Mérida.- A un decenio de su partida física, muchos son los recuerdos que hoy aflorarán al recordar el paso de José Sulaimán por el planeta boxeo.
Varias de esas remembranzas fluirán en los pensamientos de muchos yucatecos, quienes lo conocieron, trataron o fueron objeto de su influencia, como boxeadores, promotores, empresarios, comisionados, réferis, periodistas o aficionados, en los 38 años, un mes y nueve días en los que el histórico personaje encabezó el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Polémicas, decisiones favorables, justas, otras no, magnos eventos, visitas frecuentes, ausencias prolongadas, acusaciones de corrupción, y hasta cuestionamientos a su salud mental, fueron el sino de la relación directa entre el singular, inteligente y muy diplomático hombre que hoy cumple 10 años de fallecido, con la fistiana yucateca.
A continuación, algunos de esos sucesos que marcaron y construyeron la relación entre el boxeo de Yucatán y el que (al menos para nosotros, m´s allá de maniqueismos) ha sido el dirigente pugilístico más influyente de la historia.
1.- La primera función a la que el sr. Sulaimán asistió con la investidura de Presidente del CMB fue, precisamente, en Mérida, el sábado 13 de diciembre de 1975, en la tercera y, por cierto, muy lucida defensa del cetro mosca de ese organismo que Miguel Canto hizo ante el dominicano Ignacio Espinal.
No fue la primera pelea de campeonato mundial del CMB con Sulaimán como su Presidente, pues esa ocurrió el sábado 6 de diciembre previo (un día antes fue electo en Túnez) en la Ciudad de México, donde el inglés John Stracey se repuso de una caída, para terminar noqueando, dándole una paliza y retirar al insigne José Ángel “Mantequilla” Nápoles como soberano wélter.
Un día antes de la pelea de Canto, aquél gran boxeador que fue el boricua Alfredo “Salsero” Escalera, retuvo el cetro mundial súperpluma del mismo CMB, pero en Noruega, noqueando en nueve rondas, en Oslo, al local Sven Erik Paulsen.
2.- Por esos tiempos comenzó a surgir una serie de desacuerdos que luego se convirtieron en desaveniencias, entre Sulaimán y el mánager de Canto, el sr. Don Jesús “Choláin” Rivero.
Rivero, hombre, sin átomo capilar alguno (pelo) en la lengua, muy echado para adelante y súperseguro de sí mismo, además de ser dueño de una infinita capacidad de argumentación y una inteligencia mucho más allá de lo normal, protagonizó una fuerte, intensa y constante serie de intercambios epistolares con Sulaimán.
En persona (en eventos del CMB) Rivero le reprochó, no conducirse de la manera más apropiada para un dirigente de su categoría, lo que continuó de manera muy frecuente y por buena parte del reinado de Canto a través de las páginas del Diario de Yucatán, donde a través de una columna denominada “Choláin” opina, le espetaba a Sulaimán todo lo que consideraba de él.
Sin insultarlo, sin emplear jamás palabra altisonante alguna, Rivero tachó a Sulaimán, desde carente de ética, hasta cuestionar su salud mental, afirmando que era un mitómano, que se inventaba sus propias mentiras y que se las creía, además de tener dotes histriónicas.
Ello, creemos, influyó de una u otra manera en el cese del reinado de Canto, en el que quizás fue el único error del prestigiado Maestro de Boxeo y mánager al aceptar hacer una defensa ordenada por el CMB (Sulaimán) ante el ex olímpico coreano Chan Hee Park, el 18 de marzo de 1979, apenas mes y días después de la última defensa.
Esa última defensa había sido una no dura, pero sí algo complicada y ciertamente desangelada ante el jalisciense Antonio Avelar, quien, pese a ser claramente superado, dejó en evidencia que los mejores tiempos de Canto ya habían pasado.
Tras la última pelea de Canto, luego de perder legítima y merecidamente ante Park, Rivero se retiró del boxeo, luego de que Miguel superó, pero no fue declarado vencedor sobre el coreano en la revancha en Seúl, donde ahí si fue objeto de un despojo.
Un día antes de la pelea, “Choláin” pecó de temerario y anticipó a la prensa internacional en Seúl que cuando Canto reconquistase el cetro, abdicaría al mismo, para retirarse siendo campeón. El resultado: premiaron a Park con un absurdo empate.
