Mérida.- El novato, ya prospecto en ciernes, Zaíd “Colorado” Rejón, reapareció esta noche resolviendo correctamente, pero sobre todo con carácter y temple una buena prueba ante el hasta hoy invicto Erick “Gusano” Chávez al que derrotó clara, mas no fácilmente en la pelea estelar de una nueva promoción de Max Boxing.
“El Colorado” no tuvo una noche de panuchos y horchata, pero sí logró salir avante con relativa holgura en su triunfo más meritorio que no fue lo complicado que pudo ser por su capacidad, pero sobre todo por su fortaleza mental y buen manejo de la circunstancia que le tocó.
Chávez, ahora 5-1-0 fue no sólo un rival digno, sino uno competitivo como se esperaba y le soltó lo mejor de su arsenal al “Colorado”, quien si bien no enfrentó a un cañonero (Chávez no tiene nócauts) sí soportó golpes que no fueron caricias y que en lo absoluto lo comprometieron.
Rejón, quien mostró “pantaloncitos”, soportó un rudo, áspero inicio por parte de Chávez, quien se fue con todo en pos suya y logró posicionarse en el terreno corto, justo el que le convenía, para poder conectar al “Chac Pool”.
Y, de hecho, Chávez logró impactar a la cabeza de Rejón que no lució afectado, aunque sí recibió más de un golpe, lo que fue advertido por el réferi José Matos (en qué buen réferi está convirtiéndose), quien lo amonestó y, luego, por ello mismo, le restó un punto.
Poco a poco, el orgullo de Luis Rejón fue controlando la situación, poniendo distancia de por medio, para evitar ser alcanzado por el “Gusano”, y para poderlo conectar sin problemas.
Con pasos laterales, fintas hacia adelante, para inmediatamente retroceder, moviendo la cintura y el cuello, el “Colorado” demostró que aprende a paso veloz las artes del boxeo que muchos boxeadores consolidados nunca pudieron ejercer.
Poco a poco, aunque nunca pudo dejar de cuidarse de los embates de Chávez, Zaíd fue imponiendo su ritmo y su pelea en la que no con apuros, pero tampoco fácilmente, comenzó a despegarse en las tarjetas.
Su ventaja nunca fue avasalladora, pero sí clara, sobre un Chávez que abusó por momentos del golpeo indebido a la parte posterior de la cabeza, lo que le costó un punto en el segundo round.
Sus cambios de guardia y su buen manejo de la pelea como zurdo agregaron méritos a su tránsito hacia la victoria.
El mejor momento para el aún invicto fue el cuarto episodio en el que logró estremecer al “Gusano” al que hizo trastabillar y perder el balance en el centro del ring.
Parecía el advenimiento del nócaut, o al menos del “costalazo”, pero Chávez “se mordió uno” y se “pellizcó el otro”, para mantener la vertical pese al ataque del niño Rejón que no fue capaz de acabarlo y que también fue lo suficientemente inteligente para no avorazarse y evitar “clavarse” con un “locazo” de su rival….la pelea la llevaba ganada sin problema.
En los seis últimos minutos de acción, el jovencito no dejó de “pisar la chancla” al acelerador de la victoria, aunque tampoco incrementó la velocidad.
Hacia el final del sexto asalto, el “Gusano” parecía ya estar listo y Zaíd, o no se dio cuenta, o prefirió cerrar sin exponerse, abusando un poco de los recursos defensivos, hasta que la campana llegó cuando ambos estaban en un clinch.
El triunfo fue un mero formulismo y los tres jueces (Germán Cubedo, Ariel Ruiz y Ruy Canul) le dieron la ventaja coincidentemente a Rejón con puntuaciones de 60-53. La nuestra fue de 60-54.
Chávez, contra lo que podría haberse creído, no deslució, tampoco se vio fuera de distancia y estuvo en forma. Sus 10 años de diferencia sobre Rejón (17 y 27) tampoco influyeron en el resultado. Simplemente, el “Chac Pool” fue mejor.
