Boca del Río.- La estadunidense Megan Faraimo logró esta noche, aquí, el primer juego perfecto en la historia de la Liga Mexicana de Sóftbol (LMS) al conducir a los Diablos Rojos del México Femenil a un triunfo de 6×0 sobre El Águila de Veracruz, en el Estadio Beto Ávila de esta urbe.
“Me encuentro sumamente feliz, esperando que se me baje la emoción para iniciar a disfrutar la importancia de este logro”, explicó la lanzadora al final del inédito partido.
“Esta fue una victoria en equipo, porque yo no juego sola, tuve el respaldo de todo el equipo.
Además tuve un buen apoyo de carreras que me permitió trabajar con calma”.
Faraimo llegó a esta temporada a los Diablos Rojos Femenil como un refuerzo estelar, tras una carrera histórica a nivel universitario con la UCLA (Universidad de California en Los Angeles).
Allá, entre otras cosas, fue la “Softball America Pitcher of the Year” (2020), “Pac-12 Freshman of the Year” (2019).
También, cuatro veces parte del “First team All-Pac 12” (2019, 2021–2023) y dos ocasiones del “First team All-American” (2021, 2023), entre otros premios.
En su último año universitario (2023) fue la líder de victorias en toda la NCAA (29) y fue la cuarta jugadora en la historia que superó los 100 juegos ganados en su carrera universitaria.
Así, finalizó con un récord de 101-16 con una efectividad de 1.44.
En sus últimas dos campañas con UCLA sus marcas fueron de 24-5 y 29-3.
Con ese cartel, Faraimo llegó a los Diablos Rojos Femenil y en tan solo su segunda aparición como abridora, lanzó el juego perfecto.
La estadounidense retiró en orden a las 21 bateadoras que enfrentó para completar las siete entradas con cero carreras admitidas, cero hits, cero golpes y cero errores a la defensiva, evitando que cualquier bateadora de El Águila llegara a base.
“Me empecé a dar cuenta de lo que estaba pasando hasta la sexta entrada”, dijo Faraimo.
“Particularmente para este juego mi misión era mejorar en las entradas de la mitad del juego, que fue donde no lucí bien en mi primera salida, donde tuve problemas en el cuarto inning.
HASTA LA SEXTA SE DIO CUENTA
Así que cuando pasé de esa cuarta entrada sin admitir carrera estaba contenta y una vez que llegué a la sexta fue cuando fui consciente de lo que estaba sucediendo”.
Megan Faraimo construyó su hazaña con 78 lanzamientos, 57 de los cuáles fueron en la zona de strike.
Cerró la jornada con una cuota de 12 ponches, sacando los otros nueve outs con cuatro rolas y con cinco elevados.
“Veníamos de una derrota dura el sábado y el equipo volvió al campo con la intención de olvidar ese juego y yo quería apoyar al equipo para volver a ganar, así que fue una gran victoria en equipo”, abundó la ya histórica lanzadora.
“Lo que sigue ahora es disfrutar lo que pasó para dar paso a lo que sigue.
A pesar del juego perfecto hay todavía algunas cosas en las que quiero trabajar con las que no estoy totalmente satisfecha y voy a trabajar en eso”, remató.