Ambos, Rivero y Sulaimán se volverían a ver 17 años más tarde, en Las Vegas, en el pesaje de la pelea en la que Rivero dirigió a Óscar de La Hoya, para destronar a Julio César Chávez como campeón súperligero del CMB.
Antes, en 1993, Rivero, de incógnito, estuvo a cargo de la estrategia y el aspecto técnico de la preparación de Humberto “Chiquita” González en su revancha ante Michael Carbajal en Los Ángeles por el cetro mundial, pero se negó a subir a su esquina, por temor de que su presencia afectase al “Carnicerito de Neza” en una decisión.
González ganó esa pelea por decisión.
3.- Sulaimán mantuvo una muy prolongada y fuerte relación con el máximo mecenas que el deporte yucateco haya tenido, Don William Abraham Dáguer, con quien convergió en el boxeo y en otros aspectos de la vida.
De hecho, cuatro de los siete campeonatos mundiales de la familia Abraham, fueron del CMB, minimosca, mosca, pluma y súperpluma.
4.- De los ocho campeonatos mundiales del pugilismo yucateco y 13 en total de la Península de Yucatán, nueve han sido en la versión del CMB, ocho de ellos en el período de Sulaimán, aunque uno de ellos (Canto) fue ganado en la gestión de su antecesor, Ramón G. Velázquez:
Miguel Canto Solís (mosca), Rodolfo Alfredo Martínez Castillo (Freddy Castillo) (mosca y minimosca), Melchor Cob Castro (minimosca), Gustavo “Guty” Espadas Espinosa (pluma), José Antonio Aguirre Balderas (mínimo), Rodolfo Rudy López Romero (pluma), Gilberto Keb (minimosca) y Miguel Berchelt Cervera (súperpluma, ya en la gestión de Mauricio Sulaimán Saldívar).
5.- Don José mantuvo, por años, una relación de claroscuros con un importante periodista y ejecutivo del boxeo, yucateco de nacimiento y que, como él, está en el Salón de la Fama de Canastota: Rafael Mendoza.
Mendoza, representante, que no apoderado de Canto (“Choláin” lo era), mediaba antre Sulaimán y “Choláin” en lo que le resultaba posible y, también fue una especie de consejero del jerarca del CMB.
6.- Don José, hombre de buen diente, gustaba de la, para muchos, deliciosa gastronomía yucateca, y tenía en el restaurante “Los Almendros” su “cuartel gastronómico de operaciones”, en Mérida, optando por la cochinita pibil, de manera particular, en panuchos, los cuales comía con cubiertos y no con las manos, como es tradición.
Además, se ponía una servilleta en el cuello, para evitar mancharse si la comida “pringaba” salpicaba).
7.- En una ocasión, estando en Los Almendros, el viernes 14 de marzo de 1997, le “soltó una bomba noticiosa” a quien esto escribe y a dos colegas capitalinos, a quienes filtró, sonrisa pícara de por medio, que Óscar de La Hoya iba a prescindir de los servicios de “Choláin” Rivero, luego de la pelea que en unas semanas más habría de sostener ante el dificilísimo zurdo, Pernell Whitaker, por la corona wélter de este último.
Mientras los cuatro disfrutábamos la cochinita, y tras revelar lo que iba a suceder, Don José nos pidió no publicar nada, pues nos lo decía “como amigos”.
El problema fue que los dos colegas de la Ciudad de México incumplieron el pacto y lo publicaron, llevándose, quien esto escribe, no un “baño”, sino un tinaco de “tah” de su jefe por dejar ir esa nota.
Finalmente, al publicarla y trascender esa información hasta California, donde “Cholaín” entrenaba a de La Hoya, para su pelea con Whitaker, el primero se comunicó a Mérida, enfurecido con un servidor y negando que Óscar fuera a “cortarlo”.
Finalmente, tras la victoria de de La Hoya sobre Whitaker, unas dos o tres semanas después, el “Golden Boy”, de manera incorrecta, sin mediar palabra con Rivero, “lo cortó” a través de la prensa estadounidense.
