Cannes.- En las últimas horas ha surgido un vídeo del aún campeón mundial de peso completo, Tyson Fury, meciéndose dramáticamente con todo y sus 2.06 metros de estatura, que no fueron a dar al suelo al ser sujetado por sus compañeros de borrachera, entre ellos su padre.
Si de por sí la manera en la que Fury es exhibido no fue la más edificante, lo que hizo, posteriormente, fue la “cereza” en el pastel de la ignominia.
Totalmente borracho (ojalá y haya sido eso), el gigantón británico, quien ha asegurado que no volverá al boxeo activo, al no ser aceptado dentro de un taxi, procedió a tirarle de patadas, mientras se alejaba de él.
balanceándose pateando un taxi después de que su conductor le negara la entrada.
El video comienza con Fury, siendo acompañado hacia el taxi por un amigo y su papá, John. En su camino, el enorme boxeador se iba bamboleando de un lado a otro, cual si estuviera haciendo el “bending” a los golpes de sus rivales.
Vestido con una camiseta blanca y pantalones cortos, el boxeador invicto se balancea hacia la izquierda antes de poner una mano en el techo del auto.
Con la ventana del lado del conductor abierta, el taxista parece explicarle al séquito de Fury que no lo dejará entrar. Después de un intercambio entre el conductor y los amigos del boxeador, el conductor decide alejarse.
Fury, furioso, ataca y patea el parachoques del Renault blanco cuando un miembro del grupo intenta detenerlo. Cuando el taxi comienza a doblar la esquina, otro miembro del grupo de Fury también intenta patear el vehículo.
Fury publicó en Instagram a principios de esta semana asegurando que estaba “realmente disfrutando de la vida”, después de su hasta ahora retiro del boxeo.
Tras lo ocurrido, los representantes de Tyson Fury se han negado a comentar, pero él, ya habiendo despertado, se quitó la “cruda” corriendo por las calles de esta ciudad ensoñadora.