años antes lo había sucedido en ese trono.
“Gutito”, como lo “bautizara” el insigne periodista y cronista, Don Felipe Escalante Ruz “Juan Brea”, trató esa noche de febrero de 2010, recuperar el campeonato mundial pluma del CMB que 10 años antes ganó ante el histórico filipino Luisito Espinosa, pero se quedó lejos de la meta.
El dominicano, con su velocidad, mejor boxeo, “timing” (desempeño oportuno) y sobre todo, su juventud, le dio por momentos una lección al ex campeón de ya 35 años, quien, si acaso, pudo ganar unos tres, cuatro rounds a mediados del pleito.
La decisión fue un trámite y correspondió con claridad y con toda justicia y legitimidad al quisqueyano, que venía de ganar el cetro en Japón a Takahiro Aoh.
Luego de ello, “Guty” nuna hizo formal su retiro, incluso llegó a hablar de una pelea de despedida, lo cual nunca sucedió.
Como todos los campeones mundiales yucatecos, no pudo decir adiós a los cuadriláteros con una victoria, pero el recuerdo que dejó tras casi 18 años en la actividad fue por mucho positivo.
No en balde, “Guty” jr. fue el primer ser en la historia de la humanidad en imitar a su padre como campeón mundial de boxeo.