Las Vegas.- El campeón mundial súpermediano, Saúl “Canelo” Álvarez retuvo esta noche sin problemas, pero tampoco sin mayor gloria, sus cetros de esa división al vencer por decisión unánime a un kazajo Gennady Golovkin que salió a subir al ring, pero no a arriesgar lo necesario para vencer a su némesis pugilística.
Ambos boxeadores, que habían empatado en su primer pleito y en el segundo registrado un triunfo para el americano, ascendieron al ring de la T-Mobile Arena, con una parafernalia que superó a lo ocurrido en el ring, donde el “amo y señor” de las acciones en la mayor parte del pleito fue el aún campeón.
La velocidad, pero sobre todo la contundencia del golpeo fueron, a nuestro parecer, vitales para que Golovkin entendiera que ir por el “Canelo” era una misión comprometedora y sumamente arriesgada.
No fue el miedo, sino el deseo de evitar una derrota aparatosa y de caer a la lona por vez primera en su carrera, lo que llevaron al europeo a sobrellevar el pleito, en espera, quizás de un buen momento, para contragolpear y sorprender al mexicano.
Ese momento, claro está, no llegó.
Y lo que sí llegó fue el momento de leer las tarjetas, reveladas por el anunciador David Diamante que con una gran voz, tremenda emotividad, pero unas espantosas, asquerosas y antiboxísticas rastas, las reveló:
Dave Moretti 116-112, David Sutherland, 115-113 y Steve Weisfeld 115-113.
Golovkin contrarestó un poco en la segunda mitad de la pelea y logró conseguir algunos puntos, para evitar que la pelea fuera de un solo lado.
Lo que sí fue, fue una pelea dominada con claridad por el pelirrojo mexicano que así llegó a 64 peleas, con 58 éxitos, dos derrotas, dos empates y 39 nócauts.
El europeo-asiático, quedó con 45 peleas, de las que ha ganado 42, con un empate y dos derrotas, ambas contra el “Canelo”, con 37 puestos fuera de combate.
La de esta noche, fue la cuarta defensa para el “Canelo”, como campeón mundial súpermediano, segunda como monarca absoluto de la división.