Rejoncito (7-0-0 5 kos) sigue viento en popa, pero aún le falta mucho…ojalá siga aprendiendo y no tenga distractores en el camino que lo alejen de la disciplina.
“LA PULGA” YA LLEGÓ A SEIS ROUNDS
En la semifinal, el guerrerense Francisco “Pulga” Araujo (6-0-0 4 kos 1 NC) completó por vez primera en su aún corta carrera la ruta, para vencer por inobjetable decisión unánime al quintanarroense Moisés Pachuli, quien le soportó todo y por momentos lo desconcertó.
Valiente, con hue….lga decir qué, el dirigido por Luis “Duro” May soportó todo lo que le tiró el “Insecto del Pacífico” y manejó bien la pelea poniéndose a una distancia adecuada para evitar los embates de Araujo, quien no tuvo variantes y siguió con la misma tónica, que si bien no le dio el nócaut, sí le aseguró el triunfo.
Araujo, empero, tendrá que trabajar más que en la potencia y en la destrucción, en la defensa y en recursos como mover más el torso y la cintura.
El de Puerto Morelos se quedó con 3-2-0 1 ko y demostró que tiene con qué competir.
LAS DE ABAJO
El peso gallo sonorense Yahir Alan Frank siguió su marcha invicta y llegó a seis triunfos, pero no pudo hacerlo con marca perfecta al no poder noquear al yucateco Edwin “Monky” Medina (1-3-0).
Medina se portó macho y por momentos compitió y le paró el alto al sonorense que se llevó la pelea de la A a la Z, pero teniendo que aplicarse con todo y sin descuidarse, para sumar una nueva victoria.
En otro duelo, Roberto Ruiz Martín “Lizarraguita” II registró un No Contest en dos rounds con el veracruzano Jacinto “Jack Jack” Lozada en peso ligero en su pelea acordada a cuatro campanazos.
“Lizarraguita” iba ya ganando claramente la pelea al final del segundo round, pero para su mala fortuna un cabezazo le partió una ceja al veracruzano.
En ese segundo round, el jovencito yucateco prendió a Lozada con un golpe que no era nada del otro mundo, pero al impactarlo, justo en el momento en el que estaba mal parado y con un pie despegado de la lona, lo envió a la lona.
La caída de Lozada al tapiz fue, si bien circunstancial, también fue legítima e incuestionable, pues el motivo de su viaje “a besar los microbios” fue un golpe legítimo.
A Lozada no le gustó el conteo del réferi, pero el buen “Tin-Tan” Matos hizo lo correcto y le soltó los ocho segundos.
La herida, accidental, forzó la detención de las acciones y el resultado que dejó a la pelea en el “limbo histórico”.
Lizarraguita se quedó con 1-0-1 1NC y su rival, en una estadística curiosa, aunque quizás no inédita en la historia del boxeo, con 1-1-1 y 1NC, es decir, una victoria, una derrota, un empate y un No Contest.
En sus cuatro primeras peleas, ya conoció todos los resultados posibles del boxeo sin repetir uno solo. Podría decirse, si acaso, que solo le falta la descalificación, aunque esta va implícita en una victoria o derrota.
En gallo, el larguirucho Jarol Cervera ya mostró buenas cosas y tuvo una real prueba al vencer, no fácil, pero si claramente, al debutante dominicano Óscar Familia que fue un hueso duro de roer.
El paisano de Ignacio Espinal y Eleoncio Mercedes salió a dar pelea, a no cederle terreno ni distancia al local y si bien le complicó las cosas y lo hizo chambear, no pudo evitar que “Cerverita” hiciera “su chamba”, mostrando cosas interesantes, sobre todo a la hora de defenderse.
Por su lado, en peso pluma, el carmelita Ángel Patrón (ahora 2-0-0) venció por clara decisión unánime (40-35 en todas las tarjetas) en peso pluma a cuatro rounds, al chiapaneco Sebastián Aguilar (0-2-0). El “Lacandón” se fue una vez a la lona.
Y el reglamentario xix de la función?
Al rato Chuchito, al rato.