Mérida.- Trotamundos del boxeo y en algún momento aspirante a la corona mundial minimosca, Román Acosta Chan echa un vistazo atrás y sonríe al recordar varias historias que pocas, muy pocas personas podrían atesorar en su anecdotario de vida.
Una de esas historias lo llevó a ser tutor, por varios días, del hombre más visto en el planeta tierra en esta fecha.
Sí, como usted lo lee, el pequeño profesorcito de Tekit, tuvo el gusto, honor y orgullo de que la estrella de medio tiempo del Súper Tazón de este día: Usher, hiciera lo que él dispusiera por cerca de una semana hace ya poco más de ocho años.
En entrevista con península deportiva, el mánager de boxeo de poco más de 60 años, emprende un viaje retrospectivo a la época en la que trabajó algunos años en California, en concreto, en San Francisco.
“La verdad, el primer día que lo entrené solo me dijeron que era una persona muy importante, no me dijeron quién era.
“Cuando él llegó a clase con el intérprete, me dijeron que iba a filmar una película y que iba a interpretar a Sugar Ray Leonard, de quien físicamente tenía cierto parecido.
“Incluso, además de ser de piel morena, eran de la misma complexión y hasta altura, él (Usher) tendrá 1.75 cuando mucho (Leonard llegó a 1.78 m).
Preciso en los recuerdos, con la lengua soltándolos cual metralleta, Acosta Chan reitera que él no sabía de quién se trataba, pues no estaba metido en cosas de artistas, sino en trabajar y en lograr en ese gimnasio el ingreso que en México no iba a alcanzar.
“Yo no lo conocía, entonces él dijo que ya había ido a varios gimnasios de San Francisco y sus allegados averiguaron y le dijeron que en el gimnasio en donde yo trabajaba (Calle Tercera) era uno que se dedicaba solo al boxeo y fue allá.
Ese día, prosigue, Usher llegó como a la una de la tarde y ya estaba cerrando el gimnasio para el “lunch time” y reabrirlo a las 3, entonces el dueño me dijo, “no te vayas”.
“Me explicó que una persona muy importante iba a venir a entrenar y el intérprete(alumno de Acosta en el gimnasio) me dijo que iba a entrenar, porque iba a interpetar a Ray Leonard.
Y pues me quedé, no me moví, y él (Usher) llegó cuando no había nadie ya, pues de lo contrario no lo iban a dejar a entrenar, por toda la gente que iba a estar allá y a pedirle fotos y autógrafos.
“Llegó en un carrazo, con dos guaruras y vio que no había nadie y se bajó, saludó a todos, se reportó con el dueño y como él no hablaba nada de español, yo llegué.
“Así, comencé a ver cómo brincaba la cuerda y empezó a hacer sombra y le pregunté que cuál papel iba a hacer y me respondió que el de Ray Leonard en una película.
“Y le dije que si iba a interpretar a Leonard, que Sugar no brincaba la soga (cuerda), ni hacía sombra así como él lo hacía al llegar al gimnasio.
“Y dijo, está bien y está perfecto y lo entrenamos, le trabajé un poquito de manoplas y él estuvo una semana allá.
“Y le dijo al dueño que quería volver a ir, pero con el mismo entrenador (después del primer día) y me hablaron y me preguntaron si podía quedarme en ese horario”, añadió.
Ya encarrerado, el orgullo de Tekit de Regil recordó que, en el camino, el intérprete, “que era uno de mis alumnos, me dijo que ese señor que yo entrené estaba valuada su vida como en 300 millones de dólares y pregunté que quien era y me dijo que era “Asher” (sic por la pronunciación en inglés).
Al día siguiente, Usher fue y al otro también y cuando terminó, me dijo que lo que había aprendido en cinco años, “aquí lo logré en una semana y mejorado, aunque finalmente nunca rodó la película del mejor boxeador de la década de los 80´s y uno de los 10 mejores de cualquier época.
Fue una bonita experiencia”, remató sonriente, perceptiblemente contento Acosta Chan haciendo una mueca que lo retrató como su álter ego: “El Señor Miyagi”.