Mérida.- Recordado como el mejor gobernador que cualquier yucateco vivo haya tenido, Víctor Cervera Pacheco cumplió este día 20 años de haber muerto físicamente y de haber dejado un ejemplo que quizás ninguno pueda ver superado.
Quien esto escribe, aún recuerda cómo el reguero de pólvora suscitado tras la noticia de su deceso llegó al medio informativo en el que trabajaba aquél 18 de agosto de 2004.
Una llamada de un reportero nuestro, afín a los antagonistas del ya para entonces ex gobernador, nos informaba con el dejo de una sonrisa desde el otro lado de la línea, del inesperado, inverosímil hecho.
Muy probablemente decepcionado, avasallado moralmente por haber perdido la reciente elección para la Presidencia Municipal de Mérida, y por la traición de más de uno de sus allegados, el corazón del político ya no quiso seguir adelante.
Así, acabó la aportación de quien vivió para trabajar, para servir y guiar a Yucatán, durante unos 50 años, en los que fue de todo lo que se podía ser en la política, a excepción de líder nacional de su partido y Presidente de la República (que, por lo visto, sobre todo tras su muerte, pudo haber sido 10 veces mejor que más de uno de los que han ocupado la máxima magistratura).
En 1995, en la ceremonia de la entrega del Mérito Deportivo me pareció un despropósito ver un montón de arcos de diseño ultramoderno, puestos como parte de la escenografía en el para entonces recién inaugurado hotel Fiesta Americana.
En mi ignorancia de las cosas, me decía que no había porqué hacer un gasto de esa magnitud (los arcos se veían carísimos), pues nunca había existido corriente alguna de ese deporte y ni qué decir de un representante de importancia.
El tiempo me “abofeteó” con una respuesta contundente nueve años después, precisamente en los días en los que Don Víctor fallecía, cuando Eduardo Magaña llegó a competir representando a México en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Y fue así como él proyectó que ese apoyo al tiro con arco iba a generarle algo a Yucatán y también a México, toda vez que Magaña Poot fue entrenador del equipo mexicano de esa disciplina que recién ganó un bronce en París 2024.
Otro de sus “ahijados”, quizás el más famoso fue el, al parecer, futuro director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Rommel Pacheco Marrufo,
Tras llegar a sus límites a nivel local, Pacheco Marrufo necesitaba seguir su carrera fuera de Yucatán y para ello necesitaba ayuda y apoyo.
Y esa ayuda y apoyo los encontró directamente de Cervera Pacheco, quien de manera personal dispuso todo el respaldo para que la continuara en la Ciudad de México.
Don Víctor continuó, en su primer mandato, la obra de quien fue el otro gran gobernante yucateco para el deporte, Dr. Don Francisco Luna Kan, quien en su momento y por carencias presupuestales no pudo concluir el estadio de fútbol de la Unidad Deportiva Kukulcán.
Bajo su administración comenzaron a gestarse cambios cualitativos en el deporte amateur con la intervención de buenos directores del deporte estatal como los progreseños Porfirio Trejo Zozaya y José Luis Blanco Pajón que comenzaron a escalar posiciones en el ranking nacional.
Así años después, en la gubernatura de uno de sus alumnos, Rolando Zapata, Juan Sosa Puerto condujo a Yucatán a repetir en dos ocasiones como el cuarto mejor estado del país, lo que en el agonizante sexenio de Mauricio Vila se derrumbó de manera estrepitosa.
A eso hay que añadirle la infraestructura deportiva que construyó, sobre todo en el interior del estado y en Mérida, donde al poniente, en una zona abandonada de la colonia Inalámbrica edificó la unidad que, por petición de directores de asociaciones deportivas, lleva su nombre.
Fue amigo cercano del boxeo yucateco y desde sus compromisos legislativos en la Ciudad de México y como alcalde de Mérida en la década de los 70´s se daba tiempo para ir a ver a sus paisanos y apoyarlos como pudiera.
Se dice que su deporte favorito era el básquetbol, pero le percibimos particular atención por el boxeo.
Eso, claro, como complemento de su trabajo político y, sobre todo, social, ya sea como líder estudiantil, diputado local, alcalde, legislador federal, senador, líder nacional del campesinado y gobernador.
A 20 años de su deceso, lo recordamos con simpatía, nostalgia y agradecimiento.