8.- El sábado 15 de marzo de 1997, Sulaimán presidió un inolvidable festejo en el Hotel Hyatt de Mérida, en homenaje a las trayectorias de Canto y de Don William Abraham, con la presencia de grandes personalidades de diversos ámbitos, desde el boxeo, hasta el entonces, también inolvidable gobernador, Don Víctor Cervera Pacheco.
Esa noche, el discurso de agradecimiento de parte de la familia Abraham estuvo a cargo del heredero de Abraham Dáguer en la promoción del boxeo, su hijo Mario, quien repentinamente y fuera del programa fue secundado, singular, pero emotiva y muy correctamente por el “Chato” Castillo, quien dejó en claro lo que su padrino significó para el pugilismo y para todos a quienes él apoyó.
“Ni yo, ni los que pasamos por el gimnasio San Francisco de Asís seríamos alguien sin tí William (lo tuteaba, pues decía sentirse un hijo suyo más), palabras más, palabras menos, dijo “Freddy” en su folclórica, pero intensa alocución al referirse al bien recordado empresario yucateco.
9.- En 1984, “Guty” Espadas sr. recibió la oportunidad de disputar el cetro mundial súpermosca del CMB en Tailandia, ante el campeón Payao Poontarat.
Estando sobre el cuadrilátero, previo al anuncio del pleito, un sonido ensordecedor, acompañado de una onda vibratoria, expansiva irrumpió en la arena, estando los boxeadores, Sulaimán y Don William en el ring.
En esas épocas el panorama político no era el mejor en esa nación, por lo que el suceso hizo correr a más de uno en la arena, pensando que era un atentado terrorista, aunque Don José, tipo bragado y templado, dentro de su manera gentil y amable de ser, sujetó a quienes pudo de las manos y les ordenó, enérgico, que no se movieran de la tarima.
Instantes después se supo que lo acontecido (el propio Don José nos lo dijo en más de una vez) fue, ciertamente, un estallido, pero no de una bomba, sino de una caldera de gran tamaño en la arena.
Finalmente, Espadas perdió la pelea, agotado, cuando ya la tenía casi ganada, al sucumbir por nócaut técnico en el décimo asalto, tras haber puesto dos veces en el suelo al campeón.
10.- En 1989, un suceso sin igual, que quizás no le pasó en ningún otro lado (salvo la caída al suelo que tuvo en una bronca en la presentación de una pelea de Mike Tyson), cobró la integridad física de Don José, en Mérida.
Sucede que estando en el último round de una durísima, fragorosa pelea entre Javier “Candelita” Várguez y Santiago Méndez, Sulaimán fue el “pagano” de un error del “Ratón” Macías, que lo acompañaba esa noche en Mérida.
Estaba en juego el entonces valiosísimo campeonato nacional (minimosca), perteneciente al ponchador Várguez, quien lo exponía ante el favorito sentimental, Méndez.
Rebasado por la intensidad de la pelea y faltando algunos segundos para que termine, Don Raúl Macías, quien vino como visor de la Comisión de Boxeo del Distrito Federal (CBDF), que entonces regía los títulos nacionales y que era presidida por Sulaimán, tuvo “a mal” apretar el botón que encendía las luces rojas en el ring y forzaba la detención del combate.
Entonces se armó una bronca ante un Polifórum Zamná, casi lleno (habían no menos de siete mil 500 u ocho mil personas), con fans agarrándose a golpes en las gradas, tirando cosas a ringside, botellazos y forzando a la zona técnica a meterse debajo del ring.
Antes de que Don José lograse esconderse, junto con los comisionados, Macías y los cronistas Jorge “Sonny” Alarcón y Alfonso Morales, una moneda surcó los aires y fue a estrellarse justamente en la frente de Sulaimán, quien sangró profusamente de ella, aunque fue solo una herida superficial.
11.-En 2000, Sulaimán marcó un hito en la historia mundial del boxeo, de nuevo en Mérida y nuevamente en el Polifórum Zamná, donde, luego de que varios hijos de campeones mundiales lo intentaron infructuosamente, Gustavo “Guty” Espadas jr. se convirtió en el primer ser en la historia de la humanidad en imitar a su señor padre como campeón del mundo.
