Mérida.- Península Deportiva y el boxeo, el boxeo del bueno, el de verdad, están de pleno luto.
La COVID-19 se llevó la noche del sábado pasado a uno de los más valiosos y generosos representantes de este deporte en México en la segunda mitad del siglo pasado.
No fue campeón mundial, aunque estuvo cerca de serlo, pero no le faltó el titulo del orbe para ser un boxeador reconocido, pero sobre todo, admirado.
David “Macetón” Cabrera, nacido hace 73 años en Juchitán, Oaxaca, es uno de los casos más raros y también admirables del boxeo mexicano y mundial.
Una carrera por demás exitosa y estelar avala esta afirmación.
PELEABA CON UNA PIERNA PARALIZADA…¡SÍ SEÑOR!
Una parálisis en una pierna, sí, una parálisis, no le impidió ser un boxeador de clase internacional.
Usted aficionado de esta época de mercadotecnia, de oropel, de banalidad, dudará lo que viene en el párrafo de arriba.
Usted aficionado que ya comienza a prepararse para peinar canas nos cree.
DABAN GANAS DE CORRER DE SOLO VERLO
Este hombre, de mirada penetrante, de gesto adusto, de corte “crush” militar, que atemorizaba con solo poner su mirada en cualquier ser vivo y hacía temblar al más “macho” sobre un ring es quizás el mejor semicompleto de nuestra fistiana.
Al menos, a nivel nacional.
Durante 12 años (1977-1989) (inició “viejo”, a los 30 años) sembró de cruces enlonados de México, Estados Unidos y de Belice.
RÉCORD DESTACADO
Su récord fue de 54 peleas, y 31 nócauts, producto de 41 triunfos, varios ante rivales de prestigio, como Elías Equihua, Eusebio “Chebo” Hernández y Ramón Ronquillo.
Asimismo, con Emeterio Villanueva, Ariel “Flash” Favela (noqueador de José Baquedano), Johny Baldwin, Manuel Fierro, Ladislao “Ruso” Mijangos y Lorenzo Benítez.
Tiene el récord de más defensas del campeonato nacional semicompleto con un total de 15 (13 exitosas), en dos reinados.
En el primero acumuló 10 defensas y en el segundo, cinco.
Fue uno de los aspirantes para ganar ser el primer campeón mundial de peso crucero, pero perdió en la semifinal de la eliminatoria.
Su verdugo fue el que a la postre terminaría siendo el primer titular, el estadounidense Marvin Camel, en McAllen, Texas.
Tras su retiro, con su pierna derecha tiesa, se dedicó a ser guardia de seguridad y a ser un excelente jugador de frontón.
Fue poco lo que se supo de él después de su retiro como boxeador, pero siempre dejó fresca en la memoria de miles, sino que en millones de que lo vieron su esencia de boxeador puro.
Su mirada más que fiera, sino natural e involuntariamente amenazadora y su gesto de pocos amigos son prueba perpetua de ello.
Hoy lamentamos su muerte hace dos días, el sábado 19, pero celebramos haber tenido la oportunidad de haberlo visto pelear, quizás decenas de veces y de leer múltiples veces las crónicas de sus heroicas peleas.
Que en Paz Descanse Don David “Macetón” Cabrera.