Moscú.- El espectacular e insensato boxeador y político ruso Ruslan Provodnikov advirtió que podría volver al boxeo profesional los 36 años.
Ello, después de estar en la política de Rusia en el Congreso de la región de Khanty-Mansiysk.
Provodnikov, también conocido como el “Rocky” SIberiano es recordado por su fogoso estilo de pelear en el que exponía no solo la posibilidad de ganar, sino hasta su vida.
Era una máquina de golpes que no se arredaba con nada, ni con el castigo más cruel y que siempre iba para adelante, tirando golpes y retando a su rival.
Singulares son las escenas en las que su señora madre, vestida a la usanza siberiana, lo apoyaba tirando golpes, a la vera del ring, como “transmitiéndolos” a su hijo para darle más arsenal.
Según Russlan Provodnikov, “si la gente, mis paisanos no quieren (que deje el boxeo), entonces en septiembre de este año reanudaré mi carrera profesional.
“Pretendo competir por los títulos más grandes”, auguró el boxeador ruso de rasgos asiáticos.
“Mi entrenador Joel Díaz dijo que estaría feliz de volverme a ver en campamento y extrañaba trabajar conmigo”, apuntó Provodnikov.
“Me mantengo en gran forma y quiero ir por una nueva pelea por el título. Estoy seguro de que soy capaz de convertirme en campeón del mundo de nuevo”, confió.
Russlan Provodnikov (25-5, 18 KO’s) se retiró del boxeo profesional el 11 de junio de 2016 para inmiscuirse en la política de su país.
Aquella vez perdió contra John Molina Jr. por decisión unánime por el cinturón superligero de la Organización Mundial de Boxeo.
El ruso fue campeón mundial de esa misma división el 19 de octubre de 2013, cuando derrotó por decisión del referí a Mike Alvarado.
Sin embargo, en su siguiente combate, el 14 de junio del 2014 lo perdió contra Chris Algieri por decisión dividida.
También contendió por el cetro welter de la OMB el 16 de marzo del 2013 ante Timothy Bradley, pero Russlan Prodovnikov cayó por decisión unánime.
Fue, por cierto, una pelea por demás explosiva y espectacular en la que se recuerda la espectacular caída de Bradley.
El moreno, por cierto, solo pudo levantarse por la gracia de Dios, lo que le permitió seguir en la guerra, hasta ganarla.