Esa noche, de 14 de abril de 2000, Espadas venció por decisión técnica al icónico filipino Luisito Espinosa y le dio al CMB y a Sulaimán, sentado al borde del ring, la satisfacción de ser el organismo que tuviera el privilegio de completar esa “llave” familiar.
Sucede que estando en esa convención, uno de los ex campeones mundiales yucatecos, que por cierto no fue del CMB, estaba desmayado de borracho en un sillón de piel del lobby del pomadoso hotel Presidente Intercontinental, donde se había incluso orinado.
Los empleados del hotel, que no atinaban a identificarlo, ya lo iban a “retirar” del hotel, cuando Don José, al enterarse de lo que ocurría, fue al sitio, habló con el encargado del hotel, pagó los daños y gestionó que el ex monarca fuera llevado a una habitación, previo baño y atención adecuada.
Palabras menos, palabras más, el jerarca habría dicho: “No lo pueden tratar así, es un ex campeón mundial y tiene que ser atendido conforme a lo que es”.
Quien esto escribe, no lo supo de la boca de Don José, sino que se enteró, años después, por un periodista capitalino que presenció los sucesos. Sulaimán, nunca pregonaba lo que hacía con su mano izquierda, lo que retrata la calidad de persona que era.
13.- También en la Ciudad de México, en la fiesta por el 35 aniversario del organismo en 1998, el CMB hizo la rifa de un carro último modelo, resultando el ganador, ni más ni menos, que Juan Herrera, quien fuera monarca mundial mosca, pero de la AMB (no es el boxeador del caso anterior).
Con ese carro, “Juanito” se regresó manejando desde la Ciudad de México y lo usó por muchos años para ganarse la vida como taxista, lo que le generaba buenos ingresos.
14.-Otro boxeador de la península, ya siendo ex campeón del CMB, pasaba una situación anímica complicada, tras su reinado, pues si bien fue campeón del mundo, tampoco ganó mucho por lo breve de su período.
Se dice incluso, que trató de suicidarse, lo cuál no logró. Ante ello, enterado de su circunstancia, Sulaimán fue personalmente a verlo y le consiguió una concesión de taxi, para emplearse y tener un ingreso constante y seguro. De esto, también nos enteramos, no por el beneficiado, ni por el extinto jerarca, sino por otras personas.
15.- En un caso similar, Don José se encargó de apoyar con buena parte del importe de su casa a un incondicional suyo, a quien llegó, incluso, a ver como un hijo: Jesús Manuel “Chichonal” Erosa, quien en alguna ocasión nos lo contó poco antes de morir y que, comprensíblemente, lo adoraba.
16.- En 2010, de nuevo en Mérida, y en el mismo polifórum, “Don Pepe” fue parte, también, sin esperarlo, de un verdadero show que trascendió el boxeo al invitar a la entonces gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco, a subir al ring a la presentación de la pelea entre Espadas jr. y el dominicano Elio Rojas.
El resultado fue que, con los ánimos caldeados por una reciente mala intervención de una anunciadora que quiso presentar la pelea en idioma castellano, sin saberlo hablar (era estadounidense) y por un grupo de unos 50 funcionarios estatales que llegaron de último momento a tomar los mejores lugares (“Chayotes”), buena parte de las alrededor de 10 mil personas que “retacaban” el Zamná, abuchearon a Ortega Pacheco, quien recibió la peor retahila de denuestos en la historia de un mandatario en Yucatán.
Las cosas, hay que decirlo, se conjugaron de manera concatenada en una serie de desaciertos del equipo de la gobernadora que hizo evidente, ante arena llena, la preferencia de los mejores sitios de ringside para sus colaboradores, que llegaron justo antes del evento importante y no desde el inicio del evento, cuando nadie se hubiera percatado de ellos.
Y ya echados para adelante por el anonimato del multicéfalo, con miles de cervezas ya consumidas a ese momento, con el dislate verbal de la “gringa”, pues se “la dejaron caer” a la Gobernadora.
Sulaimán, ciertamente, tuvo a bien, como dirigente que era, invitar a la mandataria, pero lo hizo (supimos después) por cortesía, dejándole a ella la decisión de ascender a la tarima, o de quedarse en su silla de primera fila. La dama dzemuleña (originaria del municipio de Dzemul) optó por subir.
