Fotografía tomada del Diario Beisbolero de Andrés Novelo Basulto.
Mérida.- El béisbol yucateco y, particularmente (además de su familia, por supuesto), los Leones de Yucatán están de verdadero luto, por la muerte, sucedida ayer, de quien fuera gran aficionado, por décadas, el señor Eloy Pardenilla Briceño.
Don Eloy, que ahora en paz descansa, era conocido en el béisbol como “El Chel” y lo conocimos y convivimos con él, por décadas, en el parque Kukulcán.
CONTEMPORÁNEO DEL “GALLEGO” Y DEL “COLORADO”
Aficionado, contemporáneo de otros grandes fans melenudos como los señores Rolando Valencia Cazola y Eladio Enrique Blanco Loroño (QQEEPPDD), don Eloy, se significó, como aquellos, por andar siempre bien ataviado a la yucateca, con su pantalón de vestir y su guayabera.
Tipo simpático, dicharachero, algo puntilloso en el análisis de sus queridos Leones, no se perdía por su singular personalidad, distinta a la del 95 por ciento de los yucatecos.
Rubio, rubio, muy blanco de piel, con sus espesos mostachos “cheles” (güeros), y su siempre reluciente gorra, Pardenilla Briceño trabó amistad con el gremio periodístico local y fue buen amigo del también ya finado y magníficamente bien recordado periodista deportivo de Grupo Sipse, Russel Gutiérrez Canto.
La pandemia le impidió asistir al béisbol y al béisbol lo privó de su presencia en el parque, donde ya no tuvimos la fortuna de verlo, luego de la serie final de 2019.
Trabajó por décadas en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de donde recibía una merecida, muy buena pensión que le permitió mantenerse por años cerca de la segunda religión de los yucatecos: el béisbol.
A toda su familia, amigos y a los que tuvieron, como nosotros la oportunidad de tratarlo, les enviamos nuestras más sentidas condolencias, esperando que el regocijo de haberlo conocido les permita superar este trance.