Imágenes de Amílcar Cubedo.
Mérida.- El año boxístico 2020 inició con amargo sabor de boca para poco más de 500 asistentes a la II edición del Carnaval del Boxeo Yucateco en cuyo pleito estelar, Ulises “Condorito” Martín ganó de manera impopular, protestada e injusta el Campeonato de Peso Minimosca de Yucatán al vencer, en opinión del jurado, por decisión dividida en 10 rounds a un agresivo y dominador, Juan Carlos “Dinamita” Parra, en el pleito estelar de otra buena velada presentada por Armor Box.
La función con la que inició el año boxístico 2020 había tenido un buen desarrollo con algunas peleas buenas, otras no tanto y hasta con algún resultado sorprendente.
Todo parecía dirigirse a un buen final con una pelea que prometía mucho y cumplió, pero en la que el favorito fue clara, manifiestamente superado, pero salió ganador.
Simple y sencillamente, Juan Carlos Parra hizo el gasto de la pelea, dio la mayor cantidad y los mejores golpes ante un desconcertado Ulises “Condorito” Martín que ya después del tercer episodio fue presa del golpeo más oportuno y de la guardia zurda, a la que no pudo acomodarse, del “Dinamita”, a quien solo le faltó noquearlo, no para no dejar duda, sino para no dejar oportunidad alguna de que le quitasen la pelea, como sucedió.
Gritos de robo, ladrones, mentadas de madre, hasta reclamos injustos al réferi Miguel Canul (quien no es juez y no obró en contra de ninguno de los púgiles), vinieron de muchos aficionados a los que entendemos en su inconformidad, pero cuyos epítetos no respaldamos.
Los señores jueces podrán tener muchos defectos (endílgueles ustedes los que quieran), pero son personas honestas (aunque el veredicto pudiera hacer pensar que no) y de buena voluntad, con errores de apreciación, conocimiento o visión que los confirman como seres humanos falibles, mas no como unos mafiosos.
Esta noche, el pleito inició con un dominio alterno entre ambos boxeadores, pero no tardó mucho tiempo para que Parra, desde su guardia zurda y con un golpeo más oportuno comenzó a ganarle en frecuencia de impactos al emplumado, que no se podía acomodar, lucia desconcertado aunque sin dejar de tirar golpes, muchos de ellos que se perdieron en el vacío.
Incisivo, entrando con la pierna derecha, como buen zurdo, Parra lanzaba la mano derecha para abrir la guardia del chamaco del rumbo de la Colonia Vicente Solís y rematarlo con la zurda.
Esto fue algo ya más evidente y repetitivo después del tercer asalto que es cuando “Parrita” comenzó a ser amo y señor de la pelea, luego de haber ganado dos de esos tres primeros episodios.
Martín, incómodo, pero renuente a sucumbir hacía quiebres de cintura tratando de golpear a los costados y, en una de esas al hígado de un zurdo, cosa que solo los grandes pueden hacer por el bloqueo automático que los “siniestros” tienen con el brazo derecho que es el que usan para ir hacia adelante, a diferencia de los derechos.
Pero eso no le resultó y sí le redituó golpes de su oponente, quien pese a superarlo repetidamente, nunca se fue por él para noquearlo. Y si bien Martín no es de los que se distingan por su fuerte pegada, también es cierto que aguanta candela.
La pelea se fue en esa tesitura y si bien el “emplumado” nunca dejó de presentar pelea y estar en la distancia, pese a más de ocho meses de inactividad, no pudo tomar el comando de la pelea, aún al contragolpe, desde el que conectó, pero sin ser el que mande, sino el que más recibió.
La decisión era un formulismo, incluso al sonar la última campanada, Parra levantó las manos en señal de júbilo ante un Martín que se abstuvo de aspaviento alguno, sintiendo, eso creemos, que las cosas no le salieron bien.
ESTAS FUERON LAS TARJETAS
El anuncio oficial de las tarjetas fue de 92-98 (Ruy Canul) y 93-97 (Víctor Ortiz), ambas para el emplumado y nuevo campeón y de 96-94 (Germán Cubedo, quien juzgó mejor ), para el frustrado Parra.
Nuestra tarjeta fue de 98-92 para el “Dinamita” Parra, al que todo le salió mal desde el viernes, cuando llegó al pesaje (según nos enteramos) con 800 gramos de más y a la hora de subir a la báscula se quedó 112 gramos arriba del límite de los 48.988 kilogramos.
Debió tener dos horas para intentar dar el peso, acorde los cánones boxísticos, pero la Comisión de Boxeo de Mérida (CBM) decidió lo contrario.