17.- Don José fue objeto de una persecución a inicios de la década de los 90´s instrumentada por un empresario-abogado nacido en el puerto de Progreso, pero totalmente desarraigado de Yucatán: Humberto López Mejía, quien por algún tiempo encabezó una promotora boxística denominada “Línea-26” que presentó boxeo en Mérida en 1992.
López Mejía, quien se confrontó con Sulaimán, criticándolo por su manera de regir el boxeo, se echó la puntada de un día sí y otro también, acosarlo por el hecho de identificarse como Licenciado, y lo acosó con ello, hasta que consultando el registro de profesiones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), según se dijo entonces, le comprobó que carecía de título profesional alguno.
A partir de entonces, al Presidente del CMB se le comenzó a llamar como “Don José”. López Mejía es el mismo que se metió al caso del asesinato de Luis Donaldo Colosio y de manera privada, se involucró para desentrañarlo, cosa que, por supuesto, no logró y si le costó mucho de verdad.
El progreseño murió hace ya varios en no las mejores circunstancias en una clínica pública de Villahermosa, Tabasco, según se publicó en la prensa.
18.- Si alguien fue importante para Sulaimán en Yucatán, ese fue, sin duda, y sigue siéndolo para su hijo y sucesor, Mauricio, el dos veces Presidente de la Comisión de Boxeo de Mérida (CBM), José Manzur Argüelles.
Con Manzur Argüelles, con quien comenzó a tratar en la década de los 90´s, Sulaimán tenía una estrecha, muy estrecha relación, al grado de que se saludaban hasta de beso en la mejilla, como pudimos ver en una ocasión.
19.- Un capítulo muy desafortunado fue el que se dio alrededor de la segunda y última exposición de Gilberto Keb como campeón mundial minimosca, en Texcoco, Estado de México, ante Adrián “Confesor” Hernández, quien le iba ganando de manera no abrumadora, pero sí clara e indudable la pelea al yucateco.
En el transcurso del pleito, el réferi Jerry Cantú, acosó a Keb de manera clara, indubitable, no dejándolo pelear, como si trajera una consigna, hasta que antes del inicio del undécimo episodio, fue a la esquina del yucateco y “por sus pistolas”, sin orden médica, sin rendirse la esquina, sin estar lesionado el campeón, paró la pelea, para darle el título a Hernández.
No había necesidad de hacer eso, ni de manchar la coronación del local, pues estaba siendo notablemente superior a Keb, al que había noqueado feamente tres años antes en Cancún.
Cantú, por ayudar al “Confesor”, cuando no había necesidad de ello, solo lo perjudicó, manchó al boxeo y al CMB. El nuevo monarca era apoderado por un empresario de raíces judías de apellido Briman, que luego se supo, o a menos que hubiera sido un homónimo, tuvo líos judiciales en Acapulco, por la posesión de un hotel.
Y sobre eso, el señor Sulaimán no hizo comentario alguno, y recibió tres días después al nuevo monarca, como si nada hubiera pasado, en sus tradicionales “Martes de Café”.
20.- Con el paso del tiempo, parte de la familia de Don José trasladó su residencia a esta ciudad de Mérida, donde como gente positiva y de buen vivir se han convertido en parte de la sociedad yucateca que los ha recibido magníficamente, esperando que permanezcan aquí por siempre.
21.- En alguna vez, el Sr, Sulaimán, en sus no pocas visitas a Mérida en las décadas de los 70´s y 80´s nombró a Don Eduardo Amer, el más grande periodista boxístico nacido en Yucatán como miembro de su comité de clasificaciones, pero fue algo simbólico, porque el sr. Amer no tuvo mayor participación en esos rankings.
Lo mismo sucedió con el también queridísimo Dr. Miguel Castro Sandoval (miembro de la CBM) a quien el sr. Sulaimán designó como parte del cuerpo médico del organismo, nombramiento que también fue simbólica.
Por cierto, Don José en alguna ocasión fue a casa de Don Eduardo, donde pudo ser testigo de la inmensa colección de artículos y memorabilia pugilística atesorados por el conductor de “Cita en el Ring”, quien le pasó algunas películas muy antiguas, casi inadquiribles, en un proyector de cintas que tenía en su enorme casa de la calle 58 x 55 y 53 (enfrente del centro deportivo y social Vanguardias).
