Ciudad de México.- La Primera División, ahora llamada pomposamente “Liga MX”, ha implementado sanciones más duras para aquellos que se “porten mal”, durante sus partidos y cometan la “barbaridad” de exclamar el grito de guerra “Ehhhh puuutooo”.
Esos que se “portan mal” son en su enorme mayoría, quienes sostienen el espectáculo con su compra del boleto y son reprimidos en favor de un sector poblacional mínimo al que el balompié le importa un cacahuate.
Según publicó el Diario El Universal, todo comenzó el 6 de abril en el Estadio Nemesio Diez de la ciudad de Toluca, Estado de México, sede de los Diablos Rojos.
Ese día, durante el juego entre el Toluca y los Rayados (duelo pendiente de la Jornada 4 del Clausura 2022), la policía estatal retiró a 15 aficionados del inmueble.
“Ello por no acatar indicaciones de buen comportamiento, alterar el orden y molestar a otros asistentes al partido”, publicó la Liga MX en un comunicado ese día.
PIDEN TOLERANCIA Y NO RESPETAN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Siete días más tarde, el 13 de abril, en el Estadio Akron, sede habitual de las laureadas y ahora poco convincentes Chivas del Guadalajara, fueron desalojadas 10 personas.
Se llevaba a cabo el juego entre las Chivas y los Rayados de Monterrey, cuando elementos de seguridad comenzaron a retirar a estos personajes, luego de que se presenciara el “Eeeh, pu…” y pleitos en la tribuna.
Y añadieron en dicho texto que: “Además, tras contenerse conatos de riña en distintas zonas de la tribuna fueron retiradas otras cinco personas más”.
Pero, según añadió el propio “Gran Diario de México”, la cosa no quedó ahí. Nuevamente en la Perla Tapatía hubo problemas, pero esta vez en la casa de los Rojinegros.