Foto de desde mi esquina de Gilbert Herrera.
Daniel Garrido cocina pib jalisciense a costillas de Miguel Ángel Rosas
Mérida.- En la mejor demostración de su aún corta, pero ya realmente prometedora carrera, el joven yucateco Daniel “Tortuga” Garrido confirmó ser una real promesa del boxeo local y con un boxeo agresivo, frontal, con timing y por momentos vertiginoso, arrasó en menos de seis minutos al jalisciense Miguel Ángel Rosas Gálvez.
Garrido, cheff de escuela y de profesión se quitó esta noche el caparazón de tortuga de sus amplias espaldas y se lo dejó de regalo al que le agita la toalla, para ponerse con su guantes un albo gorro de cocinero con el que guisó un pib más rápido que en “microondas”.
El resultado fue que cocinó un rico, aunque sangriento mucbilpollo a costillas del de Tepatitlán, Jalisco al que tumbó en cinco ocasiones en menos de seis minutos.
Lo trituró poco a poco lastimándolo físicamente y socavando su moral, demostrándole que iba por él y por su “zalea”, la que envolvió en hoja de plátano, para caerle con golpes de 200 o más grados de temperatura.
El “Cheff” Garrido comenzó a despejar dudas respecto a si su baja estatura (tiene la de un peso mosca) le permitirá combatir futuramente con pesos plumas (es su peso).
Y aunque su oponente no es uno de los gallones del concierto nacional, si lo es (o era) de la baraja ascendente de peso pluma.
Con unos 10 centímetros de estatura (o un poquito más), Rosas no subió como claro favorito, pero sí con reales posibilidades de arruinarle la noche al yucateco (ahora 11-0-0 5 kos) y hasta de quitarle el invicto.
pero pasó lo contrario, y lo que todos en la arena queríamos.
Así, con buen juego de piernas, aguerrido, valiente, entró al terreno de su rival al que a mediados del round inicial tumbó, con golpes a la cabeza, sin lastimarlo realmente.
poco después, al final de ese round inicial lo volvió a derribar, ahora sí lastimándolo, aunque la campana llegó en auxilio del occidental, tras el conteo del gran réferi que ya es Josué López Carcaño.
Las cosas no cambiaron mucho para el segundo, cuando el “Cheff” Garrido, ya dueño de las acciones, lo tumbó una, y otra, y otra vez, dejándole la nariz fluyéndole de sangre.
El escarlata líquido hemático fue el “col” con el que ya Garridito terminó de envolver a su víctima en hoja de plátano, para meterlo en el pib (horno bajo la tierra), causarle la tercera derrota de su carrera y primera por nócaut (8-3-0 1 solo triunfo por ko).
Tras la segunda caída del round dos y cuarta de la pelea, mucha gente pedía, considerándolo por humanidad, la detención de la pelea.
Empero, el excelente criterio del joven López Carcaño lo llevó a permitir la continuación del pleito, pues el jalisciense daba aún batalla, defendiéndose y tirando a matar, buscado un misil que incidentalmente se estrellara en la cabeza del yucateco.
Y la verdad es que ni el gorrito de Cheff le pudo tumbar, hasta que en la quinta caída, sangrando profusamente, López Carcaño paró la pelea en el momento exacto (Gracias Don Eliseo González) a los 2:58 del episodio dos.
¿Qué sigue para el cheffcito?, solo cosas buenas, entre las que ya debe estar urgentemente ir a entrenar a otra parte del país…su apoderado Maro Abraham, Zánfer, hasta el buen amigo Max Matamoros ya deben de andar en eso…ampliación en breve.