El triunfo permite al “Condorito” volver a la actividad con un triunfo, luego de su derrota del 15 de junio pasado ante el malogado Iván “Sonrics” Ramírez. Parra mereció mucha mejor suerte y el aplauso de los asistentes que lo despidieron como lo que debió haber sido: un campeón.
El derrotado tuvo el excelente detalle de ir al centro del cuadrilátero y recibir los aplausos de la gente, poniendo en evidencia el resultado en su contra con los elogios del que no siempre es el mejor juez, pero sí el que más pesa: la afición.
LAS DEMÁS
En otros pleitos, el allisoletano Javier “Caballito” Nic, con un boxeo ya menos alocado, quizás menos desbocado, pero siempre hacia adelante, hizo una muy buena y bonita pelea para darle un repaso al empeñoso y también buen púgil playense, Jesús “Tímido” Acosta, al que vención no fácil, pero sí ampliamente.
En pleito a ocho rounds en peso gallo, el “equino” fue más rápido, oportuno y certero, a la hora de tirar los golpes y combinando eso con buen movimiento de cintura, eludió buena parte de lo que le tiró el chamaco de Playa del Carmen.
Si bien Nic siempre nos ha parecido un buen prospeccto, hoy nos gustó más. Fue, quizás, su mejor pelea, junto con la que ofreció ante Néstor “Chinito” López con quien le birlaron el triunfo.
Felicidades y hay que seguir trabajando. El réferi fue el buen amigo, Mario “Bigotes” Mena.
Asimismo, en un sorpresa, el tabasqueño Luis “Kiko” Guzmán ofreció la mejor pelea que hayamos visto en un púgil de la tierra de “Chico Ché” en muchos años y con gran fortaleza, mucha idea boxística y hasta clase, terminó dándole una paliza al jabato Alexis “La Sentencia” Pech, quien dio todo y hasta expuso su integridad física en un pleito pactado a seis rondas en peso gallo.
Pech, sí, perdió, pero se graduó de boxeador perdiendo, y demostrando bajo circunstancias difíciles, durísimas que puede competir.
El boxeo y la fortaleza del dirigido por Samuel “Sammy” Ventura terinaron imponiéndose a la valentía espartana del ahijado de Emanuel Alcántara que al final del cuarto episodio estuvo a punto de irse a la lona cuando ya tenía seiccerrado el ojo izquierdo. Sólo él sabe (y Dios), cómo no se fue a la lona de un gancho al rostro.
Para el quinto, faltando un round para el final y viendo que la “madriza” se incrementaba y que no había manera alguna de que ganase, ni con un asalto con pistola, el manejador René Medina de gran forma y en una decisión acertada, subió al ring a detener las acciones, propiciando el nócaut técnico al 1:49 de ese quinto episodio.
Gran triunfo para el “choco”, de quien Sammy Ventura nos habló linduras un día antes…y vaya que su pupilo no lo dejó mal. Ojo Emmanuel Alcántara, hay que incorporarlo a las filas de Armor Box.
A nuestro amigo Alexis Pech, pues a seguirle; este es el camino del boxeo, en el que, como en la vida, hay días buenos y malos. Pero con esfuerzo, constancia y disciplina, que tiene de sobra, logrará que los buenos y además brillantes sean mayoría.
CONTROVERTIDO FALLO
Ya decíamos previamente que la pelea entre Alejandro “Gitano” Morales y Bernardo “Zurdo” Iuit Noh prometía con ser de lo mejor de la noh y cumplieron.
Al final de los seis rounds en peso súperpluma, Morales ganó una decisión dividida, pero nos pareció que el triunfo fue para Noh.
Resultado algo cerrado, pero nos parece que Noh hizo lo suficciente para ganar y en un descuido en el quinto episodio, cuando ya tenía la pelea prácticamente ganada, se “apentontó” durate una intervención del réferi y Morales lo prendió para ponerlo en la lona.
Bernardo se reincorporó, algo sentido, pero siguió sin problemas y respondió con ganas y retomando por momentos el control de las acciones. Antes de eso, Morales solo logró ganar el tercer episodio.
Luego de un sexto episodio en el que Noh salió bien librado y cuando parecía que había hecho lo suficiente, aunque no por gran margen, las cuentas no lo favorecieron. La caída le costó lla pelea.
Mal haría Noh en desanimarse pue nos parece un muy buen prospecto; ojalá siga en “el juego”.
Morales, por su lado, pasó su primera gran prueba de fuego y demostró que puede seguir hacia arriba con apoyo de su empresa su valor y su gran pegada.
LAS DEMÁS
Qué magnífica demostración nos dio el chamaco René Ortiz (nada que ver con os Ortiz de Chicxulub) que lució con el novato Crístofer Yam, de poca experiencia, nivel bajo, pero buen físico y valiente.