22.- La labor de gestión del sr. Sulaimán era, siempre, o casi siempre exitosa y una muestra de ello fue el apoyo económico mensual vitalicio que en vida logró para los campeones mundiales mexicanos vivos, o para sus viudas, como sucedió en el caso de la Fundación Telmex (Carlos Slim) que, hasta ahora, según creemos, sigue dando para cuatro de los cinco campeones mundiales de la primera época.
Ese fue el caso de Miguel Canto, Gustavo “Guty” Espadas sr. Freddy “Chato” Castillo y Juan Herrera, quienes como otros monarcas mexicanos de la vieja guardia reciben hasta hoy.
Por cierto, Lupe Madera, o mejor dicho, su señors viuda, Doña Eneida (hasta donde sabemos) fue marginada de esa lista, a diferencia de la viuda de José Medel (no fue campeón mundial), quien sí fue tomada en cuenta….quién sabe porqué haya sido.
23.- A Don José se le atribuían muchas cosas, buenas o malas y una de ellas fue (no pasó de ser una presunción), que tuvo que ver en un cambio en la Presidencia de la Comisión de Boxeo de Mérida (CBM) en la década de los 90´s.
Sucede que un incondicional suyo, que pertenecía a la CBM, conocido por ser no incondicional, sino ridículamente abyecto al sr. Sulaimán (de acuerdo a esas presunciones) orquestó una “movida” para sacar de la silla de la comisión meridana a un Presidente.
Dicho Presidente no sólo no se plegaba, ni le rendía pleitesía a Don José, sino que todo lo contrario, por sus intereses con otro organismo, innecesariamente le tiraba “tah” un día sí y otro también en sus declaraciones y a través de alguien que publicaba panfletos en un diario local.
Bueno, pues cuando llegó la renovación del Ayuntamiento y ya estaba todo listo para que ese Presidente repitiera un período más, el incondicional (de acuerdo con esas presunciones) le habría avisado de ese cambio al sr. Sulaimán, quien vía “interpósita persona” “recomendó” que otro personaje, quien fuera, lo sustituyera en la Presidencia de la CBM….no se sabe si fue cierto, pero hay más de uno que asegura que así fue.
24.- Si bien Cancún es legal y oficialmente parte de lo que el centro del país orquestó que fuera una entidad aparte de Yucatán, en esencia es (o hasta hace poco era aún) era una parte más de esta entidad.
Ahí, Don José tuvo algunos episodios singulares e importantes, como el hecho de haber asistido, por última ocasión, a una de las convenciones anuales del organismo que encabezó.
Fue ahí, en Cancún, donde se le vio por última ocasión en una convención, toda vez que en 2013, por estar severamente enfermo ya no pudo estar presente. Ya en enero de 2014, falleció.
25.- También en Cancún, hubo un episodio como se dijera en aquél bien recordado programa de la década de los 80´s, la “Carabina de Ambrosio”: “Trágico-Cómico-Musical”.
Sucede que en la convención de ese año, también en el bello balneario, Don José tuvo un altercado con Don King, su gran amigo y de quien se decía era “socio” (vaya ud. a saber qué tan cierta era esa versión) en la designación de un retador para el título mundial de peso completo.
Al no poderse llegar a un acuerdo y ante la resistencia de los involucrados, principalmente King, a llegar a un acuerdo, Don José, ya molesto, afirmó desde el presidium de la sesión que encabezaba:
“Si no encuentro el apoyo de mis amigos, lo mejor es renunciar”, exclamó molesto, dando un manotazo en la mesa, levantándose y retirándose en una silla de ruedas. Empero, unas cuatro o cinco horas después, cuando el enojo se le bajó, regresó para seguir encabezando el evento.
Como puede verse, el vínculo histórico del fallecido líder con el pugilismo de Yucatán es amplio y hasta sólido con sus aristas positivas y otras no tanto, de las que nos quedamos con las primeras.
Que Dios lo bendiga y que en Paz Siga Descansando (si es que un espíritu como el suyo puede mantenerse inactivo), Don José Sulaimán Chagnón.