Mérida.- En un hecho sin precedentes en el boxeo y quizás en el deporte yucateco, el ex campeón mundial minimosca del CMB, Gilberto Keb Baas y el ex réferi y promotor boxístico, Mario Alfredo “Freddy” Ríos Urcelay, dieron una paliza, de manera irrazonable al ex boxeador José “Barretas” Pinzón, en un suceso que ya sacude las redes sociales y la vida pública de Yucatán.
Los hechos, cuyo contexto desconocemos, hasta ahora, y en los que seguramente, por lo que se ve, el “Barretas” actuó de forma equivocada y provocadora, ocurrieron en el marco del inicio de un torneo amateur patrocinado por una firma de artículos para automóviles (Lions), a la que lo ocurrido le arrebató los titulares.
Ignoramos las causas y es, evidente, por lo que se ve en las redes sociales, que inicialmente, Pinzón se subió al ring y se sentó en su centro, aparentemente negándose a moverse (no sabemos las causas de esta rara e inexplicable actitud) y le rebasó la paciencia a Ríos y a Keb que, en su papel de organizadores jamás debieron haber subido a la tarima y menos a agreder al folclórico y singular ex púgil del rumbo Chembech.
¿Y LA SEGURIDAD PRIVADA?
Se entiende que en estos torneos (las versiones alrededor dicen que hay mucho presupuesto para su organización) debe haber seguridad privada, que sabe cómo manejar este tipo de situaciones, sin causar un zafarrancho tan impropio y bochornoso para el evento, sobre todo en su jornada de estreno.
Nos queda claro que Pinzón, de carácter veleidoso, a veces raro, pero que en términos generales nos parece un buen tipo, provocó el desaguisado, pero aún más claro nos resulta que ni Ríos (ex boxeador y ex luchador de fuerte carácter) y Keb, quien llegó a ser campeón del mundo del organismo más influyente del planeta, tenían idea del papel que ocupaban en la organización de la competencia y que cayeron en el garlito.
Versiones preliminares apuntan a que el “Barretas” pretendía hacer “valer sus derechos” (no se sabe cuáles), en una especie de “cantaleta” que trae de tiempo atrás, pero de ser así, pretendería hacerlo a costillas de irrumpir, quitar protagonismo y perjudicar el citado evento.
Es de entenderse, que el agredido, a quien le cayeron a patadas por la espalda y en la cabeza (zona occipital) y luego en la cara, por parte de ambos personajes, tiene todo el derecho de interponer una querella por razones obvias, pues los golpes no fueron para amedrentarlo, fueron lanzados , al menos aprarentemente, con intención real de lastimarlo.
Es no solo de lamentarse, sino inconcebible que en esta época, ya en la tercera década del SIglo XXI existan personas que opten por solucionar las cosas amedrentando, agrediendo a golpes y lastimando a quienes no estén de acuerdo con ellos, como sucedía a mediados del Siglo XX.
De manera particular, en el caso de Keb, último campeón mundial yucateco y quien algunos años atrás fue señalado por un periódico local (De Peso) por violencia familiar (nunca se comprobó), pero quien además es el personaje más famoso de Hunucmá y hasta recibió la visita en su gimnasio de esa localidad del Gobernador Mauricio Vila, meses atrás.
Para terminar, el propio Ayuntamiento de Mérida avaló el inicio del torneo hace dos días en una rueda de prensa que fue encabezada por su titular de deportes, Jesús “Chucho” Aguilar, quien estuvo acompañado en el presidium, precisamente por Ríos Urcelay, quien está al frente de un comité que renovaría a la Asociación de Boxeo Amateur de Yucatán (ABAY).
Ojalá que el “Barretas” esté bien de salud (no parece a simple vista haber sido muy afectado) y que Keb y Ríos reflexionen sobre lo acontecido, sepan controlarse y resuelvan sus diferencias con Pinzón de una manera más civilizada.
A los tres se les desea lo mejor de lo mejor y que lo de esta noche haya sido algo que jamás vuelva a repetirse.
https://www.facebook.com/100053936976956/videos/1312992869114118/