Mérida.- Pues bien, con una semana de distancia, le tenemos aquí el resumen de las incidencias de la magnífica función del sábado pasado en el Centro Internacional de Convenciones Yucatán Siglo XXI, donde Pablo Rojo Peraza ofreció una de las más grandes exhibiciones de un púgil yucateco, ante su público, en la presente centuria.
1.- Aplausos a la promotora organizadora Max Boxing, por presentar de nuevo un muy buen espectáculo y por tener el buen ojo de poner en la pelea estrella el duelo del “Rojo” contra el chamaco Rosado…sobra decir porqué.
2.- Los aplausos son también extensivos al joven Peraza que tuvo una actuación casi perfecta, que no lo fue por su caída del primer episodio y por la falta de dinamita en sus manos, o por la granítica quijada del joven Rosado.
3.- El entrenador del “Rojo”, Addiel Fontannils no está de acuerdo en que al “Rojo” le hace falta “punch”, pues argumentó que si así fuera, el “longanicero” no habría retrocedido evitando las acometidas que hacia el final del pleito le dio su pupilo.
4.- Vaya corajes que hacía el “Famoso” Puga en la arena, que si bien tiene suelo de concreto, era terreno fértil para la súbita aparición de “CHAYOTES” que querían entrar a la arena sin pagar un solo quinto, alegando que eran parte de la organización, o amigos de algún comisionado, o lo que fuera.
Esto de los chayotes en el boxeo no es cosa nueva; en la época de la siempre bien recordada Arena San Juan (a un costado del parque de San Juan), al pobre Don Alberto “Turco” Eljure Sesín y a su pareja Don Gonzalo “Fayo” Solís les llegaban para una función pequeña decenas de chayotes, quizás padres o abuelos de los de ahora.
En una ocasión, se presentó un “maistro” mostrando una credencial de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (JAPAY) y cuando Eljure (tipo durisísisisisimo) lo dejó pasar bajando la cabeza a manera de resignación, “Fayo” perdió la paciencia y le espetó que si venía a ver una fuga y que como la iba a ver de noche, corriéndolo de inmediato, casi a gritos.
A los cinco minutos, el fulano de tal, entró pagando su localidad de gradas (unas gradas de madera montadas sobre una estructura de acero que se bamboleaban y que hoy no las permitiría Protección Civil).
Señores y señoras aficionadas: Deben de entender que el boxeo CUESTA, tiene más que un precio, un VALOR y así cuando van al cine y pagan su boletito sin problemas y no buscan colarse, o cuando van al “teibol” no le regatean a la niña o al mesero el valor del baile o del “cubetazo”, pues no lo hagan con el boxeo. Aficionados así no necesita el deporte que más le ha dado a Yucatán.
5.- Otra de Puga: Otros corajes que andaba haciendo el “Famoso” fueron con las edecanes que no se sincronizaban con los anuncios de los rounds.
No faltó quien gritase que mejor subiera él a mostrar los cartones, paseándose sobre el ring, entre round y round como en su momento lo hiciera el bien recordado Raúl Ayuso Gamboa (quepd) “Borolas” al que chiflaban y que hasta de vez en cuando se contoneaba haciendo relajo con los fans del San Juan y Kanasín.
6.- Hablando de las edecanes o las botargas que también subieron al ring, pues hubo un problema en las dos principales peleas de la noche, porque una de estas últimas (de un diario patrocinador) tuvo el desatino de subir al ring, entre round y round de las peleas, lo que no está previsto en los cánones boxísticos, causando inconformidad en el Presidente de la Comisión de Boxeo de Mérida (CBM) y comisionado en turno, José Manzur.
Al respecto, dos compañeros reporteros nos comentaron que Manzur casi fuera de sus cabales (así nos lo dijeron) llegó a darle un baño de aquellos a la pobre botarga o mejor dicho a su ocupante, que no sabía nada de normas, pero que de manera poco constructiva fue aleccionada de que eso solo se puede hacer, en todo caso, al final de una pelea, no en su transcurso.
Nosotros, en consecuencia, le preguntamos al sr. Manzur, quien aceptó que sí fue a reconvenir a la persona que usaba la botarga, pero que nunca le gritó, ni le levantó la voz o algo por el estilo ¡¡aclarado está!!.