Ortiz no se anduvo con vaciladas, y luego de eludir los veletazos y golpes que le enviaron, soltó un gancho de izquierda que se perdió en el vacío, para repetirlo, y ahora sí prender en la cabeza al hermano de Zaíd y depositarlo sentado en la lona.
Crístofer se levantó sólo para recibir un idéntico golpe que ahora sí, lo puso de manera defintiva en la lona, de dond quiso, mas no pudo reincorporarse, para que esta pelea, programada a seis rounds, en peso súpergallo, terminase por nócaut efectivo (ko) a los dos minutos del primer episodio.
Otro que se vio uy bien, fue el wélter Jonathan “Galleta” Gil, que ahora sí nos gustó plenamente al lucir ya como un boxeador y no como un tirapiedras callejero.
Gil, que se vio ya como un prospecto y no como un novato, se dio un tiro con el “Coloso” Bryan Prado al que terminó dándole una paliza de padre y señor nuestro, para vencerlo por decisión unánime.
Sin embargo, se vio falto de recursos para acabar a un “muerto insepulto”, como ya Prado estaba desde mediados del tercer episodio, hasta el fin de la pelea pactada a cuatro rondas.
“El Galleta”, insistimos, tipo con gran estampa, que ya tiene mucha porra femenina, quiso, pero no supo como definir un nócaut al que solo le faltó un golpe.
Prado, bamboleándose como péndulo, quizás habría caído con un soplido, pero su enorme valor (muy macho lució) y la incapacidad y desconocimiento de Gil le permitieron terminar la pelea de pie.
Posibemente si Gil lo hubiera empujado, recargado su cuerpo con el del “Coloso” para terminar de cansarlo, alejarse súbitamente y por inercia hacerlo caminar hacia él y recibirlo con un uppercut o con un cruzado, le habrían permitido ponerlo en la lona de donde ni con grúa lo habrían levantado.
Ganó bien la “Galletita”, se vio mucho mejor, pero le faltó el nócaut para ponerle broche de diamante a su pelea ante un tipo que ya estaba noqueado de pie.
En otro resultado, en peso minimoca a cuatro vueltas, Emmanuel “Bachitas” Ucán ganó fácil al debutante Gael Rodríguez, que llo ejor que puede hacer es jamás presentarse a una arena de boxeo, a menos que sea como aficcionado.
Se estuvo “haciendo hasta del tres” y se montó en su bicicleta lo que duró, no la pelea, sino el juego de tiro al blanco que el “Bachitas” hizo con él. Para subir a un ring se necesita, antes que nada algo llamado producto de gallina y a Rodríguez se le olvidaron en el refrigerador de su casa.
En súperligero, a cuatro rounds en pleito de debutantes, la pantera yucateca Valeria Medina le ganó sin problemas por decisión unánime a la gordita cancunense América Rodríguez que pecó de valiente, pero nada más.
A cuatro en peso súperpluma, el joven David Martínez ganó por decisión unánime en una buena pelea, al vallisoletano Jorge Ruiz.
A esa misma distancia en pluma, en duelo de debutantes, Gabriel de la Rosa venció en otro animado tiro a José Ricardo Canul.
También a cuatro, en pluma, en pelea de chicxulubenses, Edwin Medina derrotó por decisión unánime a Luis “Wiskas” Saldívar.
“EL XIX”
1- Como bien dijo el promotor Alcántara, la función iba a ser un maratón y aunque solo fueron 11 de las 12 peleas anunciadas inicialmente (la de Jesús Baltazar Moo y Mauricio García se suspendió), el evento duró cinco horas con cuatro minutos (de las 17:36 a las 22:40).
2.- Felicidades a Alcántara y a Armor Box por otra buena función, empañada por el mal fallo en la pelea estrella, algo que no es responsabilidad y mucho menos culpa de ellos.
3.- Felicidades extensivas a Mario Cortés por su buen “matchmaking”.
4.- Una observacción a la empresa: El boxeo debe presentarse con luces apagadas, siendo las únicas que deben de estar encendidas las del gran soporte (las que iluminan el ring).
Además, el ring que sirvió para el torneo amateur previo estaba aún instalado al inicio de lla velada profesional, no dando la mejor de las impresiones.
5.- Magnífico el desempeño de los réferis, desde “El Artista” David Silva, hasta Miguel “Mich” Canul, pasando or José “Tin Tan” Matos y Mario “Bigotes” Mena, hiieron s trabajo de anera perfecta.
6- Dio gusto ver la excelente sinergia que hay entre la empresa, el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida, representados por Emmanuel Alcántara, Jorge Esteban Abud y Jesús Aguilar Aguilar, respectivamente.
El robo mas vil que haya visto en 25 años como afisionado
Ni con el empate lo ayudaban