Xmatkuil.- El prospecto Pablo “Rojo” Peraza mantuvo su invicto y llegó a 13 triunfos al salir avante del máximo desafío que ha tenido en su carrera al vencer, esta noche por decisión unánime, al peligroso capitalino José Rosales, a quien llevó, en los hechos, a la escuela.
En la segunda velada presentada por Rosarito Boxing, Peraza se llevó el triunfo con taerjetas idénticas de 100-90 que reflejaron, acertada y justamente el infinito dominio que el yucateco tuvo en toda la pelea, especialmente a partir del round dos.
Se esperaba mayor peligro de parte del capitalino (ahora 6-7-0 3 kos), sobre todo por su físico privilegiado (alto, espigado, de piernas y brazos muy largos), pero el yucateco lo nulificó en un 100 por ciento.
Pablito hizo lo que tenía que hacer, aunque ello supusiera un peligro: Estar en el terreno de su enemigo, pero sus recursos, y de manera especial su velocidad le permitieron cruzar el “Niágara en Bicicleta” y viendo, además, su celular.
Rosales, boxeador de mayor experiencia en calidad de rivales que el yucateco fue un escollo relativamente fácil de superar, pero esa “facilidad” fue posible gracias a la capacidad del ahijado de Santiago Pérez Arjona.
Peraza hizo, insistimos, fácil, lo que aparentaba ser difícil y de ahora en adelante no le queda más que ver hacia arriba.
Y ello ignifica tener que enfrentar a rivales de una capacidad, a lo mínimo como la de Rosales…y Pérez Arjona, aín bisoño en etas lides, pero inteligente y de rápida comprensión, lo tiene ya presente.
Claves fueron en el triunfo el preciso y oportuno movimiento de piernas del Rojo, coordinado con sus manos que, como centellas, cayeron cientos de veces en la humanidad del mexiquense que, primero, se extravió en el combate, sin saber que hacer y luego, trató y logró sobrevivir.
El handicap de siempre de “Perazita”, su falta de punch, le permitió al joven Rosales llegar a los 10 episodios, aunque con una herida en la ceja izquierda, bien atendida por el experimentado manejador capitalino, Rubén Lira.
La pelea se fue en esa tónica, el “Rojo” dentro golpeando, virtualmente siempre al rostro de la “escalera” que tenía enfrente, seas atacando, o contragolpeando.
A final de cuentas, el verecicto fue puro trámite y “Pablito clavó su duodécimo clavito dorado” en su hasta ahora imbatido récord.
Se le felicita a él, a su esquina, a su empresa, y, particularmente, a su apoderado.
VAYA PAPELÓN
En la pelea semifinal, en pleito entre tres tabasqueños, ambos radicados en Yucatán, el ahora mánager, Orlando “Talismán# Ramos, se “llevó la noche” al descontar a Mario “Pantera” Andrade, luego de que este noqueó a su hermano Jonathan en el cuarto episodio,
Inconforme por la derrota de su hermano, lograda a su parecer de manera ilícita, con golpes en la parte posterior de la cabeza, el “Talismán” Ramos trepó al ring, primero a enfrentar y reclamarle a Andrade y luego de que este le envió una “caricia” en el rostro, se le fue encima con todo.
Enseguida vino una batahola sobre la tarima, que se extendió brevemente en la parte inferior del ring y luego de un par de minutos y con la presencia del “Famoso” Puga (matchmaker), todo se calmó.
En 48 años que este periodista y reportero tiene de ver boxeo en Mérida, en muchas otras partes de México y el mundo, jamás había presenciado un show de este tipo en una pelea profesional.
Andrade se quedó con 7-2-0 4 kos, mientras que Ramos con 5-10-2 y tres puestos a “dormir” de manera forzada.
LAS DEMÁS.
En otro pleito, en peso gallo, el enjundioso y muy luchón, Miguel “Predicador” Flores, derrotó en cuatro rounds por decisión dividida a Joel Ravell, perteneciente a la cuadra de Rosarito Boxing.
Ravell no se animó a tirar candela, sino hasta el cuarto y último episodio, pero ya fue tarde y había permitido a Flores hacer no grandes cosas, pero sí demostrar que quería ganar.
El triunfo del “Predicador” fue cerrado, pero justo, para llegar a dos victorias, una de ellas por nócaut, a cambio de una derrota. Ravell se quedó con una victoria, con un “anestesiado”, un empate y, ahora, su primera derrota.
En una grandiosa demostración, el jovencito Wilberth “Lobo III” Talavera logró el segundo triunfo de su carrera, al derrotar por decisión unánime en cuatro episodios a Juan Valencia, venido desde Playa del Carmen, en pleito en la diviión súpergallo.
Haciendo un boxeo similar al de su hermano Hafit, Wilberth recurrió a la distancia y a los movimientos laterales para evitar el castigo de su rival y situarse en posición de atacarlo oportunamente.
Fue claro, amplio dominador del pleito al imponer sus condiciones, su estilo de pelea, dar mayor cantidad y calidad de mejores golpes.
El problema que percibimos en él, como también en sus dos hermanos, es que no tiene punch y eso lo hará trabajar más en sus futuros pleitos.
Su récord mejoró a 2-1-0 0 kos, mientras que el de Playa del del Carmen quedó en 4-2-0 1 ko.
Por su lado, el local Romeo Cumi ganó en una muy buena pelea, al carrilloportense Óscar Balcázar Santiago al que incluso tumbó en el segundo acto.
El visitante, tipo con estilo poco ortodoxo, pero efectivo y con ligera mayor experiencia que el yucateco, dio mucha batalla y fue siempre peligroso.
Empero, el denuedo, voluntad y ganas de Cumi le permitieron sumar los puntos necesarios en una fragorosa batalla, para ganarla.
Las puntuaciones fueron de 40-35, 38-37 y 40-35 en favor de Cumi quien logró la primera victoria de su carrera, a cambio de un empate, sin derrotas y sin nócauts.
Balcázar quedó en 2-1-0 con un nócaut y vino a perder el invicto a Mérida en esta pelea, programada en la división mosca.
Asimismo, el cubano Marco Peña logró ya su primera victoria, tras cuatro rounds, al ofrecer una muy buena y técnica pelea al bravo celestunense Ronaldo May.
En combate en peso pluma, Peña, quien perdió en su debut en el Siglo XXI, boxeó bien, siendo más rápido, oportuno y contundente que su rival.
Tras fuerte, muy intenso castigo en los seis primeros minutos de pelea, la equina de May y creemo que él también, decidieron no salir a competir al tercer episodio.
En consecuencia, el buen amigo y réferi, Eddier “Lic”. Castro, desgranó la cuenta fatídica al porteño, quien terminó perdiendo en su debut.
El cubano Peña, apoderado también por Rosarito Boxing y Pérez Arjona, llegó a dos peleas, con un triunfo, su primer nócaut y una derrota.
En la primera de la noche, en súperligero, a cuatro episodios, en un muy buen duelo de debutantes, el meridano Jenry (sic) Arias, derrotó muy ajustadamente, por decisión dividida, al vallisoletano Javier “Panterita” Ramírez, en duelo en peso súperligero.
Martínez se fue a la lona en el segundo acto, pare recibir el conteo del tercero sobre la superficie, Manuel Dzib.
Las puntuaciones fueron de 38-37 (2) y de 37-38.