7.- Hablando de la Comisión, pues bastante buen papel hicieron los nuevos comisionados, cuyas decisiones estuvieron apegadas a la realidad, aunque discrepamos en una que fue una pelea cerrada y cuyo veredicto no alcanza el grado de cuestionable (Russel Acosta vs. “Lagartijo” Sánchez).
8.- Los réferis, bastante bien, a excepción de uno, novato, claro está, que descontó injustificadamente un punto al “Lagartijo” en el último round de la pelea y que pudo inclinar la balanza a favor del local.
9.- De entre estos, destaca el joven Josué Carcaño López (gran presencia y efectivo trabajo) “Resortitos” (nieto de Don Fernando López Castañeda), así como Eddier Castro y el “Banano” Escalante.
10.- Hablando de López Castañeda, a Don Fernando ya casi le contaban los 10 segundos luego de irse para atrás el respaldo de la silla que ocupaba en ringside y llevárselo consigo al suelo, cayendo, y quedando tendido en el piso como regla.
Increíblemente para una persona de su edad (más de 80 años), se levantó del suelo como si nada y siguió “gustando” del boxeo en resto de la función.
11.- La CBM tiene que solucionar A LA DE YA la falta de médicos, pues el sábado pasado solo había dos en ese grupo y solo uno ejerciendo funciones: Mario Vega.
El otro, que nos parece es el dr. Jorge Lazo (uno de pelo largo) estaba ejerciendo su labor de juez a la vera del ring, pero si hubiera sido requerido, claro que habría intervenido.
12.- Por cierto, el Jefe de los Servicios Médicos, Fernando Bautista Buenfil brilló por su ausencia en la velada, la primera de la comisión que lo designó para ese cargo.
Más de uno pensó que perdió en Tekax el camión para llegar a Mérida, por no tener listo el poema que habría querido recitar sobre la tarima…ya ven que le gusto mucho eso de la poesía.
13.- Sobre los demás chamacos que pelearon en la función, pues bastante bien todos, destacando la pelea del sinaloense Jesús Zazueta vs. el mexiquense Jorge “Batalla” Martínez, que fue un pleito de alto nivel, como suelen presentar los boxeadores de esos lares.
14.- Dios sabe porqué hace las cosas, pues una de las dos peleas suspendidas por problemas de peso, pudo haber terminado muy mal de haber ocurrido,
Sucede que el rival de Lizarraguitita tenía dolores abdominales desde un día anterior al pleito y se los había aguantado para poder pelear, pero el viernes por la noche o el sábado, ya no pudo más y fue al hospital, donde debió ser intervenido de una peritonitis (estallamiento de apéndice). Imagínense eso sucediendo en pleno ring. (claro, no iba a llegar a la tarima por los chequeos previos que hay).
15.- Hablando de supervisión en los vestidores, nos dio enorme gusto de encontrarnos en la arena al buen amigo Ulises “Condorito” Martín, como nuevo Director de Encuentros (o algo así) del organismo que encabeza José Manzur, quien tuvo buen tino en elegirlo y apoyarlo.
16.- También nos enteramos de la desesperación de dos damitas presentes en la arena que buscaban el teléfono celular de una, perdido en la arena.
En estos tiempos, una de las peores gandalleces que pueden hacerse es quedarse con uno de esos aparatos, por la información personal, familiar y laboral que puede tenerse y recuerdos como los de familiares que incluso ya no están con nosotros.
Ojalá que hayan aparecido esos aparatos; no se vale medrar así con algo tan sensible y delicado.
17.- Nos dio mucho gusto ver en la arena a personas del boxeo como los ahora ex comisionados, Fausto Buenfil y al mismísimo dr. Santiago Basto Mejía, quien ya más relajado presenció la velada.
18.- Muy contento, departiendo con los cuates, estaba el buen Jesús “Chuchín” Aguilar viendo el funcionamiento de la nueva comisión que él impuso…perdón, dispuso.
19.- Lo reiteramos, gran local el del siglo XXI, escogido por la empresa promotora para presentar la función; muy buen lugar y seguimos esperando promociones en esa arena.
20.- Uno de los pocos granitos en el arroz fue la convocatoria a los medios por parte del área correspondiente de la empresa, para la última rueda de prensa, para la cual citó en el Siglo XXI, cuando tuvo lugar en un hotel de Plaza Galerías. Más de uno nos fuimos con la finta y terminamos perdiendo nuestro tiempo y la empresa, difusión de su evento.