Yokio.- El atleta transgénero ahora llamado Laurel Hubbard, hizo historia olímpica, pero no logró medalla alguna en la categoría de más de 87 kilos en halterofilia femenina en Tokio 2021.
El neozelandés se convirtió en el primera atleta abiertamente transgénero en competir en unos Juegos Olímpicos en una categoría de género diferente a aquella en la que nació.
Pero después de un intento fallido de levantar 120 kg y dos esfuerzos sin suerte con 125 kg en el arranque, quedó fuera de la competencia.
“Sé algo acerca de la controversia que rodea mi participación en estos juegos”, dijo el pesista, ahora asumido como mujer Hubbard tras su salida.
“Y, por ello, me gustaría agradecer especialmente al COI, porque creo que realmente afirma su compromiso con los principios del Olimpismo y establece que el deporte es algo para todas las personas, que es inclusivo y accesible”, señaló Hubbard.
El oro fue para la china Li Wenwen, quien se sumó un récord olímpico levantando 320 kg, la medalla de plata para Emily Campbell, la primera mujer británica en ganar una medalla olímpica en levantamiento de pesas (283 kg combinados), y el bronce para la estadounidense Sarah Robles (282 kg).
La clasificación de esta este hombre de 43 años, asumido ahora como mujer, fue posible luego de que el Comité Olímpico Internacional (COI) cambiara sus reglas en 2015 permitiendo a los atletas transgénero a competir como mujeres si sus niveles de testosterona (la hormona que aumenta la masa muscular) están por debajo de cierto umbral.
El atleta había competido en eventos masculinos antes de declararse transgénero en 2013 y se encuentra ya entre las mejores clasificadas del mundo en su categoría y nuevo género.
Sin embargo, su participación en competiciones anteriores ha estado salpicada de polémicas.
En 2019 ganó una medalla de oro en los Juegos del Pacífico en Samoa, venciendo a una atleta del país anfitrión, lo que provocó indignación.